Tales of Monkey Island 2: The Siege of Spinner Cay
- PlataformaPC7
- GéneroAventura gráfica
- DesarrolladorTelltale Games
- Lanzamiento20/08/2009
Al asedio!
Las aventuras de Guybrush Threepwood continúan con el segundo episodio de Tales of Monkey Island. Nuevas islas por explorar, nuevos personajes y viejos conocidos se dan cita en un nuevo capítulo rebosante del clásico humor y exploración de antaño.
Tras haber escapado de los vientos de la isla Flotsam y volviendo sobre la pista de Elaine y LeChuck, The Screaming Narwhal (el nuevo barco de GuyBrush) es asediado por Morgan LeFlay, una cazapiratas que va tras los pasos de GuyBrush bajo las órdenes del lunático científico del episodio anterior. El comienzo del capítulo no podía ser más intenso, con una batalla de espadas sobre la cubierta del barco que, lejos de ser resuelta por el noble arte de la esgrima, lo hará a través de un divertido puzle y con algún que otro insulto por medio, pero sin llegar a ser un duelo de insultos como tal.
Tras el combate, el joven Guybrush pierde su mano infectada que es amputada y robada por Morgan, y es remplazada por un garfio que nos será extremadamente útil a lo largo de la aventura. Después de este pequeño contratiempo, seremos libres de navegar por todo el nuevo archipiélago, llamado Golfo de Melange, formado por las islas de Flotsam, Jerkbait y las pequeñas Ewe, Boulder Beach, Gelato y Brillig. No obstante, la única a la que no podremos acceder es precisamente Flotsam Island, que visitamos en el primer capítulo de esa nueva serie.
Nuestros pasos, guiados por los consejos de la señora del Vudú, se dirigen hacia las islas de Jerkbait formadas por Spinner Cay, habitado por una raza acuática que responden al nombre de Merfolks, y otras dos islas: Roe Island y Spoon Isle. A diferencia del capítulo anterior, totalmente centrado en la isla de Flotsam, ahora somos libres de viajar de isla en isla, aunque por contra éstas son mucho más pequeñas que la ya citada Flotsam, y las islas pequeñas del archipiélago están prácticamente formadas por un único escenario.
El objetivo de GuyBrush es encontrar tres artefactos de oro que, según cuenta la leyenda, son capaces de invocar a legendarias criaturas de océano que nos llevarán hacia "La Esponja Grande", el único objeto capaz de restaurar al Caribe de la maldición que nació al convertir Guybrush a LeChuck en humano.
Spinner Cay, la localización central de este segundo episodio, está formada por varias zonas y habitada por los Merfolks. Desafortunadamente, se repiten los problemas de modelado del capítulo anterior y los personajes secundarios vuelven a ser repeticiones con modificaciones de un mismo personaje base, aunque la introducción de esta nueva raza de personajes le da cierta variedad frente al capítulo anterior en el que sólo nos encontrábamos con humanos.
Los puzles de este segundo capítulo son mucho más parecidos a los de las entregas clásicas con gran importancia en la exploración entre diversas localizaciones, dejando atrás los laberínticos puzles en la selva del primer capítulo. No obstante, también habrá selva en esta entrega (demasiado calcada a la del anterior juego), pero puramente como exploración de escenarios. La intensidad del divertidísimo puzle en el laboratorio de Marquis De Singe en el capitulo anterior, no tiene su réplica en el presente y la dificultad en general de los puzles no resulta demasiado alta.
La duración de este segundo capítulo es prácticamente similar a la del anterior, situándose en torno a 3 o 4 horas. Además, como comentábamos, el nivel de los puzles difícilmente pondrá en aprietos a un jugador medio del género y muchos de ellos pecan de ser demasiado evidentes e intuitivos. Aun así, también hay lugar para puzles divertidos como el que nos hará cooperar con cierto personaje de gran relevancia en la serie para conseguir uno de los místicos artefactos.
En materia de control más de lo mismo, con el sistema híbrido que nos permitirá jugar tanto únicamente con el ratón para realizar todo tipo de acciones y movimientos, como con teclado y ratón, este último sistema mucho más intuitivo y fácil para explorar de forma más ágil los escenarios. El control con ratón, aunque interesante, sigue pecando de poca exactitud y poco tardaremos en usarlo exclusivamente como puntero, dejando el movimiento de Guybrush relegado al teclado.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.