Terminator Salvation: El Videojuego
- PlataformaPS35.53605.5PC
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorGRIN
- Lanzamiento29/05/2009
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorEvolved Games
Futuro imperfecto
La franquicia creada por James Cameron nos lleva al futuro apocalíptico, en el que John Connor y otros humanos intentan sobrevivir al acoso de las máquinas. Buenas ideas en un juego apurado que no consigue explotar todo el potencial que la licencia le ofrecía.
Por muy poderosa que sea Skynet, parece que las máquinas no son capaces de adaptarse a un entorno digital para ofrecernos su mejor cara y dejar patente su supremacía. No han sido pocas las ocasiones en las que la soberbia franquicia iniciada por James Cameron intentó triunfar en el mundo de los videojuegos, pero casi siempre con resultados que dejaban mucho que desear. Muy lejos en el tiempo quedan los Robocop versus Terminator o Terminator 2: The Arcade Game; de un tiempo a esta parte, nos hemos encontrado con obras vacías, inocuas para con la franquicia, e incluso en la adaptación de la tercera película de la franquicia nos vimos agraciados con un segundo juego para compensar la escasa calidad del primero.
En plena época de adaptaciones cinematográficas de calidad, que empezábamos a pensar que las conversiones fáciles eran cosa del pasado, esperábamos mucho de la versión jugable de Terminator Salvation. La compañía Halcyon se hizo con los derechos de la franquicia, la única que posee en estos momentos, para llevar a cabo esta cuarta entrega cinematográfica, que se sitúa después del juicio final. Además, creó una división, Halcyon Games, para desarrollar el juego basado en su primera película. Para suplir la inexperiencia que tenían en el sector, contaron con la ayuda de GRIN, una compañía que también está dado sus primeros pasos pero que ya cuenta con títulos interesantes como los Bionic Commando de Capcom o el Wanted de Warner.
Viendo ambos títulos, es evidente a todas luces que la inspiración de Terminator Salvation, su base jugable, se encuentra en Wanted. Pero a diferencia de la obra de GRIN Barcelona, aquí el tiempo ha jugado en contra del desarrollo: Wanted no salió a la par de la película, y le concedieron todo el tiempo de desarrollo que fue preciso para completar el juego, narrando una historia que continuaba los sucesos del film. Pero Terminator Salvation se ha apurado para llegar a la par de la obra cinematográfica, y se nota el trabajo apresurado en muchos aspectos. Una aventura corta, con importantes deficiencias a nivel jugable, que podría haber aspirado a llegar mucho más lejos. De hecho, pese a tener una licencia en sus manos, no la termina de explotar en ningún momento, dejándonos con un sabor de boca un tanto agridulce.
John Connor todavía no es líder de la resistencia, y su superior da la orden de retirada, porque no está dispuesto a sacrificar la vida de todos los supervivientes por intentar rescatar a unos pocos. Pero nuestro hombre no opina igual, y se niega a subir al helicóptero de rescate, y se dispone a sumergirse en territorio enemigo para llegar hasta las personas atrapadas y ayudarlas. Blair estaba a punto de irse, pero fue incapaz de dejar solo a John y, en el último momento, se baja del helicóptero y se va con él. Afortunadamente para ellos, ya que las máquinas derriban el vehículo aéreo en cuanto eleva el vuelo, quedándose solos en territorio hostil, y luchando por un objetivo, algo que en plena guerra, es lo único que puede esperar un ser humano oprimido por sus propias creaciones.
Pese a estar basado en una película, cuya licencia es propiedad de la misma compañía que trabajó en el juego, Terminator Salvation carece de un vínculo real con la obra cinematográfica. Sería fácil suponer que, como capítulo intermedio que es entre Terminator 3 y Salvation, nos pusiese en situación con mayor acierto, narrándonos eventos clave de cara a la evolución de la guerra. Pero nada más lejos de la realidad, ya que se antoja como un capítulo de relleno que no aporta nada y en el que nos limitamos simplemente a ir de un lado para el otro, siempre en línea recta, con algunos momentos curiosos por el camino (ver cómo sobreviven los seres humanos, las facciones que se crean, etcétera). Con una licencia como esta, se podrían haber conseguido cosas mucho mejores a nivel argumental.
Podremos avanzar sin cubrirnos y disparar directamente, pero esto es poco menos que un suicidio, dada la resistencia de las máquinas a nuestros ataques y la incesante carga armamentística de la que hacen gala. Por tanto, será clave cubrirnos y asomarnos para disparar desde esos puestos seguros. Los controles serán idénticos a los de Wanted: un botón para cobertura, otro para recargar, gatillo izquierdo para apuntar y gatillo derecho para disparar. Para cambiar de cobertura, nos asomamos al borde de donde nos encontremos y apuntamos con el analógico izquierdo hacia dónde queremos ir, y si es posible, nos lo indicará en pantalla. Eso sí, disparar no será tan fácil como en otros títulos.
Aquí se ha potenciado la imagen de sufrimiento de la humanidad, y de lo indestructibles que pueden llegar a ser las máquinas a las que nos enfrentamos. Por eso mismo, los ataques frontales no servirán de mucho, y con cada tipo de máquina deberemos recurrir a distintas tácticas. Por ejemplo, hay unos modelos araña que sólo se podrán destruir atacando su parte trasera, mientras que los T-600 requieren una buena explosión para dejar al descubierto su parte vulnerable. Estos serán dos de los tres tipos de máquinas a los que nos enfrentaremos una y otra vez, siendo el tercero una unidad voladora que no dejará de moverse y será bastante difícil de apuntar. La imaginería de Terminator daba para algo más de variedad de modelos, y con la carga de fuego que nos acosarán, cuando se junten un número importante de criaturas metálicas lo pasaremos muy mal.
El sistema de salud es autoregenerativo, pero no bastará con ocultarse para recuperar nuestra vitalidad, sino que deberemos superar una sección. Cuando limpiemos de enemigos la zona, será cuando nuestra energía subirá al máximo de nuevo; si hemos sufrido muchos daños por un error del tipo 'aquello no era una cobertura' al principio del combate, sufriremos por ello durante toda la secuencia. Un detalle que, lejos de ser una pega, está muy bien pensado, dando más impresión de juego que las obras tan sencillas y cómodas para el jugador que se han visto en los últimos tiempos. Pero esto, sumado a lo indestructible de las máquinas, se puede llegar a convertir en un verdadero suplicio, más cuando carezcamos de los medios para eliminarlas.
Pensado para el cooperativo, existen ciertas tácticas ideadas para llevarlas a cabo jugando con un amigo. Por ejemplo, para llegar a atacar la parte trasera de los robots araña, uno deberá hacer de cebo para distraerlos mientras el otro ataca; algo que, jugando con la IA como compañera, esta no es capaz de llegar a comprender, y deberemos engañar a la máquina enemiga por nuestra propia cuenta, algo que no es precisamente sencillo y acabaremos usando armamento pesado para simplificar las cosas. Del mismo modo, la IA es incapaz de apuntar a las partes expuestas de los T-600, debiendo nosotros solos romper su armazón y acabar con ellos. Desgraciadamente, el cooperativo está sólo disponible para dos jugadores en la misma consola, a pantalla partida, sin ninguna opción de jugar a través de Internet.
Hay otros enemigos, como grandes naves de combate o motos robóticas, cuya aparición será mucho más limitada y, mayoritariamente, en momentos extra con dinámicas diferentes. Durante los primeros compases del juego, el temor a las máquinas se hace más patente, teniendo muchas situaciones en las que deberemos huir por nuestra vida, pero esto será sólo hasta que empecemos a aprender a eliminarlas; un espejismo de tensión que se desvanece en apenas unos minutos. Las armas son bastante básicas: metralletas de distintos calibres (con efectos diversos sobre los Terminator), granadas, escopeta, lanzagranadas y lanzacohetes. Todo muy poco futurista, y con abundante munición a lo largo y ancho de los escenarios.
Otras dinámicas de juego, que ayudan a romper un poco la monotonía de cubrirse y acabar con los mismos enemigos una y otra vez (ya sea para avanzar, para defender una posición ), se limitan a disparar mientras nos movemos en un vehículo. Sea un coche o un tren, nuestro deber será solo disparar, con munición infinita (si acaso una barra de calentamiento que deberemos dejar que se enfríe para poder seguir disparando), con el objetivo de evitar que las máquinas nos atrapen, o bien defender un autobús de supervivientes. Son dinámicas interesantes y divertidas, pero que están muy limitadas: si no eliminamos a las máquinas que nos acechan antes del momento que tiene scriptado el juego, habremos perdido irremisiblemente. En muchas ocasiones, será casi preciso saber por dónde sale la máquina y a dónde disparar si queremos superar la secuencia.
El mayor defecto de esto es el sistema de apuntado, bastante impreciso. Las máquinas se mueven demasiado y la mirilla se mueve demasiado lento; según el arma que tengamos, se requerirá una precisión bastante importante en la zona débil del enemigo. Además, lanzar granadas es siempre un acto a ciegas, al no poder apuntarlas hacia donde queramos. La combinación de ambos elementos puede resultar desesperante, sobre todo si hay varios tipos de enemigo y, mientras apuntamos, nos están acribillando a disparos. En general, el juego cumple, y resulta bastante divertido, pero sobre todo si se es aficionado a la franquicia Terminator, porque más allá de la ambientación ofrece importantes carencias, siendo la principal las cuatro horas de juego que no llegan a nada.
Los escenarios derruidos están bien, y se transmite con solvencia la sensación de futuro apocalíptico que es clave en la ambientación, pero tienen algunas circunstancias ilógicas. Por ejemplo, muchas veces los Terminator romperán la pared para aparecer de repente en nuestro camino; si después observamos el lugar por el que han salido, se trata siempre de estancias cerradas: una habitación cuadrada cuya única entrada de acceso es la pared que han roto las máquinas; casi como si hubiesen construido el edificio con los robots ya dentro. Por lo demás, el juego cumple bastante bien, con explosiones cuidadas y creíbles y una recreación de calidad de los T-600, aunque no hay nada realmente espectacular que destaque especialmente.
Lo más curioso es que, pese a tener una licencia de película, no se recurra a nada a esta. Halcyon es la encargada tanto del filme como del juego, pero John Connor no es Christian Bale, ni visualmente ni en voz. Ausencia total de escenas o referencias a la película que provocan la enajenación del producto, más con detalles como este, en los que el personaje principal no parece el mismo. No así con el personaje de Blair William (y algún otro papel secundario), que está representado por la actriz Moon Bloodgood en ambas producciones. Salvo por ella (y en ciertas ocasiones, ni ella se libra de la quema) el trabajo de doblaje deja bastante que desear, y se hace notar demasiado la ausencia de Bale. Eso sí, el apartado sonoro, con cortes de la película, es satisfactorio, aunque tampoco nada demasiado llamativo.
A nivel jugable, el sistema de cobertura es satisfactorio, y el mando de control responde perfectamente a todas las indicaciones que le hagamos. Pero todo esto se viene abajo por culpa del mejorable sistema de apuntado y la paupérrima IA de nuestros compañeros, mientras que las máquinas son demasiado inteligentes y nos avasallarán directamente si les damos la oportunidad. Todo esto en un juego de cuatro horas, sin ningún tipo de modo adicional, ni extras, ni siquiera un cooperativo online. De hecho, ni tan siquiera a nivel de logros y trofeos merece la pena, con sólo 11 basados en acabarse el juego (9 por superar los niveles del juego, y dos por hacerlo en distintas dificultades).
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.