Mi Reino por un Streets of Rage

g  r  á  f  i  c  o  s
Guiño DeCero
Hay mucho del apartado visual que recuerda a los juegos de la gran Dreamcast. Incluso se podría decir que evoca en detalles al remake de Shenmue 2 realizado para la máquina de Microsoft. Texturas repletas Bump Mapping -por lo menos las correspondientes a los escenarios-, videos pregrabados en una resolución menor a la ofrecida por el motor gráfico del juego en sí... Toques muy DCeros que puede que hagan soltar alguna lagrimilla a los más melancólicos del lugar.

Pandora closed
SpikeOut no está aquejado de males visuales como la aparición repentina de objetos gráficos o Popping. Su robustez gráfica es sin duda la principal virtud de un apartado que, por otra parte, se muestra reacio a los virtuosismos. Aviones que realizan pasadas o bandadas de pájaros son de los pocos detalles especialmente remarcables. Los personajes están correctamente animados, y presentan un tamaño más que razonable, aunque en cuanto a diseño y acabados no estén a un nivel destacable, más bien al contrario...

s  o  n  i  d  o   f  x
Las voces están en inglés y, además, el trabajo realizado por los actores anglosajones la verdad es que no es precisamente para tirar cohetes. Por lo menos se incluyen unos subtítulos en castellano. Lo mejor del apartado son los efectos especiales con los que se recogen los golpes - aunque quizá en ocasiones están desprovistos de ese punto de contundencia tan necesario en estos casos - y el impacto de los objetos con los diferentes elementos de los escenarios.

m  ú  s  i  c  a
Un apartado muy de recreativa que consigue ambientar la acción a la perfección. La experiencia es un grado, y Sega ha sentado algo más que una cátedra en el sector de las coin-ops. Os sentiréis como si os encontraráis en vuestro salón recreativo preferido. Si disponéis de un sistema de sonido 5.1, no tengáis miedo a subirle el volumen. Igual hasta se animan vuestros vecinos y os piden echar unas partidas al escuchar tamaño estruendo...

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
Fácil de controlar, SpikeOut se puede manejar perfectamente con un par de botones, incluso con uno sólo, el de golpear. Eso sí, para poder realizar todos los movimientos necesitaréis utilizar la totalidad del mando de Xbox. Los amantes de los Virtua Fighter y demás pseudo simuladores de lucha quizá se encuentren perdidos, pero los fans de Street Fighter y compañía se sentirán como en casa. Vale, no es como poder jugar con una mano a DOA Xtreme Beach Volley, pero podréis jugar perfectamente sin echar un vistazo al manual de instrucciones. Que en los tiempos que corren no es poco.

De lo que va el asunto
La forma de superar los niveles no podría ser más sencilla ni tópica. Puzzles, laberintos o enigmas de gran complejidad aquí no tienen razón de ser, de lo que se trata es de golpear más que nadie, evitando además que os zurren y agoten vuestra barra de energía, lo que provocaría que tuviérais que recomenzar a jugar el mismo nivel. Las pantallas estarán repletas de enemigos, y será tarea vuestra el ir liquidando a cuantos adversarios os salgan al paso. Como mandan los cánones más tradicionales, al final de cada fase habrá un tio más pesado de lo habitual o Final Boss, al que tendréis que repartir una dosis extra de galletas para hacerle entender que realmente estáis interesados en acceder al siguiente nivel. Y eso es todo. ¿Fácil, verdad? Bueno, quizá no tanto, pero simple, sí que lo es un rato.

c  o  n  c  l  u  s  i  ó n
¿Veredicto?
SpikeOut: Battlestreet es un juego entretenido que puede haceros pasar unos buenos ratos recordando las horas y horas que invertísteis en los salones recreativos jugando a Final Fight y en vuestro salón echándole kilómetros a los Street of Rage. Es cierto que el título de RD 2 carece del carisma de los juegos anteriormente citados, pero en estos tiempos que corren la verdad es que ya casi habíamos perdido la esperanza de encontrarnos un título con ese sabor a coin-op que nos permitiera acabar con cuantos tipos malos se nos pusieran por delante. Y poco más. Porque el escaso atractivo de la última producción de Sega se evaporará a las pocas partidas. Y hacerse con un juego así teniendo en cuenta su precio, es poco menos que una extravagancia. Aunque allá cada uno...