Hombre rico, hombre pobre

No hay duda que el afán de lucro es el principal motor de toda industria, así que la idea de partida de este juego parece, en principio, atractiva: crear tu propia empresa informática y hacerte con el control del mercado mundial. Hasta aquí, todo parece tan ambicioso como difuso: es necesario algo más que el gusanillo de la ambición para que un juego triunfe.
Start-Up, que literalmente significa en español "empezar a funcionar", nos presenta como el máximo responsable de una empresa con dinero pero sin producto. Éste lo debemos elegir entre 2: videoteléfonos o consolas de juegos, puesto que un tercer producto (o nivel), la Cyber-TV, no está disponible hasta haber ganado los anteriores 2 escenarios. Este es el primer punto negativo del juego: pese a que en la caja ponga que puedes crear más de 3.000 productos o se han equivocado en la traducción o es una manipulación comparable a las noticias de Telefónica en TVE: cada producto se compone de 4 componentes (pantalla, controlador, sistema operativo y batería, por poner el ejemplo del videoteléfono) que son mejorables a través de la investigación o la compra a otras compañías. Si el resultante son 3.000 pues... qué bien, pero en pantalla no hay diferencia ni gráfica ni de otro tipo.

Descripción general:
Una vez decidido qué producto vamos a vender, hemos de crear toda una infraestructura para que ello sea posible: en el departamento de investigación y desarrollo nos encargaremos de diseñar y crear los componentes de nuestro producto, en el de producción simplemente fabricaremos en serie dicho artículo, en el departamento de marketing se centralizan las ventas, las relaciones públicas y las campañas de publicidad, y el departamento de administración, que se ocupa de la contratación de empleados y la relación con bancos e inversores, por ejemplo.
Cada uno de estos departamentos, con varios puestos en cada uno, ha de contar con personal e instalaciones, así que, al modo de Theme Hospital, hemos de contratar empleados y comprar maquinaria, así como controlar los sueldos y los descansos de los trabajadores. Éstos se cansan, te roban, se despiden si no están contentos... ¿A que parece muy completo? Cierto. Disponemos de nuestra propia "central" de noticias, un Wordpad capaz de enviarnos videoconferencias, e-mail, acceso a todos los mercados mundiales, competencia con otras empresas, créditos, inversiones en bolsa... ¿dónde está el problema? Pues que no se ve lo que hacemos, ni a éste ni a otros niveles. Ese es el gran problema y motivo de la baja nota del análisis: lo que hacemos, ordenamos o esperamos obtener no se refleja a simple vista. Tampoco se pide que te suene una música diferente cada vez que hacemos algo, tipo Caesar 3, pero bueno, algún aviso, clic, mensaje... nada. ¿Que te hartas de contratar empleados? Nada. ¿Que pides al banco el máximo crédito y no produces ni un mal joystick? Da igual. Cuando llegue el momento (el final del año fiscal), el clásico "prueba NO superada" y a la calle. Así, de repente, resulta que eres un inútil y que no has vendido un colín.... ¿no tenemos una docena de asesores, consultores, consejeros y directores de departamento? ¿y qué hacen?.
 
Vamos, a ver si acabo de explicarlo: en un juego de carreras es como si en cuanto se pone el semáforo verde, la siguiente imagen es la bandera a cuadros, o la negra, según el caso. No ha existido carrera, hagas ajustes de motor, cambies a los mecánicos... Ah, lo mejor de todo: como suponéis, yo no he podido llegar a ganar el juego, pero es que son ¡3 niveles! Es decir, el de comienzo, otro más y un tercero si se superan los dos primeros. Bastante pobre. 

Audio/Vídeo:
Hay una musiquilla que apenas se siente (como el hilo musical de los ascensores de las empresas...) y algún sonidito en los mensajes, aparte de algún que otro mensaje hablado que no está mal. En cuanto al vídeo, ni hay nada destacable ni tampoco se puede pedir un escenario 3D con las curvas de Quake 3 o un juego de este tipo. Se echan de menos los rótulos que se activan en la mayoría de los juegos cuando el ratón se queda sobre el icono.

Guión:
Diseñar y vender tu producto. Dominar los aspectos técnicos, comerciales y la dirección de plantilla. Acabar a los 5 años siendo el líder del mercado.  
 
Estrategia y trucos:
Quién sabe. Se supone que es mejor crear tu propia tecnología a tener que comprársela a los rivales. Se supone que tener un buen equipo de marketing debería ser bueno. Se supone que ganar mucho dinero y deber poco. Desde luego, el juego no lo dice.
En cuanto a trucos, he buscado las stock options, pero no aparecen...

Estos trucos o consejos son los que había disponibles el 22/01/00 Si no encuentras lo que buscas, pasa por la sección de TRUCOS.
 
Jugabilidad:
Toda o ninguna según se mire. El interfaz no es fácil de entender pero tampoco abruma, aunque hay opciones muy mejorables en la gestión de los trabajadores, como la creación de nuevos puestos de trabajo, o la movilidad de los empleados. Pero lo cierto es que nos podemos pasar un par de horas haciendo cosas sin que haya un triste aviso de problemas, o una evaluación regular (¿recordáis Sim City?).   
 
Comparándolo con...:
Directamente, podría compararse con Capitalist Pig, pero no deja de ser un sim con el guión de la empresa, así que los citados Sim City, Caesar o parecidos no son comparables. Tiene sus animaciones, sus menús, sus tablitas... nada para tirar cohetes.
Lo bueno:
La idea: nada más actual que intentar ser el empresario número 1 de las telecomunicaciones. ¿Cuándo se decidirá Polanco a sacar una consola?
También es de alabar el que todo está traducido completamente y con pulcritud.

 

Enlaces o Links:
No existe una página oficial del juego, pero la compañía sí tiene su página: www.montecristo-multi.com, así como una dirección e-mail para comentarios, dudas, etc.: tech.support@montecristo-multi.com 
 
Manual:
En español, completo y detallado. Incluso dan un par de trucos al final, como premio a aquéllos que se lo acaben. 
 
Equipo necesario:
Win 95/98. Pentium 120 o equivalente, 24 Mb de RAM y 90 en disco; tarjeta SVGA con 2 Mb y DirectX 6.1 o superior. Vamos, al alcance de cualquiera.