
Street Fighter Anniversary Collection
Empiezan a pesarte los años, Ryu...
El padre de los juegos de lucha tal y como los conocemos en la actualidad cumple años. Street Fighter ya tiene 15 primaveras y Capcom, para conmemorar tan magno acontecimiento, ha decidido lanzar al mercado un pack compuesto de dos títulos que recogen lo mejor se la serie: Hyper Street Fighter II y Street Fighter III Third Strike.

Y es que los 90 fueron la década más fructífera en lo que respecta a juegos de combates 1 vs 1 en 2D. Aunque al principio el dominio de Capcom fue acaparador, SNK se sumó al carro, y ambas compañías mantuvieron un interesante duelo en el que intentaban superarse mutuamente en aspectos como número de combos, tamaño de personajes o personalidad y carisma de los protagonistas de las historias que sustentaban sus juegos. Esta rivalidad casi mítica originó uno de los juegos 2D más apreciados por los fans del género, Capcom vs SNK, el cual ha llegado a consolidarse como saga independiente.


g r á f i c o s
Atrás quedaron los tiempos en los que las consolas tenían que ser estudiadas al milímetro para poder ofrecer una conversión de calidad de las recreativas más deseadas. Ahora, en la mayoría de los casos, son las máquinas de los salones las que van un paso por detrás de los sistemas de entretenimiento doméstico. Pero en la década de los 90, cuando Street Fighter era la recreativa que partía moldes en todo el mundo, los poseedores de Super Nintendo y, posteriormente, los de Megadrive se dieron con un canto en los dientes por poder jugar con Ryu, Ken y compañía en sus hogares, aún a costa de una notoria pérdida gráfica.



s o n i d o
Quien haya jugado la recreativa original de Street Fighter 2 y diga que no siente algo especial cuando escucha alguno de los temas de los escenarios es que realmente está perdiendo el tiempo al jugar a la consola. Las canciones de Third Strike no tienen la misma carisma, pero cumplen su cometido a la perfección, además de permitirse el lujo de incluir temas dance cantados. En cuanto al resto de fxs, las voces digitalizadas de ambos títulos son el perfecto ejemplo de la evolución que ha sufrió el apartado sonoro de principio a fin de la década de los 90, sirviendo de documento histórico. Salvando las diferencias, los apartados de ambos títulos recogen a la perfección el espíritu de los salones recreativos.

Street Fighter style
Cada personaje tiene sus propios movimientos especiales, los cuales completan un catálogo de golpes que, hoy en día, puede llegar a parecer muy limitado, pero que por aquel entonces constituyó una referencia obligada para los juegos que estaban por llegar. Ahora, títulos como Soul Calibur, Tekken o el quasi simulador de lucha Virtua Fighter cuentan con catálogos de golpes muy extensos, pero la fórmula empleada por Street Fighter, sigue igual de válida que siempre.

La plantilla de luchadores es casi totalmente diferente en ambos juegos. Y es que mientras que en Hyper Street Figther II se incluyen los clásicos de la franquicia, como Blanka, Balrok o Honda, en Third Strike se da paso a otros, algunos inéditos y otros rescatados de títulos de Capcom, como Hugo de Final Fight. Eso sí, los clásicos Ryu, Ken, Chun Li, Akuma y alguno más repiten presencia, aunque estrenan modelito para la ocasión.


x b o x l i v e
La principal gracia del pack es que permite jugar a través del servicio online de Microsoft a ambos juegos, posibilitando combates contra los mejores jugadores de Street Fighter del mundo. Así que antes de presumir tanto con vuestros colegas de que sois los números uno controlando a Guile y compañía, mejor echaros unas partiditas por Live, a ver si después continuáis siendo tan gallitos...
l o m e j o r
- Una jugabilidad a prueba de bombas.
- Poder jugar online.
- Incluye la película animada Street Fighter.
l o p e o r
- ¿Un recopilatorio de Street Fighter con sólo dos juegos?
- Su precio.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.
