Soulcalibur IV
- PlataformaPS393609
- GéneroAcción
- DesarrolladorNamco
- Lanzamiento31/07/2008
- TextoEspañol
- VocesInglés, Japonés
- EditorBandai Namco Entertainment
The Legend will never die
Soul Calibur, una de las mejores series de lucha tridimensional, pega el salto a la actual generación de consolas. Una espectacular guerra en pos de hacerse con las espadas de la leyenda, que atraerá a luchadores de todos los confines de la galaxia.
Hace ya casi una década, Namco sorprendía a todo el mundo con un excelente juego de lucha, secuela del ya muy digno Soul Edge. Una maravilla jugable y técnica que se convirtió de inmediato en un gran éxito para la Dreamcast de Sega, y que hace unas semanas se acercó a una nueva generación de jugadores a través de Xbox Live Arcade.
Soul Calibur se convirtió enseguida en una leyenda, y en su segunda entrega con dicho título abrió sus horizontes a todas las consolas en el mercado, permitiendo que un juego excelente llegase a todo tipo de usuarios. La tercera entrega, considerada por muchos como la más floja de la serie, llegaría en exclusiva para PlayStation 2. Y ahora, Soul Calibur IV llega a Xbox 360 y PS3 para dejar claro, una vez más, que es una de las grandes de la lucha 3D.
La historia de Soul Calibur IV es distinta para cada personaje, y nos podemos topar con una treintena de argumentos particulares, personales. Cada uno tiene sus motivaciones para actuar, sus objetivos, se mueven incitados por el bien o con intenciones aviesas; algunos, se ven incluso coaccionados a actuar en contra de su voluntad, en un interesante giro a la historia de algunos personajes.
Lo que queremos destacar con esto es que SCIV tiene muchas historias por contar, y para tal fin, hay un modo Historia en el que podremos conocer el trasfondo y la evolución de todos y cada uno de los personajes a nuestra disposición. Este modo se antoja algo escaso, ya que está compuesto por escasas rondas de combate, pero es muy intenso en cuanto a narrativa y nos deleita con escenas finales, con el motor del juego, con lo que le ocurre a nuestros personajes.
Pese a que el argumento se concentra, de manera evidente, en dicho modo de juego, no será el único. Contaremos, como siempre, con un modo Arcade en el que nos enfrentaremos, durante ocho rondas, a los diversos rivales que nos asaltarán. También tenemos el inevitable modo Entrenamiento, que nos permitirá poner a pruebas nuestras tácticas de combate antes de saltar a la arena.
Si por algo han destacado siempre los Soul Calibur ha sido por ofrecer un modo extra, una alternativa a la oferta básica de los juegos de lucha. La sustituta de los Maestro de Armas o Crónicas de la Espada es la llamada Torre de las Almas Perdidas. La friolera de sesenta plantas que tendremos que recorrer para llegar a su cima, combatiendo en cada una de ellas, y luego con la posibilidad de descenderla.
Este último modo dividirá bastante a la gente. Crónicas de la Espada, de Soul Calibur 3, era todo un juego de estrategia, que daba un aire distinto a los modos principales; o Maestro de Armas nos permitía recorrer un mapa a nuestro antojo. A los detractores de estos modos les gustará saber que la Torre es mucho más sencilla, tan sólo combates directos; sin embargo, para los amantes de las variaciones más complejas, este modo supone una ligera decepción por su escasa profundidad.
Existen en las plantas de la Torre diversos tesoros que podremos conseguir, pero para ello deberemos cumplir los requisitos de cada planta, incógnitas que tendremos la obligación de descubrir por nosotros mismos. Pese a que no se trata, en absoluto, de una mala alternativa, nos deja una ligera sensación de que podría haber dado algo más de sí; tal vez, por lo visto en las entregas anteriores.
En general, estos modos para un jugador están muy bien, pero a la par se antojan un poco el punto flojo del título. El modo historia, por muchos personajes que tengamos para disfrutarlo, resulta demasiado corto y rápido de completar. Y la Torre no tiene el mismo carisma que su equivalente en otras entregas. Por suerte, a Soul Calibur IV no le faltan virtudes como para que estas quejas resulten anecdóticas.
Esta última opción nos lleva, irremediablemente, a hablar del gran editor de personajes. No sólo podremos modificar a los luchadores principales, sino crear nuestro propio héroe (o villano), seleccionando su sexo, el estilo de lucha, su motivación (bien o mal), el tipo de armas que utiliza Y luego, vestirlo y adornarlo del modo que más nos guste, comprando (con dinero del juego) distintos atuendos y elementos.
Nuestras creaciones estarán disponibles en todos los modos (en el versus, hasta se nos da la opción de que la máquina cree, de forma aleatoria, uno de estos guerreros para que combatamos con él o ella), y los personajes podrán subir de nivel. Cada arma y armadura contará con sus propias características, y podremos mejorar las habilidades básicas de nuestro personaje con bonificadores de ataque, defensa, esquiva, o incluso técnicas como recuperación de vida o 'súper modo'.
El abismo que se puede llegar a crear entre las configuraciones básicas y estas creaciones particulares es más que notable, y convierte a Soul Calibur IV, sobre todo online, en un título vivo, con infinidad de posibilidades; podremos poner a prueba a nuestros personajes contra los de otros usuarios para ver cómo perfeccionarlos, y los marcadores online nos incitarán a seguir adelante para alcanzar el número uno. Eso sí, se hecha en menos la posibilidad de adaptar un poco más los estilos de lucha, para crear algo más que meros clones de los personajes principales.
La principal queja del modo online es la imposibilidad de, una vez terminado el combate, volverlo a disputar de forma rápida. Por lo demás, tiene bastante profundidad que conjuga las opciones del juego en solitario con la magia de la red, sin grandes problemas de lag (alguna que otra ralentización puntual). No podía faltar, ya para terminar con los modos, el Museo en el que disfrutaremos de galerías de imágenes y vídeos (tráiler exclusivo de El poder de la fuerza inclusive).
Luego, tenemos los cinco personajes diseñados por mangakas de renombre. La mala noticia es que son clónicos, es decir, imitaciones de los demás personajes, como si los hubiesen creado con el editor del juego: Angol Fear, Sherezade, Shura, Kamikirimusi y Alzote. Y por supuesto, los famosos invitados intergalácticos Yoda (360), Darth Vader (PS3) y El Aprendiz.
Los personajes ya conocidos recuperan todos sus movimientos habituales. De hecho, da la sensación de que la remodelación de muchos de ellos en Soul Calibur 3 se ha quedado como una anécdota, ya que dan la sensación de estar más próximos al sistema de control que presentaban en Soul Calibur 2 o, incluso, el primer Soul Calibur. Pero, al mismo tiempo, introducen nuevos movimientos, ofreciendo sus mejores caras hasta la fecha.
Las nuevas incursiones no desentonan. Hilde es completamente fiel al estilo de Soul Calibur, con una lanza de larga distancia y una daga de cuerpo a cuerpo; carece de distancia media, lo cual la convierte en una luchadora muy táctica. Y Algol no es un Inferno que emulaba a los demás luchadores, sino que tiene su propio estilo y puede llegar a ser una máquina de matar; lleva la Soul Edge y la Soul Calibur, una en cada mano, y sus técnicas son destructoras.
Curiosamente, los jedi no desentonan tanto como cabría parecer, y de hecho El Aprendiz puede llegar a ser una auténtica pesadilla si lo controla la máquina. Yoda es muy ágil, y es un rival al que no es grato enfrentarse, ya que su reducido tamaño y su velocidad lo convierte en una pesadilla para que encaje nuestros golpes. Darth Vader es el que sale peor parado, al ser un personaje lento y tosco.
Las características y el rango de ataque de cada personaje serán determinantes en los combates. No sólo será necesario conocer bien a nuestro luchador, sino también a nuestro rival y elaborar tácticas acorde a lo que nos podamos esperar. Es esencial dominar la defensa y saber contraatacar en el momento correcto, ya que de no hacerlo, nos veremos muy pronto besando el suelo.
Dejando a un lado las ya comentadas habilidades especiales de los personajes y los bonificadores de armas (en caso de jugar con ello en vez de con las configuraciones básicas), Soul Calibur IV incluye muchas novedades a su suave sistema de combate. Las armaduras tienen tres zonas de ruptura (cabeza, pecho y piernas), y además contaremos con un medido de alma.
Dicho medidor determina la posibilidad de realizar ciertos ataques especiales de nuestro personaje, pero además, de estar vacío y si la barra de nuestro rival brilla de color rojo, podremos asestarle un golpe final. Esta especie de 'fatalities' son más un castigo a los jugadores conservadores que un simple añadido, y son muy difíciles de llegar a ver (en nuestras partidas, apenas lo veríamos un par de veces). El propio ritmo de los combates provoca que el juego siga el cauce de la serie sin girar en torno a este mero añadido.
Los escenarios juegan, como siempre, un papel muy importante, ya que el Fuera del Ring seguirá presente en muchos de ellos. Algunos serán destructibles, tirando paredes que amplían levemente el escenario, o rompiendo barandillas que nos precipitan hacia el vacío. Otros, directamente, no contarán con ningún tipo de protección lateral. Y los hay que se van encogiendo según avance el combate.
Los modelados de personajes y las animaciones son excelentes, muy fluidas y creíbles. Algunas féminas del juego han visto exagerados sus atributos, algo que se hace más patente al romper sus armaduras; algo que también es aplicable a los torsos musculados de los hombres. Además, la cámara se mueve en algunos ataques para ofrecernos una toma mucho más espectacular del movimiento en cuestión, con una suavidad tal que ni se nota el cambio momentáneo, que sí logra quedarse grabado en la retina.
Todo ello acompañado, como siempre, de una banda sonora épica, llena de garra y fuerza. Algunas melodías conocidas, otras que regresan, pero todas capaces de dejarnos embelesados ante su gran calidad. Los efectos sonoros están al nivel, con choques de espadas muy realistas. Y como siempre, podemos elegir el inglés o el japonés para las voces de los personajes.
Soul Calibur IV es un título increíblemente divertido. Su sistema de combate es de lo mejor que nos podemos encontrar en el género de la lucha a día de hoy, capaz de llegar tanto a los nuevos usuarios como a los que han seguido la serie desde su primer capítulo. Intuitivo, veloz (aunque da la sensación de que no tanto como el primer Soul Calibur) y con muchas opciones de juego, posiblemente estemos hablando del mejor título de lucha de este año.
Infinidad de horas de juego online se unen a las largas tardes que invertiremos en llegar hasta lo alto de la Torre y disfrutar de la Historia de todos los personajes, y cómo no a las innumerables noches con los amigos. Hay mucho por descubrir y mucho por hacer, pero ante todo, su excelente sistema de juego es el que logra encandilar por encima de sus modos de juego, que podrían haber dado más de sí.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.