The Croods

The Croods ‒Los Croods en nuestro país‒ es la nueva película de DreamWorks y 20th Century Fox que recientemente ha llegado a nuestras salas de cine, un divertido y desenfadado largometraje protagonizado por una familia de “modernos” cavernícolas que deben aprender a sobrevivir en un mundo lleno de peligros para así encontrar un nuevo hogar. Rovio ‒los creadores de la saga Angry Birds‒ se ha encargado de su adaptación al formato videojuego en forma de título de gestión y simulación en formato free to play, un género que cuenta con una gran popularidad en dispositivos iOS y Android. Veamos en nuestro análisis si The Croods logra acercarse a los mejores títulos del género, una tarea nada fácil teniendo en cuenta los modelos de negocio de la mayoría de los llamados juegos freemium, que sólo se preocupan por los beneficios a expensas de los siempre controvertidos micro-pagos; una volátil combinación: adaptación cinematográfica y modelo de negocio free to play.

Nuestros primeros pasos con el cavernícola Grug ‒el rudo cabeza de familia‒ son tan directos como sencillos: tenemos que enseñar a los nuestros a cazar y recolectar para así asegurar la existencia de los Croods en un mundo inhóspito y hostil. Así, desde el primer momento tendremos que cazar animales, además de domesticarlos y alimentarlos, con el objetivo de ganar más recursos para seguir creciendo y evolucionando, lo que nos permitirá elaborar trampas más sofisticadas para atrapar a los animales de más nivel. Y ya está, esto es todo lo que The Croods puede ofrecer al jugador, un resultado decepcionante teniendo en cuenta la película en la que se basa ‒si bien no es la película de animación del año, sí presenta un contexto rico para realizar un juego más elaborado‒ y el estudio desarrollador, Rovio, una de las compañías con más recursos en el panorama táctil.

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Teniendo en cuenta el público objetivo de The Croods ‒los más pequeños de la casa‒, su propuesta no resulta atractiva para un jugador de poca edad que verá como sus opciones pasan por gastar dinero al que difícilmente tendrá acceso. Por otro lado, su presentación no pasa de correcta, con personajes y entornos que tratan de respetar el film original pero que en su traslación a las 2D han perdido gran parte de su personalidad. Estilo cartoon divertido y ameno pero que se muestra con una paleta de colores apagada y escatima demasiado en detalles. Eso sí, algunas expresiones y diálogos resultan muy graciosos, siguiendo el estilo desenfadado de la película; algunos diseños de monstruos resultan también geniales. A nivel sonoro no destaca especialmente, con melodías demasiado repetitivas; además, los textos llegan sólo en inglés.

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