Vencedores y vencidos

Item: Sudden Strike 3: Arms for Victory
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Vuelve a la II Guerra Mundial con la nueva entrega de Sudden Strike. Ha llegado la hora de combatir en las playas, en los lugares de aterrizaje, en los campos y las calles... De combatir en las montañas. Pero aún no es el momento de rendirse.

Actualizado a 11 de marzo de 2012 09:37 CET

De todas las posibles ambientaciones para un juego de estrategia en tiempo real, sin duda alguna la más repetida es la II Guerra Mundial. ¿Por qué el conflicto que más impacto causó en el curso de la historia, nos atrae con tanta intensidad?

Fireglow Games y Planeta DeAgostini Interactive lanzan una nueva entrega de Sudden Strike. Para los que no conozcan a ninguno de sus precursores, se tratan de algunos de los títulos que mejor han sabido representar la crudeza de esta confrontación, marcando un hito en los juegos de estrategia en tiempo real.

Utilizando gráficos bidimensionales y en perspectiva isométrica, la saga Sudden Strike se caracteriza por apartarse en muchos aspectos de la mayoría de los RTS, dejando de lado la construcción de edificios o recolección de recursos y centrando todo su poderío en el desarrollo de las batallas.

Esta tercera entrega, o cuarta si contamos aquel Counter Action que disfrutamos en MS-DOS, da un salto de calidad respecto a sus antecesores, y sin perder ese toque característico que lo identifica como uno de los mejores títulos ambientados en la II Guerra Mundial. Veamos las razones...

Sudden Strike III: Arms for Victory, tiene dos modos básicos de juego. Ya sea mediante batallas independientes, solos o acompañados, o a lo largo de una campaña con más de 9 misiones, se nos reta a probar nuestra habilidad como estrategas, en inmensos campos de combate repletos de soldados y artillería.

De hecho, uno de los grandes alicientes de Sudden Strike son sus grandes mapas a escala, donde montañas, bosques, ríos o pantanos adornan la escena. Esto implica que tenemos que ser capaces de visualizar un plan a niveles mayores de lo que estamos acostumbrados, con dos o tres frentes abiertos a la vez.
Estos escenarios no solamente contienen elementos naturales, sino que están poblados por trincheras, edificios o restos de artillería. Cualquiera de estos objetos puede ser usado a nuestro favor, ya sea como punto de resistencia ante los ataques o usando las ametralladoras abandonadas para cubrir la zona.

Si a este hecho le unimos la posibilidad de presenciar múltiples unidades concurrentes en juego, la intensidad del enfrentamiento está servida. Cientos de soldados, cuerpo a tierra, usan todo su arsenal para evitar ser masacrados por temibles tanques, mientras los médicos se afanan por sanar a los heridos.

Ya sea dirigiendo a los Aliados o al Eje, contaremos con una gran cantidad de unidades y prototipos de las mismas. Tanto por tierra, como por mar o aire, tendremos un amplio abanico de posibilidades para enfrentarnos a los oponentes, pero Sudden Strike III no es un título donde la fuerza se base en el número...

Porque de hecho, observamos con sorpresa como el aspecto estratégico es uno de los puntos claves, frente al hecho de amasar grandes batallones y lanzarlos contra las trincheras del enemigo. Gran parte de este logro, se debe al sistema de objetivos en el que se basa cada una de las misiones de Sudden Strike.

Al inicio de la fase, se nos mostrará un mapa con las diferentes metas a satisfacer. En el campo de batalla identificaremos los puntos estratégicos con una diana blanca, y si logramos llegar a dichos puntos, y cumplir el objetivo, que puede ir desde servir como refuerzo a un batallón hasta asegurar la zona, recibiremos bonus.

Estos se traducen directamente en nuevas unidades, que llegarán al campo de batalla automáticamente por alguno de los puntos que controlamos, o en elementos especiales, como bombarderos o aviones espía. Completar estos objetivos no es trivial, ya que podemos perder los puntos de control si el enemigo nos supera.
La precisión con la que se ha modelado el combate es altamente satisfactoria. Para un grupo de soldados, será casi imposible hacer frente a un carro de combate y salir airosos, incluso contando con un refugio para evitar sus impactos. Las armas normales no son eficientes a gran distancia, menos aún si estamos cuerpo a tierra.

La movilidad es otro aspecto a tener en cuenta en nuestra táctica. Para ello contamos con diferentes vehículos especializados en el transporte de tropas, y así distribuir efectivos a lo largo del terreno, dado que lo extenso de los mapas hace que las unidades a pie no se puedan disponer con rapidez en un momento dado.

Este hecho, como decíamos antes, hace imprescindible un cambio en el punto de vista de la guerra. Muchas veces contaremos con varios puntos donde se desarrollen combates intensos, mientras nos ocupamos de otros muchos focos donde estos son menores. La partida pondrá nuestras habilidades a prueba.

El sistema de juego es el clásico para los RTS, donde seleccionaremos las unidades con el botón izquierdo y daremos órdenes con el derecho. Estas van desde el simple movimiento hasta la reparación de vehículos, pasando por las labores de los médicos, ocupar trincheras y edificios o abastecer a la artillería.

Todas las unidades se pueden controlar de forma independiente, y están compuestas por un sólo soldado, tanque o barco. Sin embargo, más que añadir complejidad, nos permite establecer estrategias mucho más elaboradas, y este es un aspecto importantísimo en el desarrollo de Sudden Strike III.

Eso sí, la inteligencia artificial tiene algunos defectos, sobre todo en el cálculo de rutas. Esto no impide disfrutar del juego, pero llega a enfurecer al usuario. Es recomendable dar órdenes de movimiento en distancias cortas para asegurarse de que las tropas no se dirigen a dar un paseo por los cerros de Úbeda.
Los gráficos, espectaculares en un primer vistazo, nos permiten presenciar los combates desde vista aérea o con un modo de cámara libre. Sin embargo, con el paso a la tercera dimensión se ha perdido cierta precisión a la hora de definir las unidades, sobre todo la infantería, cuya identificación se puede hacer confusa.

Por ello se ha procurado un sencillo sistema, que nos permite conocer el tipo de unidad con simplemente posar el puntero del ratón sobre la misma, mediante un icono característico. Siempre es más cómodo poderlo hacer a simple vista, pero se agradece la solución que han sabido dar al problema.

En adición, los efectos son magníficos. Los bombardeos erosionan el campo de batalla, siempre vivo por el constante ir y venir de tropas. Las unidades se protegen en refugios o en las zanjas, donde son capaces de devolver el fuego enemigo. Las animaciones son más que correctas, y bastante realistas.

El sonido no tiene grandes defectos. Todo aporta gran realismo a la partida, y marca un ritmo de intensidad característico en la saga Sudden Strike. El título cuenta con voces dobladas al castellano, igual que los textos, pero las unidades serán escuchadas en su propio idioma, ya se a alemán, francés, inglés o ruso.

Por todo esto, podemos asegurar que nos encontramos ante uno de los simuladores más realistas e intensos sobre la II Guerra Mundial. Digno sucesor de la saga, Sudden Strike III bien puede otorgarnos grandes momentos de entretenimiento, mientras dirigimos, con nuestros actos, el rumbo de la historia.

- Grandes e intensos combates.
- Buen nivel de detalle gráfico.
- Sistema de juego realista.

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.