Street Supremacy
- PlataformaPSP4
- GéneroConducción
- DesarrolladorGenki
- Lanzamiento29/09/2006
- TextoEspañol
- EditorKEPD (Konami of Europes Product Development studio)
Carreras ilegales en Akihabara
Las calles de Tokyo y otras ciudades importantes japonesas se llenan de los conductores ilegales más peligrosos en esta nueva apuesta de Genki y Konami para la portátil de Sony, con licencias oficiales, muchas opciones de tunning y un inusual estilo jugable al más puro juego de rol. Cargando multa
Como en muchas otras ciudades metropolitanas, las calles de Tokyo cuentan habitualmente con carreras ilegales entre las bandas urbanas más importantes seguidoras de esta tendencia. Entre las variadas sagas desarrolladas en el país del Sol Naciente que han retratado estas frenéticas apuestas por la velocidad destaca principalmente Shutokou Battle, más conocido en occidente como Tokyo Xtreme Racer, la apuesta más importante del equipo Racing Project de los japoneses Genki.
Street Supremacy (PSP) |
En Europa sólo hemos podido disfrutar de su único capítulo para Game Boy Advance pero en Estados Unidos, y principalmente en Japón, la saga cuenta con bastante renombre y popularidad con entregas en DreamCast (las dos primeras), PlayStation 2 (Zero, 3 y DRIFT) y Xbox 360 (X, que recientemente ha llegado a nuestro mercado con el nombre de Import Tuner Challenge).
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Para su debut en la portátil de Sony, Konami, sus editores fuera del país nipón, han preferido nombrar a Tokyo Xtreme Racer: Zone of Control como Street Supremacy aunque esto no dista a que ofrezca una experiencia equivalente a las versiones de las consolas domésticas, si bien el resultado cuenta con algunos defectos importantes. Descubramos esta nueva apuesta dentro de la conducción arcade.
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Introducción
Como todos los capítulos anteriores de la mencionada saga, Street Supremacy se ambienta única y exclusivamente en carreteras o autopistas japonesas, ofreciendo en esta ocasión cerca de 220 kilómetros reales de Tokyo, Yokohama, Osaka y Nagoya, las cuatro ciudades más importantes del país nipón. La sensación de realismo está muy conseguida, con los monumentos más importantes, tráfico real y un atractivo ambiente nocturno.
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En total, el juego nos permite conseguir hasta casi 150 modelos reales (25 disponibles en un principio) de las quince marcas japonesas más conocidas como Nissan, Volkswagen, Mercedes-Benz, GM, Toyota o Ford mientras que las piezas de modificación, agrupadas en hasta ocho pasos, no son reales pero están basadas en las más conocidas, pudiendo ajustar parámetros como el motor, frenos, llantas, neumáticos, alerones, tubos de escape, color de las ventanas, nivel de transparencia, luces, altura, pintura y un largo etcétera.
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Los modos de juego disponibles son los típicos del género, contando desde el principio con Team Rumble, Time Attack, Vs Battle, Replay Theater y Multiplayer aunque el más importante es el primero, ya que los demás, como sus nombres indican, sólo son simples carreras Contrarreloj o contra uno o varios adversarios manejados por la máquina o bien por otro usuario; excepto Replay Theater, donde podemos observar los vídeos de las carreras que hayamos grabado en las otras modalidades.
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El objetivo del modo Team Rumble es, a priori, bastante sencillo: convertirse en el líder de las bandas callejeras de las cinco áreas disponibles. Para ello hay que superar cerca de 390 rivales diferentes, agrupados en numerosos clanes, aunque casi todos los enemigos se comportan de manera muy parecida, con pautas de inteligencia artificial demasiado básica y predecible.
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Las carreras se basan normalmente en enfrentamientos individuales o en grupo de hasta cinco corredores por banda, pudiendo elegir a nuestros compañeros de aquellos que hayamos superado previamente. Conforme vayamos ganando carreras conseguimos aumentar nuestro nivel de experiencia y dinero, para mejorar nuestro vehículo o adquirir uno nuevo.
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El desarrollo es bastante interesante ya que hay que conquistar y defender las diferentes zonas de las cuatro ciudades del juego retando a los rivales, marcados todos ellos por un nivel de experiencia, para así atenerse a las consecuencias. Como es de esperar, los jefes de las diferentes bandas, que al superar conseguimos a todos los miembros de la misma, son los más complicados de batir aunque pueden son un poco escasos.
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Por otra parte, también hay que estar atento a las zonas adquiridas ya que podemos sufrir el ataque de otra banda rival o de los denominados Wanderers, pilotos que no pertenecen a ningún clan y no es necesario derrotar para completar la historia pero que al hacerlo habilitamos su vehículo para comprar. No obstante a las pocas carreras el juego se tornó demasiado repetitivo y aburrido, principalmente por los largos tiempos de carga y la propia mecánica de los enfrentamientos.
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Aspectos técnicos
Gráficamente el título no sorprende demasiado aunque los coches están bastante bien detallados y los circuitos son un calco a los reales. Todos están basados en lugares japoneses bastante famosos pero a la larga se hacen muy repetitivos y con un bajo nivel de detalles. No hay ningún tipo de deformaciones y de los tres tipos de vista el más jugable es el trasero aunque se sitúa un poco cercano al chasis del vehículo.
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Además todas las carreras se desarrollan exclusivamente en horario nocturno por lo que la línea de horizonte es muy cercana y difuminada mientras que los vehículos que circulan libremente aparecen un poco tarde, en ocasiones incluso a un palmo de nuestro coche, mostrando además un modelado demasiado sencillo, con texturas bastante sencillas y demasiados reflejos en la carrocería.
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Las animaciones de giro, aceleración o choque contra otro corredor son muy simples y la sensación de velocidad es bastante baja, dado que no hay mucho tráfico y los coches no giran del todo bien aunque a medida que adquirimos mejoras este efecto se mejora parcialmente. Además todas estas modificaciones, ya sean decorativas o de motor, se muestran con un considerable nivel de detalle aunque son muy parecidas.
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En el aspecto sonoro encontramos cerca de veinte temas electrónicos de grupos bastante conocidos por el público nipón pero desconocidos por estos lares, con melodías variadas pero algo escasas mientras que los efectos sonoros cumplen básicamente aunque hay ciertos momentos en los que sólo se emite por uno de los altavoces. Lástima que los numerosos tiempos de carga tengan el mismo sonido ya que es un aspecto que consigue hartar a cualquiera.
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Jugabilidad
El control de todos los vehículos del juego no varía en exceso y es muy sencillo de manejar, con las funciones básicas del género aunque el giro no funciona correctamente y en muchas curvas hay que frenar demasiado para no estrellarse contra alguna pared. El título es puramente arcade por lo que podemos derrapar sin miedo, rozar con los otros rivales o las vallas para no perder velocidad y un largo etcétera aunque la gran mayoría de carreras terminan a los pocos minutos.
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Esto es debido principalmente al propio desarrollo de la modalidad principal, dado que podemos acabar fácilmente con la paciencia de los diferentes rivales situándonos detrás de ellos 'a rebufo' consiguiendo disminuir su barra de tensión aunque también ellos pueden hacerlo a nuestro vehículo, por lo que una buena estrategia puede conseguir derrotar a cualquier contrincante.
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La idea en sí es muy buena y original aunque la puesta en escena no es totalmente correcta ya que cualquier fallo en la conducción o choque contra el tráfico hace que perdamos mucha ventaja dada la alta dificultad de muchos contrincantes. Además, los circuitos se pueden hacer en muy poco tiempo ya que la gran mayoría son muy cortos y sencillos, durando poco más de uno o dos minutos si no conseguimos sacar de quicio antes al enemigo.
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Aquí es donde se encuentra el principal fallo del título, la mínima duración de las carreras junto con los largos y repetitivos tiempos de carga, presentes antes y después de cada enfrentamiento (con una duración de treinta/cuarenta y diez segundos respectivamente), al elegir una acción en cada menú (cerca de cinco a diez segundos) y al realizar cualquier modificación de 'tunning' en nuestro vehículo (cerca de ocho), haciendo así que una carrera de poco más de un minuto tenga un tiempo de carga casi equivalente.
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También existe en algunas carreras la opción de activar el resultado preliminar pero en muchas ocasiones puede resultar más tardío que las propias carreras y sus correspondientes cargas ya que realizarlo normalmente se estima en dos a tres minutos simplemente pulsando el botón principal. Las demás modalidades no se salvan de esta, muchas veces irritante, tiempo de carga ya que para realizar una simple carrera arcade o contrarreloj se puede estar fácilmente esperando casi un minuto.
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El modo multijugador, con posibilidad de un simple enfrentamiento contra otro usuario mediante conexión ad-hoc (cada uno con su propio UMD), simplemente no funciona como debería. No sólo porque la conexión se pierde muy habitualmente o los tiempos de carga son también bastante largos (cerca de 40 segundos) sino por la propia comunicación entre las dos portátiles.
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Observando el transcurso en cada una de las consolas se puede ver que el juego tarda cerca de tres segundos en mandar la información, por lo que la carrera en sí no es nada real y su propia resolución más bien incierta ya que mientras que en una carrera un piloto puede haber terminado con éxito, en la otra su rival puede estar delante del anterior y todavía a treinta metros de la meta.
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Mediocre
Podía ser pero no ha sido y tras pasar unos breves minutos con él quedará archivado en la estantería para no jugarlo nunca más. No lo compres, no digas que no te lo advertimos.