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The Disney Afternoon Collection

The Disney Afternoon Collection

  • PlataformaPS47.5PC7.5XBO7.5
  • GéneroPlataformas, Acción
  • DesarrolladorCapcom
  • Lanzamiento18/04/2017
  • TextoEspañol
  • EditorCapcom

Análisis de The Disney Afternoon Collection

Capcom propone rememorar aquellas tardes noventeras en las que las series y los juegos de Disney nos acompañaban a la hora de la merienda. Clásicos de NES como DuckTales o Chip 'n Dale se reúnen en recopilatorio que destila nostalgia.

Hubo un tiempo en el que la principal carga que recaía sobre nuestros hombros era la de hacer los deberes del colegio. El paso del tiempo ha servido para verlo desde otra perspectiva, pero llegar a casa y tener que seguir otro rato con los libros delante no era plato de buen gusto para casi nadie. Suerte que venía acompañado por pequeños placeres como la merienda o los dibujos de media tarde, de visionado obligado si no habíamos quedado para jugar fuera. En cualquiera de los casos, los dibujos animados fueron y siguen siendo parte integral de la infancia, a menudo más allá, así que es natural que acabasen por disfrutar de sus propias adaptaciones en forma de videojuegos. Usando personajes y mundos bien establecidos, los desarrolladores podían conectar rápidamente con ese mismo público base. Lo que, por supuesto, no garantizaba que el juego en cuestión fuese bueno (hay incontables ejemplos de lo contrario), pero en el caso de Disney se tradujo en una alianza con Capcom que dio como resultado algunos de los títulos más icónicos de la eras 8 y 16-bits.

Aunque las audiencias modernas puedan asociarla más con sagas como Street Fighter, Resident Evil o Monster Hunter, desde los ochenta la compañía japonesa había sido uno de los grandes nombres de referencia en la industria, sumando a su historial sagas tan emblemáticas como Mega Man (que también tuvo recopilación hace poco), Ghosts 'n Goblins o Bionic Commando. Así que, cuestiones de negocios a un lado, las propiedades de Disney cayeron en manos de gente que sabía crear algo digno de ellas. Series como Patoaventuras, Chip y Chop, Aventureros del Aire y Pato Darkwing (emitidas entre finales de los ochenta y mediados de los noventa) surgieron del esfuerzo de la multinacional por ampliar su repertorio sin recurrir una y otra vez a Mickey Mouse, Donald o Goofy. Casi como lo que ahora nos gusta llamar “universo compartido”. Puede entristecer que ceñirse a las series limite la colección, ya que la colaboración con Capcom también dio lugar a adaptaciones tan celebradas como Aladdin o Magical Quest, pero al menos sirve para reunir a los presentes en un paquete de mayor coherencia temática. Una ventana a una época concreta que se evoca desde la interfaz y menús comunes a todos los juegos.

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Las novedades: museo, contrarrelojes y rebobinado

Antes de centrarnos en los juegos y repasarlos de forma individual vale la pena detenerse precisamente en lo que Digital Eclipse, estudio encargado de esta recopilación, ha construido alrededor de ellos. Es cierto que, reescalado a una mayor resolución aparte, siguen siendo los mismos de antaño, incluso con defectos emulados para replicar la experiencia original (algo que no será del gusto de todos cuando se manifieste en forma de ralentizaciones). Pero hay novedades que hacen de The Disney Afternoon Collection algo más que una simple colección de ROMs. La citada interfaz es sencilla y agradable a la vista, y nos permite acceder desde el inicio a extras como una audioteca con las bandas sonoras, galerías con imágenes del desarrollo, carátulas de las diferentes regiones y algunas otras curiosidades. No es una cantidad de contenido demasiado extensa, y no hay ninguna clase de documental en forma de vídeo, pero sigue siendo un rincón que merece una visita por parte de todos aquellos que creciesen con estas series o juegos, o simplemente tengan un mínimo de apego por el universo Disney.

Tan o más interesante, puesto que es contenido jugable real, resulta la inclusión de modos contrarreloj para batir nuestras marcas en “boss rushes” (saltar directamente de jefe en jefe) o superando los juegos al completo, lo que más allá de una simple función extra se puede convertir en uno de los mayores alicientes para no abandonar los juegos tras la toma de contacto inicial. Varios de los logros están asociados a estas pruebas (los márgenes con el tiempo suelen ser bastante generosos), aunque ganan enteros al combinarse con las clasificaciones online. Además de las típicas tablas comparativas, el recopilatorio incluye la opción de ver las repeticiones de otros jugadores para aprender sus técnicas o, incluso mejor, disputar carreras mostrando nuestra partida (en tiempo real) y las suyas de forma simultánea en pantalla. Es una buena forma de aumentar la utilidad práctica a la vez que se nutre el aspecto competitivo, insuflando vida nueva en juegos cuyas bases, si bien sencillas, todavía funcionan y se prestan a estas cosas.

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Contrarrelojes a un lado, otro añadido importante que ayuda a recortar la distancia entre los veteranos y los recién llegados es la opción de rebobinar. Siempre que queramos, sea por caer a un precipicio o por recibir el toque final que vacía nuestra vida, con sólo pulsar un botón podemos retroceder en el tiempo para deshacer el daño. No es la primera vez que la emulación de juegos retro permite esta clase de ventajas, pero aquí se integra de una forma tan natural (en oposición a los save states, también presentes) que pasa por una mecánica más, como la que podíamos ver años atrás en juegos como Braid o Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo. Claro que los de Capcom no fueron desarrollados con esta habilidad en mente y es algo que puede jugar en su contra porque trivializa la dificultad. Obviamente, su uso es opcional, pero tenerlo siempre ahí puede cambiar nuestra forma de encarar los juegos o disipar la sensación de tensión. Es la clase de alteración que irremediablemente trae cosas positivas y negativas, aunque el recopilatorio incluye un logro dedicado a completar cualquier juego sin usarlo, y también lo desactiva en las contrarrelojes, así que el reto nunca desaparece del todo.

Por último, antes de comentar los verdaderos protagonistas tampoco sobra decir que The Disney Afternoon Collection dispone de varias opciones a la hora de mostrar los juegos. Dado que fueron creados para el clásico formato 4:3, podemos elegir entre rellenar el espacio sobrante en los laterales con artworks de cada juego, franjas negras o estirar la imagen con la abominable distorsión que eso conlleva. Por otro lado, también se incorporan un par de filtros para conseguir un aspecto similar al de una TV antigua o un monitor, así que los que busquen un aspecto más “old school” probablemente prefieran optar por ellos. Matizado esto, ahora sí vamos a repasar los seis juegos incluidos por orden de lanzamiento:

DuckTales

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El primer juego de la colección es también el más popular de todos ellos. Capcom adaptó las aventuras de Scrooge McDuck (Tío Gilito para nosotros) en un plataformas icónico por su banda sonora y la peculiar forma en la que su protagonista se sirve del bastón para rebotar e impulsarse por los escenarios. Este movimiento, imitado por clásicos modernos como Shovel Knight o Tropical Freeze, condiciona el diseño de unos niveles variados y con bastante libertad: no sólo podemos elegir a cuál entrar desde el principio, estilo Mega Man, sino que dentro de ellos hay montones de recompensas opcionales que aumentan las arcas de los más exploradores y nos permiten acceder a un final extra si recaudamos lo suficiente. Era un muy buen juego en su día, y lo sigue siendo ahora, gracias a una dificultad bastante bien equilibrada y la satisfactoria inercia que sea crea al rebotar por las fases una vez que tenemos las cosas bajo control. Algunas acciones requieren práctica, y la forma en la que se detiene el rebote en los bordes de las plataformas puede jugarnos alguna mala pasada, pero por lo general sigue siendo un plataformas bien engrasado.

Chip 'n Dale: Rescue Rangers

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Ya que la serie Chip y Chop estaba protagonizada por el dúo de ardillas homónimas, en este caso Capcom decidió enfocar su juego como un plataformas cooperativo. Aunque Rescue Rangers se puede jugar de principio a fin en solitario, y ser disfrutado igualmente gracias a su original combinación de un sistema de agarre y lanzamiento de múltiples objetos (incluso nos podemos meter en cajas a lo Solid Snake), con escenarios en los que todo es enorme para ilustrar el menor tamaño de las ardillas respecto al mundo, a dobles es una experiencia mucho más alocada. A diferencia de otros multijugadores de la época, como por ejemplo los Super Mario Bros, aquí ambos usuarios juegan al mismo tiempo en vez de por turnos (algo que la saga de Nintendo no implementaría hasta Wii). Como era de esperar, esto da pie a situaciones algo caóticas, en los que ambos jugadores se pueden estorbar o lanzarse unos a otros hacia la muerte, pero es parte del encanto y el pique que se genera al competir por la mejor puntuación en cada nivel.

TaleSpin

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Quizá el más flojo del grupo, TaleSpin justifica su inclusión por salirse de la tónica plataformera y añadir un toque shoot'em up a la colección. En la piel de Baloo, el entrañable oso de El Libro de la Selva reconvertido a piloto de mercancías, volamos y disparamos a todo lo que se mueva en una sucesión de fases variadas y a veces atípicas para el género (de algún modo la avioneta se introduce en una mansión mediado el juego). Aunque sin duda la característica más destacable es la posibilidad de poner nuestro vehículo boca abajo, algo que sirve tanto para disparar hacia atrás como invertir el scroll lateral de derecha a izquierda, acción requerida para recorrer pequeños laberintos y coger los ítems que costean las mejoras entre fases. Esto es algo casi obligatorio, ya que el disparo inicial es muy limitado (un solo proyectil que no permite disparar hasta que desaparece de la pantalla), y causa que TaleSpin se vuelva más divertido una vez ampliamos el arsenal. El modo jefes mitiga esto al darnos disparo múltiple desde el inicio, así que es una opción tan o más buena para rejugarlo.

Darwing Duck

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Como buen superhéroe (aunque paródico), Darwing Duck permitió a Capcom centrarse más en la acción, acercándolo más que ningún otro de los juegos al terreno de Mega Man. La pistola del Pato Darkwing permite hacer frente a toda clase de enemigos desde una distancia relativamente segura, aunque el plataformeo también sigue muy presente gracias a su habilidad para agarrarse a una gran variedad de estructuras. Esto permite desde encadenar secciones en las que avanzamos saltando de gancho en gancho sin tocar el suelo durante un buen rato (con la tensión que provoca la posibilidad de que un fallo nos arroje al vacío), a poder subir o bajar a través de las propias plataformas. Es algo que también había hecho Chip 'n Dale un par de años antes, pero aquí se le saca mayor partido gracias a un diseño de niveles más afinado, mejores jefes, y una dificultad por lo general también mayor. Junto a los DuckTales es el juego del recopilatorio que más ofrece a los que jueguen en solitario, y desde luego el mejor en lo que a acción pura se refiere.

DuckTales 2

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Aun siendo secuela directa de uno de los juegos más queridos de NES, DuckTales 2 pasó bastante desapercibido en comparación. Su lanzamiento tardío le impidió destacar en un panorama ya completamente dominado por las consolas 16-bits, así que este recopilatorio es una buena forma de que los fans del original lo descubran aunque sea tarde. El juego retoma el planteamiento original (Tío Gilito viaja por el mundo mientras rebota en su bastón), pero lo amplía con más posibilidades: los niveles son más grandes, y el propio bastón permite nuevos métodos de interacción con los escenarios una vez encontramos las mejoras pertinentes, abriendo nuevas posibilidades tanto para la exploración como para el backtracking (las mejoras adquiridas en un nivel también sirven para alcanzar nuevos recovecos en otro). No hace grandes reinvenciones, pero funciona y siempre es buena noticia tener una ración extra de DuckTales para aquellos que ya se conozcan el primero como la palma de su mano.

Chip 'n Dale: Rescue Rangers 2

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Otra secuela tardía que seguramente muchos fans del original no llegaron a probar en su momento. Rescue Rangers 2 es lo que solemos denominar como más de lo mismo, y se presenta algo más escaso en novedades que DuckTales 2. Los jefes, uno de los apartados más insulsos del primer Chip 'n Dale, sí parecen disfrutar de un pequeño empujón en la creatividad, pero por lo demás funciona casi como una expansión de niveles. Lo que en sí no es malo, porque es competente dentro de lo que propone, y si alguien tiene pensado dedicarle tiempo en multijugador a estos juegos (de nuevo, el modo en el que más brillan los títulos de Chip y Chop), siempre es mejor tener dos que rejugar siempre el mismo. También cabe destacar que tiene algo más de énfasis en la puesta en escena, con abundantes diálogos entre fases para crear la sensación de estar jugando a un capítulo de la serie. Aunque, como con todos los demás juegos de la colección, los textos “in-game” vienen en inglés, así que hace falta tener unas nociones básicas para seguir la (sencilla) historia.

Este análisis se ha hecho con un código de la versión PS4.

7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.