Recopilatorio mal equilibrado...

Un personaje imprescindible en la larga historia de los videojuegos es la siempre carismática mascota de Sega, el erizo azul más rápido del mundo, Sonic. Desde hace casi quince años, el veloz animal se ha hecho un hueco en numerosas plataformas gracias a una gran variedad de juegos, principalmente de plataformas, aunque también se adentró en las carreras de coches o incluso en un pinball.

Con la reconversión de la compañía japonesa en third-party, muchos son los que se preguntaron qué sería de las aventuras del erizo azul, que tan buen sabor de boca estaban dejando últimamente gracias a sus últimas andanzas en Dreamcast. Sin embargo, lejos de caer en el olvido, Sonic está más vivo que nunca, con nuevas entregas, spin-offs, el salto a la nueva generación y, como no, los recopilatorios de rigor.

Y es que una de esas alegrías que Sega quiere dar a todos los usuarios actuales es la posibilidad de revivir las aventuras de su mascota azul desde sus inicios, y con los títulos de todas las plataformas. Ya lo hicieran una vez con Sonic Jam en Saturn, lo repitieron recientemente con Sonic Mega Collection Plus y ahora lo amplian con Sonic Gems Collection, donde hay sorpresas más que interesantes entre los títulos que incluye.

De este modo, contamos con la inevitable presencia de Sonic, Tails, Knuckles y los por entonces todavía recientes Amy y Espio, junto a los menos conocidos, pero que no desentonan en el grupo del erizo azul, Fang (que fue portada en su época del disco Sonic Mix 3), Bean y Bark (ambos serían reutilizados por AM2 para su estupendo Fighters Megamix de Saturn). Sin olvidarnos del enemigo final, el eterno Metal Sonic, de un último combate con Robotnik y del secreto Super Sonic.

El juego nos lleva argumentalmente a la búsqueda de las esmeraldas del caos, lo cual nos enfrascará en combates contra todos los demás personajes, incluido un combate contra el mismo personaje seleccionado en plan sombra malvada. Sin embargo, en aspectos de control y jugabilidad deja un poco que desear, ya que resulta bastante menos dinámico e intuitivo que Virtua Fighter 2 o Fighting Vipers (por poner ejemplos de la época).

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De hecho, incluso Bean y Bark se controlan infinitamente mejor en Fighters Megamix que en este título que les vio nacer. Pero la cuestión es que el sistema de combate es extraño, de modo que cada personaje tiene cinco barreras que el rival debe romper para poder hacerle daño sin que se pueda defender más en todo el combate, ni siquiera tras cambiar de round. Deja abierta una puerta a la estrategia, pero carece de verdadero interés.

Además, pueden resultar bastante repetitivos, ya que con la utilización de las mismas técnicas (incluso con tan sólo puñetazo todo el rato) es posible hacerse con el control del combate y acabar el título en cuestión de minutos. No obstante, siempre es interesante tener esta rareza inédita en nuestra estantería, y en el modo para dos jugadores mejora mucho la situación. Además, para conseguir los secretos, hay que jugar varias veces.

Partiendo de una estupenda presentación de animación, obra de la compañía Toei Animation (que se expandiría a la secuencia del final, ofreciendo el aspecto más trabajado en estas cuestiones de la época), el juego ofrece toda la magia, la diversión y el espectáculo de las demás aventuras, pero con un nuevo aspecto mucho más espectacular.

De este modo, los loopings ofrecen giros de cámara, los personajes secundarios pueden andar pos los escenarios tranquilamente y los escenarios pueden cambiar de aspecto gracias a los curiosos postes de 'Past' y 'Future'. Todos estos elementos componen un juego único, pues gran parte de sus novedades no han trascendido a otros títulos posteriores del erizo azul, y de hecho, fue el último plataformas del erizo azul hasta Sonic Adventure para Dreamcast.

Lo que sí pasó a la historia del erizo son los nuevos personajes que hacen su aparición por primera vez en Sonic CD, ni más ni menos que el eterno Metal Sonic y la inocente Amy Rose, presentada como novia de Sonic que este debe salvar como meta final del juego. Una pequeña joya con un gran valor de rejugabilidad gracias a los cambios de los escenarios, que agradará sobre todo a los nostálgicos.

De inicio, se podrá contar con Sonic, Tails, Knuckles y Amy. Robotnik será desbloqueable tras haberse acabado el juego por primera vez. Las versiones mecánicas Metal Sonic, Doll Tails, Metal Knuckles y un robot que recuerda mucho a lo que posteriormete sería E-102 en Sonic Adventure, serán accesibles recogiendo cinco monedas ocultas en los circuitos y luego venciéndoles en una carrera uno contra uno.

También se podrá seleccionar a Super Sonic, pero para tal fin habrá que conseguir hacerse con todas las esmeraldas del caos, escondidas a lo largo de los circuitos también. Desgraciadamente, estos son pocos, tan sólo cinco, pese a que ofrecen una gran rejugabilidad gracias a las numerosas rutas y secretos que esconden en sus curvas y recovecos.

En cuanto a modos de juego, es el más completo del recopilatorio, pues junto al modo normal, hay un Time Attack y dos modos de juego para dos jugadores, carrera normal y conseguir cinco globos dispersos por los escenarios. La libertad de acción es total a lo largo de los escenarios, y los atajos son numerosos. Habrá items, basados en monedas y las típicas burbujas para el agua y atraer monedas, tan características de la saga.

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Gráficamente ofrece escenarios grandes y llenos de vida, pero peca de una gran falta de sensación de verdadera velocidad, y en la conversión para este recopilatorio se ha perdido gran parte de la intuitiva jugabilidad, seguramente por haber tirado de la versión PC en vez de la versión de Saturn. En el apartado sonoro, sigue conservando las estupendas melodías (vocales o no, a elección del jugador) y los inolvidables efectos de salto y coger monedas.

Sin embargo, queda esa sensación de que el juego de Saturn estaba mucho más cuidado y era superior, lo cual hace perder enteros a Sonic R en este recopilatorio, ya que los años pasados y hacer un título de estas características requería un mayor esfuerzo por parte de Sega.

Un Sonic grande en pantalla, escenarios cargados de todos los elementos de la saga (monedas, enemigos clásicos, trampolines), la velocidad endiablada de siempre y un apartado sonoro muy trabajado componen un título que hará las delicias de los que añoren las aventuras clásicas del erizo azul, en una obra que hace justicia al personaje.

Sonic, Tails, Amy, Robotnik, Metal Sonic, Fang y Knuckles serán los personajes seleccionables en esta entrega. Un título muy mejorable en demasiados aspectos, pero principalmente por lo mal que lleva el paso del tiempo.

Los extras más 'golosos' son otros dos juegos, aparecidos en su momento en Mega Drive, que nada tienen que ver con la saga de Sonic, pero que se trata de juegos igual de divertidos, Vectorman y su continuación, Vectorman 2. Buenos juegos, pero inferiores a los Street of Rage que incluía el juego en Japón y que más de un aficionado esperaba con ansia.

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