Evita que maten a Kenny

Si bien a día de hoy no suena con tanta fuerza, hace unos diez años South Park supuso toda una revolución. La serie, creada en 1997 por Trey Parker y Matt Stone, sentó cátedra en la pequeña pantalla por su atrevimiento, valentía y, en cierto modo, mal gusto. Centrada en las aventuras de cuatro niños en su ciudad (que daba nombre a la serie), pronto se convirtió en un éxito y Cartman, Kyle, Kenny y Stan pasaron al día a día, al imaginario colectivo.

No tardaron en expandirse a otros sectores. Al margen de protagonizar un largometraje, dieron el salto a los videojuegos con productos en su mayoría mediocres de los que, como mucho, podía decirse que al menos conseguían captar el sentido del humor (negrísimo) de la serie. Un shooter, un pinball, un plataformas e incluso un juego de karts en la tradición iniciada en su momento por Mario fueron sus acercamientos al ocio electrónico. Y ahora, regresan, volviendo a cambiar de género y adaptándose a uno de los más recurrentes: los 'tower defense'.

Bajo ese nombre se agrupan los juegos centrados en defender una base de oleadas de enemigos, utilizando para ello torres o diferentes unidades. No es el primer título del género lanzado en Xbox Live Arcade: Crystal Defenders y Defense Grid le precedieron. Ni qué decir con respecto a otras plataformas, donde ya se encuentran verdaderos clásicos del 'subgénero', como Ninjatown o Lock's Quest en Nintendo DS. South Park Let's Go Play Tower Defense lo tenía complicado para despuntar y, lamentablemente, se queda a medio camino.

Jugabilidad
Habría que explicar un poco más el funcionamiento de los 'tower defense' para aclarar cómo funciona South Park LGPTD: básicamente nos encontramos con un título de estrategia en tiempo real, en el cual con unidades o torres debemos acabar con oleadas de enemigos que aparecen de uno o varios sitios del mapeado. El escenario es pequeño, limitado, y tenemos que evitar que los rivales lo atraviesen: en ese caso perderemos la partida, del mismo modo que si somos alcanzados por ellos con nuestros personajes (si tenemos más de uno, lo intercambiaremos).

La base es muy simple, y eso es quizá lo que más daño le hace. Hay que aclarar que pese a todo, encontramos algunas cosas atractivas en esta nueva revisión del género, siendo la más interesante de todas la 'historia' que se nos va contando en cada uno de los once niveles que forman la campaña principal del juego. A lo largo de la misma podremos ir controlando a varios personajes de la serie South Park, comenzando con Stan para seguir con Cartman, Kyle o Kenny, así como otros miembros de la escuela del grupo protagonista, como Butters o Wendy. En total, habrá quince diferentes.

Cada uno cuenta con atributos diferenciados: Stan, por ejemplo, es capaz de lanzar bolas de nieve muy rápido pero no son especialmente dañinas, mientras que Cartman es todo lo contrario: contundente pero lento. Lo mismo se aplica a Kenny y el resto. Para diferenciarlos aún más, cada uno -de los quince- cuenta con un ataque especial, una especie de 'límite' que se activa cuando una barra de carga llega al máximo y que, por lo general, barre la pantalla de enemigos: Cartman invoca fuego y quema a los enemigos en pantalla, Kenny es capaz de convertirlos en monedas, etcétera.

Y hablando del dinero, como en la vida real, es clave para poder seguir avanzando. Desde el principio del nivel -y a lo largo del mismo, en tiempo real- podemos crear torres que nos sirven para frenar a las oleadas, hasta un total de ocho que iremos desbloqueando progresivamente, cada una más potente que la anterior. Pero claro: crearlas cuesta dinero, y mejorarlas hasta el nivel máximo… también. Las hay de todo tipo, desde la más básica, que lanza bolas de nieve a toda velocidad, hasta un láser o una máquina de fuegos artificiales que funciona a modo de misiles dirigidos. La estrategia se adapta también aquí: unos enemigos son más débiles a unas que a otras, así que cuales creemos deberá basarse en la lógica y en saber jugar con las debilidades y resistencias de las oleadas.

En cada nivel nos enfrentaremos a varios grupos de enemigos, en rigurosos turnos: primero vendrá una y, cuando la eliminemos -o en un tiempo determinado si somos muy lentos- llegará la siguiente. El 'bestiario' es sencillamente hilarante, fauna procedente de la serie y que arranca carcajadas por la osadía de haberlos incluidos. Olvidad caballeros con espada, dragones, monstruos gigantes o soldados de alto rango. Aquí los enemigos son niños pelirrojos, 'jipis', vacas, gnomos, alumnos de 6º grado, mongoles, zombies, gente sin techo, demonios, terroristas e incluso vacas. ¿La forma de acabar con ellos? Pues la misma: o con las torres, o lanzando bolas de nieve con los personajes que estén en el mapeado, hasta un máximo de cuatro.

Además de oleadas, en cada nivel -de los 11- tendremos que ir superando varias secciones, que se desarrollarán en entornos clásicos de la serie como las casas de los protagonistas o el exterior del hospital. Al término de cada uno, obtendremos una puntuación y en base a esto un trofeo. Hay hasta cinco posibilidades, y según el que se otorgue se desbloquearán unos u otros clips de vídeo. Los extras están cuidadísimos, siendo casi lo mejor de todo el juego y haciendo 'palidecer' al resto de opciones. Mediante el álbum, podremos ir viendo una gran cantidad de vídeos de la serie, en versión original con subtítulos en castellano (todo el juego está traducido), leyendo información sobre los personajes, enemigos, etcétera. Un lujo.

Paralelamente a la campaña, encontramos un modo desafío que incluye hasta cinco pruebas. Iremos desbloqueándolas a medida que avanzamos en la historia, planteando objetivos que van desde acabar con grupos de enemigos en equis tiempo, hasta derrotar a oleadas utilizando sólo bolas de nieve. Pero lo verdaderamente atractivo de South Park LGTDP son sus funciones multijugador, aplicables y a todas las modalidades de juego. Así, podemos jugar a través de Xbox Live con otras tres personas en la campaña, utilizando cada una a un personaje previamente seleccionado, algo que por supuesto también puede hacerse en multijugador local. Es este uno de los valores del título y el que lo hace situarse muy por encima de su competidor más directo, Crystal Defenders, mucho más limitado en opciones de juego.