The Great War: Western Front
- PlataformaPC6.8
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorPetroglyph
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorFrontier Foundry
Análisis
The Great War: Western Front, análisis. Demasiado pegado a la realidad
A pesar de ser probablemente el juego que mejor ha captado el espíritu del conflicto se trata de un wargame áspero, que no seduce a todo tipo de públicos
La I Guerra Mundial es probablemente el conflicto bélico menos interesante desde el punto de vista militar. Durante meses los frentes de batalla permanecieron inmóviles en una guerra de trincheras en la que el desgaste del enemigo era el principal objetivo. No hubo grandes movimientos, las tácticas defensivas prevalecieron sobre las ofensivas y solo la introducción de la aviación (de una manera casi testimonial) y los tanques dotaron al conflicto de un enfoque un poco más agresivo.
The Great War: Western Front capta muy bien la filosofía del conflicto: la imposibilidad de las conquistas rápidas, la pérdida ingente de tropas en el ataque a las posiciones enemigas y la conversión de los terrenos en lodazales llenos de cráteres, trincheras y muertos.
El juego se desarrolla, al igual que la saga Total War o el reciente Company of Heroes 3, en un doble plano. Por un lado, hay un amplio mapa de situación que representa todo el frente de Francia y Bélgica y por otro, están las batallas individuales que se desarrollan en mapas más pequeños y en tiempo real. Pero ninguno de ambos niveles es capaz de llegar a seducir al usuario. A cada uno le falta un punto para convertirse en redondo.
Hay dos opciones de inicio de campaña, una 1914 con un predominio de infantería y artillería y otra en 1916 donde la aparición de los tanques evolucionó un poco el conflicto. Aunque las diferencias jugables entre ambas son pocas. La partida puede ser jugada tanto desde el punto de vista de los aliados como el de las potencias centrales. También se ofrece la posibilidad de librar las batallas más importantes del frente occidental.
El mapa estratégico
Refleja el terreno comprendido entre el Somme y Suiza, está divido en hexágonos y en él se realizan todas las operaciones a gran escala, movimientos de tropas, colocación de refuerzos, elección de la zona a atacar. Funciona por un sistema de turnos de un mes de duración cada uno. La representación de los ejércitos es clara y muestra el número de tropas, mediante la apilación de fichas similares a las que se usa en el poder, también se visibiliza la dificultad e importancia de cada hexágono por el número de estrellas que muestra, que también sirve de indicador del número de victorias decisivas que necesita para ser conquistada.
Aquí también se va a poder elegir qué tipo de tecnología se va a desarrollar, algo muy importante en el devenir de la partida. Hay que escoger cuidadosamente en qué gastar los puntos de investigación en función de cómo se desee jugar. A medida que se avanza en la partida van saltando una serie de eventos reales que van a influir también en cómo se conduce el conflicto, algunos tienen que ver con la moral y otros implican la incorporación de nuevas tropas al frente, como es el caso de la llegada de las tropas estadounidenses. The Great War: Western Front es un buen maestro para conocer cómo se desarrolló el conflicto ya que refleja de manera fidedigna los hitos más importantes.
El mapa de batalla
Cada uno de los hexágonos del mapa superior representa un campo de batalla. El desarrollo de estas se realiza en tiempo real, aunque durante los primeros minutos se realizan labores de planificación: situación de trincheras, colocación y movimientos de tropas… Solo tras pasar un determinado tiempo ambos ejércitos entraran en conflicto… A diferencia de otros juegos similares aquí no se trata de conseguir arrollar al enemigo, algo que resulta imposible a pesar de que se pongan en liza una ingente cantidad de tropas, se trata de desgastarle y desmoralizarle.
En este nivel hay varios problemas, algunos de los cuales no son menores, y que arruinan un tanto la experiencia general. El primero y más importante es que se necesitan muchas tropas para asaltar una trinchera enemiga y una vez conquistada solo se pueden guarnecer en ella dos batallones, lo que implica que las unidades desprotegidas sean fácilmente barridas por la artillería enemiga, que se muestra implacable contra las concentraciones de unidades de infantería. Otro aspecto negativo son la representación de las unidades, es cierto que se trata de un juego de estrategia y las exigencias aquí son menores, pero al tratarse de un RTS se pide algo más de identificación a las unidades, que al alejarse se muestran casi como agrupaciones de líneas.
Por el contrario, se puesto un especial cuidado en el diseño del terreno, que además se ve deteriorado por los sucesivos enfrentamientos hasta convertir la tierra de nadie una masa de barro y cráteres. Un buen detalle la persistencia de los daños en el terreno.
¿Qué está pasando?
El control de la situación general no es bueno, hay muchas luchas en diferentes zonas del mapa con la imposibilidad de atender a todos los puntos distantes. La curva de aprendizaje aquí es lenta y dolorosamente frustrante, aunque se prepare con detalle cómo se ha de defender o atacar, solo después de varias horas de juego se tiene cierto dominio de lo que sucede o va suceder en el campo de batalla.
Todo, desde la simple construcción de una trinchera al bombardeo con artillería, consume recursos y ese es el verdadero objetivo del juego más allá de conseguir victorias a un excesivo costo, hacer que estas duren lo máximo posible. Es un punto muy a favor del juego hacer consciente al usuario del enorme esfuerzo económico que supone mantener un conflicto y de que los recursos no son infinitos.
Conclusión
The Great War: Western Front es un juego bastante realista en las mecánicas que utiliza, aunque ello penalice la diversión. La I Guerra Mundial fue un conflicto de desgaste que terminó con millones de bajas y en punto muerto y eso es exactamente lo que refleja el juego de Petroglyph. El objetivo es optimizar los recursos (el oro), desmoralizar al enemigo y minimizar las bajas, por lo que las tácticas ultraofensivas resultan penalizadas.
Lo mejor
- Recreación realista del conflicto
- Deterioro del terreno con el tiempo
- Economía de guerra
- Es una buena guía para conocer la I Guerra Mundial
Lo peor
- Ritmo lento
- El apartado gráfico es mejorable
- Se penaliza las tácticas ofensivas
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.