Spore Creatures
- PlataformaDS6
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorMaxis
- Lanzamiento05/09/2008
- TextoEspañol
Moldeando engrendros
La visión de Will Wright sobre los videojuegos nos ha regalado varios grandes títulos. Los Sims es un ejemplo, al que se le suma Spore, un sobresaliente título de PC. Ahora, llega a Nintendo DS la versión 'pequeña' y portátil del aclamado creador de monstruos. Una versión que, aún con todo, mantiene la cabeza alta y sabe cómo centralizar sus puntos fuertes.
Hablar de Will Wright es dar información sobre uno de los pocos nombres que, dentro de la industria, verdaderamente se preocupan por llevar más allá las fórmulas de juego y convertirlas en algo que nadie podía imaginar. Padre de Los Sims, cuya saga ha vendido ya más de 100 millones de juegos en total, también es la mente tras SimCity y el director a cargo del estudio Maxis, propiedad de Electronic Arts.
Su última creación, Spore, ha sido durante años uno de los juegos más esperados por los usuarios de PC, y la expectación generada se ha visto cumplida perfectamente con la llegada a los comercios del título. Toda la prensa especializada se ha volcado, otorgándole notas altísimas, calificándolo con la excelencia. Desde MeriStation le otorgamos ayer mismo un 9.5/10, dejándolo sólo a un paso de la calificación máxima, Obra Maestra.
Cuando un juego así llega al mercado, lo único que puede hacerse es asumir el nuevo clásico y disfrutarlo al máximo. Pero Spore no llega solo. Al título de PC se le une este Spore Creatures para Nintendo DS, también creado por Maxis y que pese a no seguir a rajatabla el sistema de juego de su versión para PC, sí que recoge en parte algunos de los grandes atractivos del mismo: su característico sentido del humor y su editor de personajes.
La edición es sencilla: seleccionar el tipo de parte' en la zona izquierda y arrastrar hacia la zona deseada. Un punto a favor es que la criatura cambia totalmente según donde coloquemos la pieza'. Si le ponemos un ojo en la espalda, se quedará ahí, sin obligarnos necesariamente a ponerlo en la zona más coherente. Esto genera una sensación de libertad bastante amplia, pues con las pocas opciones que hay al principio del juego, ya se permite la creación de cosas ciertamente curiosas.
Este añadido cobra fuerza, puesto que no está simplemente de forma testimonial, sino activa. Cada una de las partes de la criatura tiene una serie de características o atributos que afectan en todo momento al monstruo. Por ejemplo, unas patas traseras largas pueden dar mucha defensa al elevar el cuerpo de la criatura, algo que unas más bajas no lograrían. Lo mismo ocurre con los brazos, así como los diferentes añadidos que pueden ponérsele a la criatura, mejorando la fuerza, defensa, velocidad, etcétera.
Y esto se convierte en un arma de doble filo, pues tiene una gran ventaja y un problema importante: la libertad es relativa. Podemos crear un monstruo estéticamente genial, pero a la hora de la verdad estamos obligados en todo momento a crear una criatura con unas características concretas para ir superando la aventura. Esto se da debido a que la única forma de potenciar los atributos, además de subiendo de nivel como en cualquier RPG -esto es, aumentando la experiencia- es ponerle nuevas partes a la criatura.
Si queremos crear una simple rana, será imposible pasarse el juego, puesto que algunos enemigos tienen mucha defensa y se nos obliga a aumentar la fuerza para poder derrotarlos. Esto no es un fallo, pero sí echa por tierra esa sensación de poder crear lo que queramos, dado que no es así al 100%. Este cambio constante de la criatura no es un problema más allá de los fanáticos del diseño, pero sigue siendo puntualizable por lo previamente comentado.
Los combates son otro punto que Maxis no ha sabido exprimir con mucho acierto. Se realizan mediante la zona táctil, acercándonos al enemigo y seleccionando el botón de ataque. Únicamente tenemos que hacer cortes' en la pantalla para atacar al enemigo, todo esto permitiéndose que nuestro personaje se mueva por una zona de combate reducida, completamente en tiempo real. El sistema funciona pero no demasiado bien, con una respuesta algo lenta, a lo que tampoco ayuda una cámara que no es precisamente amigable.
Sobre las opciones multijugador, tampoco ha sido el elemento más estudiado de Maxis, puesto que sólo se nos permite acceder al WiFi Connection para compartir nuestras creaciones con el resto de usuarios. Pero en lugar de poder usar la criatura de alguno de nuestros amigos, únicamente podemos cargarla en nuestro cartucho y dejar que la máquina la controle como si se tratase de un simple NPC de los que nos acompañan de vez en cuando.
Gráficamente es un juego digno, pese a lo que parecía por las capturas de pantalla. El juego luce bien, mezclando animaciones 2D y fondos tridimensionales, con un look gracioso para las criaturas. Considerando la cantidad de posibilidades que hay para la creación de personajes, y que dependiendo de dónde pongamos cada trozo' la animación varía y el modelado completo cambia, el estudio ha hecho un más que meritorio trabajo, algo extensible a una BSO alegra y más que correcta.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.