La jugabilidad intacta a pesar de los años.

Cuando salió el primero de los títulos de esta saga, allá por la década de los noventa, las cosas no eran como lo son ahora. No había máquinas tan potentes, los gustos de los consumidores no cambiaban tanto como lo hacen ahora y el mundo del videojuego no evolucionaba tan rápido como en estos tiempos.

Lo que si demostró en aquellos tiempos el Street Fighter fue que su altísima jugabilidad no conocía barreras de edad, sexo o condición entre jugadores de todo el mundo. Y a cada avance o cambio de gustos en el mundo del videojuego era seguido por una nueva entrega de Street Fighter que acogía los cambios y las sugerencias de los expertos jugones de este título.

Como no podía ser menos, hasta nuestras manos llega una nueva entrega, y en su título (PLUS) ya tenemos claro lo que se nos viene encima: más jugabilidad, más acción, más modos de juego, más juegos extra, más opciones, más movimientos, más efectos, más personajes, más polígonos, etc.

El mejor Street Fighter ya está aquí. El más de lo más. 28 personajes en total, de los cuales cuatro permanecerán ocultos hasta que nos los ganemos a golpes.

Como personajes secretos destacamos la aparición de Shadowgeist, un tipo bastante feo, y la reaparición (o reentre) de Garuda. Desaparecen de la escena Sakura y Akuma. Y sigue sin dar señales de vida Honda.

Los nuevos personajes son: Nanase, una jovencita armada con un bo; Area, una skater que lleva acoplado un guante cibernético con el que hará mucha pupita; Volcano Rosso, un tipo que controla las fuerzas de las entrañas de la Tierra; y por último Sharon, una damisela que cuando se le ponen las cosas feas hará uso de un buen revolver.

Los chicos de Arika parece que se han estirado esta vez y, según reza la publicidad de Capcom, han exprimido al máximo el potencial de la pequeña gris de Sony. Renovarse o morir. Y Arika a optado por una renovación liviana.

Y es que pocos juegos de lucha han resistido tan bien el paso de los años como lo ha hecho este título, pero al final llego la hora de hacerse un "lifting", meterse en el gimnasio y rellenar de polígonos esos cuerpos musculosos. Con ello han conseguido dotar los de un aspecto mucho más consistente.

Pero la sensación de 3D es sólo eso, una sensación, un pseudo-3D, una ilusión que dota a los luchadores de polígonos y formas pero que sigue encorsetando al juego en un campo de lucha lineal, a izquierda y derecha, y viceversa. Aunque quizás esto se mantenga por ser santo y seña de esta saga, porque sino ya no sería Street Fighter.

En el momento en el que se ejecuta un ataque Excel, todo se vuelve oscuridad. A partir de ese momento disfrutaremos (o sufriremos) del ataque en todo su esplendor, ya que durante éste se desplegará toda una suerte de efectos visuales impresionantes, que pueden resultar de lo más espectacular.

El apartado musical destaca más por la variedad que por la calidad de las composiciones. Unos ritmos bastante puestos al día pero que dan la sensación de haber sido compuestos para ser escuchados en otra máquina y que se han transportado a la gris de Sony a toda velocidad y sin tiempo para adaptarlos a los mínimos exigibles.

Más de veinte melodías que nos acompañarán durante todo el juego a través de los combates menús y submenús que tiene el juego.

Mucha variedad y escasa calidad. Aunque "en pensando bien" quizás esta escasa calidad de la música esté pensada para transportaron mentalmente hacia los primeros tiempos del Street Fighter.

Los efectos especiales se limitan a los gritos que pegan nuestros luchadores, los golpes que dan (y los que reciben) y los golpes y movimientos especiales. Todo parece haberse quedado atascado hace mucho tiempo.

En este apartado parece que no avanza (o que no quieren avanzar) y que siempre conserva ese olor a década de los noventa, cuando las recreativas estaban llenas de máquinas que contenían este juego y esperábamos ansiosos la conversión a otras plataformas que ahora son sólo un recuerdo.

JUGABILIDAD

Si algo ha caracterizado a la serie Street Fighter es su enorme jugabilidad. Quién más quién menos conoce los golpes exclusivos de algún personaje (y con eso vamos tirando algunos). Otros, en cambio, se conocen a la perfección los golpes más secretos de todos y cada uno de los luchadores.

Se han introducido nuevos ataques, los ataques Excel, durante lo cuales, por unos pocos segundos, seremos capaces de golpear a toda velocidad a nuestro rival con una libertad finita (por culpa del tiempo) para encadenar golpes y combos.

A los modos tradicionales de Arcade, el completísimo modo de Práctica (Normal o Trial, en el que nos van pidiendo golpes y tenemos que ejecutarlos un número determinado de veces) y Versus (en sus dos disciplinas, individual o por equipos) se une ahora el modo Director.

Este nuevo modo de juego consta de tres partes: En la primera de ellas nos dedicamos a pelear en un combate con los personajes que nosotros escojamos. Este combate queda grabado y en una segunda fase somos nosotros los que tenemos la posibilidad de editarlo fotograma a fotograma para añadir efectos especiales, así como usar distintos tipos de cámaras o manejar el zoom a nuestro antojo.

Los bonos en el modo Arcade vuelven a hacer su aparición y nos propondrán diferentes pruebas que van desde la rotura o destrucción de objetos hasta una pelea con nuestra mismísima sombra.

Por otro lado desaparecen del mapa los modos Survival y Time Attack.

También aparece un minijuego consistente en destrozar barriles que van siendo lanzados contra nosotros y que precisan de toda nuestra habilidad en el control de todos los golpes para superarlo con notable éxito por nuestra parte.

En la sección de Base de Datos podemos guardar los mejores resultados, el ranking de luchadores y como han quedado las partidas en modalidad VS.

Las opciones de juego nos dejan configurar totalmente las peleas para poder jugarlas como más nos plazca.