The House of Da Vinci
- PlataformaPC7
- GéneroAventura
- DesarrolladorBlue Brain Games
- Lanzamiento24/11/2017
- TextoEspañol
- EditorBlue Brain Games
The House of Da Vinci, análisis
Leonardo Da Vinci ha desaparecido y te ha dejado a ti, su pupilo, la responsabilidad de desentrañar los misterios de su taller y de seguir sus pasos para hallar su paradero.
The House of Da Vince, análisis: El misterio del maestro florentino
Leonardo Da Vinci falleció el 2 de mayo de 1519. Sus últimos años transcurrieron en Francia, donde vivió en una casita de campo cerca del castillo real de Amboise, una fortaleza medieval que alberga los restos mortales del maestro bajo la capilla de Saint-Hubert. Definir al genio italiano resulta complejo, pues practicó las artes y las ciencias, ejerció de inventor, pintor, arquitecto, anatomista, botánico, músico y filósofo, además de profundizar en una miríada de especialidades fascinantes.
La línea que separa las artes y las ciencias, controvertida todavía a día de hoy, era aún más delgada en el Renacimiento: “La separación entre las artes y las ciencias es más una conveniencia que una necesidad. En la cultura occidental, y de manera más aparente en las civilizaciones orientales, arte, ciencia y tecnología han formado siempre un todo integrado”, explica Pedro García Barreno, reputado miembro de la Real Academia de las Ciencias, en un ensayo titulado “El diálogo posible entre las artes y las ciencias” (Revista SPIKA, 2000). De acuerdo con sus palabras, “la belleza ha calado en el entramado de las teorías científicas y en el diseño de las máquinas, y los artistas han incorporado las ideas científicas y los avances tecnológicos en sus procesos creativos”.
Isabel de Este, marquesa de Mantua y mecenas de las artes, recogía en una misiva escrita a principios del siglo XVI el sentir de Da Vinci, la desgana que durante esa época se apoderó de él cuando recibía encargos pictóricos que lo obligaban a desterrar de su mente sus asuntos de interés: “En definitiva, sus experimentos matemáticos le han distraído tanto de la pintura que no puede padecer el pincel” (fuente: National Geographic). Es posible que la imagen colectiva que tenemos de su persona nos remita a sus obras más icónicas, como La Gioconda, pero en el interior del artista bullía un talento más allá del arte plástico, una mente vivaz, de fuego candente, que no se apagó ni con su muerte, puesto que perdura hasta nuestros días.
Mientras las septem artes liberales, los clásicos trivium y quadrivium de la Edad Media, pasaban de los gremios tradicionales a los mecenas, Leonardo ingenió toda una serie de inventos increíbles. Su faceta como inventor se explora en The House of Da Vinci, un título independiente desarrollado por Blue Brain Games y que también está disponible en terminales móviles.
El jugador se traslada al pasado, a los días del Renacimiento, a la era de Leonardo Da Vinci. Encarna nada más y nada menos que al aprendiz más prometedor del maestro. Sin embargo, en el mundo del talentoso florentino nada es lo que parece, ya que la realidad se funde con la ficción y las apariencias engañan. Da Vinci ha desaparecido de forma misteriosa y las pistas para descubrir su secreto están debidamente ocultas, a la espera de que su pupilo las descifre. Así las cosas, el protagonista decide seguir los pasos del mentor, buscar las cartas y destapar las pesquisas que le permitan seguir adelante. Poco a poco se enfrasca en la resolución de los acertijos escondidos en el taller de Da Vinci. ¿Logrará encontrarle?
The House of Da Vinci es una aventura 3D que basa su jugabilidad en los puzles. Su estructura point & click es similar al de las aventuras gráficas, pero en este caso la narrativa no tiene un peso destacado. La trama se entrevera torpemente en una historia de sociedades ocultas y secretos vedados cuyo punto de partida llama la atención a simple vista. Por desgracia, la ejecución y el desarrollo del hilo argumental carecen de interés. Es obvio que los desarrolladores han querido centrarse exclusivamente en la elaboración de los puzles, punto fuerte de la producción.
Dicen que las comparaciones son odiosas, y a pesar de que suele ser una gran verdad, hacerlo ayuda a explicar los conceptos más fácilmente. El estudio Fireproof Games es autor de una saga de videojuegos que se asemeja a The House of Da Vinci. Se trata de The Room, una serie muy centrada tanto en la interacción con los escenarios como con otros objetos. Del mismo modo que en The Room, los jugadores del título de Blue Brain Games, deben observar el entorno y toquetear los diferentes dispositivos para resolver puzles y continuar avanzando en la aventura. Muchos objetos están compuestos por piezas variadas que hay que mover, desplazar hacia un lado o girar. El hecho de que la cámara se acerque a una de las partes del artilugio cuando se selecciona es una muestra clara de que The Room es una de las inspiraciones de este producto.
No en vano, The House of Da Vinci incluye un extraño artefacto conocido como Oculus, que ofrece al aprendiz la posibilidad de ver a través de los objetos, de visibilizar sus entrañas, algo que los seguidores de la franquicia de Fireproof sin duda recordarán. Por otra parte, el Oculus Tempus es otro elemento fantasioso que muestra escenas del pasado. En ciertos momentos, podemos atisbar restos antiguos que nos permiten reconstruir fotogramas del ayer.
De muchos objetos, una vez manipulados, se pueden extraer otros que más tarde encajarán en el lugar que les corresponde. Unas veces habrá que fusionarlos con diferentes piezas; otras bastará con introducirlos sin tener que modificarlos de ninguna forma. El juego arranca con la curva de dificultad adecuada y los puzles van haciéndose más complejos a medida que nos adentramos en la partida. Asimismo, el que se quede atascado siempre tiene la opción de recurrir a las ayudas del propio juego (pequeñas pistas que señalan dónde centrar la atención).
Los rompecabezas, ingeniosos en no pocas ocasiones, están basados en los inventos de Da Vinci. Por ejemplo, nos topamos con una catapulta en miniatura en cuya cima descansan varios soldados de madera. Girando mecanismos y abriendo compuertas secretas, al fin hallamos la palanca que nos deja disparar la munición. La carga vuela unos metros y se introduce en una lámpara de aceite que se ilumina al instante y revela el próximo paso.
El mayor problema del videojuego, más incluso que su anodino desarrollo argumental, es que los controles no son todo lo precisos que deberían ser. Las acciones tratan de ser naturales, pero el manejo con ratón se siente ortopédico y no responde bien del todo. Por añadidura, el sistema de cámaras es impreciso y estorba, pues se hace difícil manipularla y se posiciona en lugares inadecuados.
Más allá de los errores, The House of Da Vinci es un juego que te obliga a utilizar la cabeza, a pensar, en definitiva. Como decía Leonardo, es necesario cultivar el intelecto, mantener la mente despierta: "Lo mismo que el hierro se oxida por falta de uso y el agua estancada se vuelve putrefacta, también la inactividad destruye el intelecto".
Análisis hecho con un código de PC facilitado por la editora
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.