Sonic Free Riders
Velocidad azul
La mascota por excelencia de Sega es la encargada de estrenar el nuevo periférico de Microsoft en una nueva entrega de la serie Sonic Riders que no cambia en planteamiento, pero si en su ejecución. Ha llegado el momento de deslizarnos a altas velocidades, a ver que tal sienta el viaje.
En un momento, solo distanciados por un breve lapso temporal, han aparecido tres títulos basados en el mítico erizo azul. Primero fue Sonic 4, un retorno a sus orígenes bidimensionales. Luego llegó Sonic Colours en exclusiva para Wii, que puede alardear de ser la mejor incursión tridimensional desde los excelentes Sonic Adventure de Dreamcast. Ahora aterriza Sonic Free Riders, el debut de Sega en el recién llegado periférico de Microsoft. ¿Se habrá cumplido la promesa de la compañía japonesa de volver a lanzar su mascota al estrellato y dejar atrás la mediocridad de anteriores juegos? No dejéis de leer y lo descubriréis.
Sonic Free Riders no es un concepto nuevo, dado que esta iteración de la franquicia ya había debutado en la anterior generación de consolas. Si bien mantiene la velocidad característica de los juegos que protagoniza el erizo, en esta ocasión viene dada gracias a unas potentes tablas con las que surcar con rapidez los circuitos. En esta ocasión hay un cambio notable respecto a anteriores entregas, que es el hecho de prescindir del controlador para ponernos frente al televisor y actuar como lo haríamos en la vida misma.
Tenemos una buena variedad de movimientos que podemos poner en práctica en las carreras que disputamos. Nos ponemos de lado para empezar a acelerar, inclinándonos hacia el frente para coger más velocidad y hacia los lados para girar. Podemos encontrar hileras de anillos en la pista y algunas las deberemos alcanzar extendiendo las manos hacia la dirección en la que las tengamos. Cuando recogemos un objeto, lo lanzaremos haciendo el correspondiente gesto, pudiendo encontrar turbos y misiles entre otros. En los numerosos saltos que hallaremos, realizaremos piruetas agachándonos previamente y saltando en el momento indicado. Esto nos rellenará la barra de Aire, que nos permitirá ganar velocidad temporalmente, adelantando una pierna y llevándola rápidamente hacia atrás. En ciertos circuitos se añadirán mecánicas nuevas, como por ejemplo en momentos donde nos sumergimos y debemos nadar moviendo los brazos hasta salir a la superficie, o situaciones en que la cámara se empaña y tenemos que mover las manos para poder ver de nuevo.
En cuanto a modos de juego, World Grand Prix se podría considerar como el modo historia, donde elegimos a un equipo compuesto de tres personajes cada uno y realizamos distintas pruebas donde no siempre se gana llegando primero. Algunos retos consisten en recoger un determinado número de anillos, conseguir determinada puntuación realizando piruetas o grindar por barandillas que se encuentran esparcidas en el circuito entre otras muchas posibilidades. Se antoja bastante completo, mientras vemos el desarrollo de los acontecimientos mediante viñetas que nos ponen en situación y dan lugar a una narrativa infantil totalmente prescindible.
Aunque el grueso del título reside en el modo comentado en el párrafo anterior, a este le acompañan otros, que a su vez ofrecen distintas posibilidades. Así pues, carrera libre nos permite disputar carreras ya sea en solitario o con un acompañante, pudiendo elegir variantes a la hora de determinar la victoria, como llegar primero a la meta, obtener la mayor cantidad de anillos posibles o conseguir más puntos que los demás contrincantes. Seguidamente en carrera en equipo, dos jugadores se unen -de forma literal, están encadenados- para ir contra el resto de rivales. Para solventar la limitación de dos personajes simultáneos en pantalla partida, carrera por relevos admitirá hasta cuatro jugadores distintos, que se turnarán durante el desarrollo. Finalmente, modo contrarreloj nos propone superar el trazado en el menor tiempo posible. A todo esto se le suman funcionalidades online, que nos permiten disputar carreras a través de Xbox Live.
Tenemos un buen número de elementos desbloqueables y un total de dieciséis circuitos, muy distintos entre sí. A su vez, se añade un pequeño factor estratégico en las carreras gracias a las ranuras disponibles en los dos extremos de nuestra tabla, que dotan a esta última de características como un extra de velocidad punta, o la capacidad de deslizarnos por las barandillas solo por citar un par de ejemplos. En función del lado de la tabla que este apuntando hacia delante, se activará una habilidad u otra.
Si bien nos encontramos con un título que ofrece una buena variedad en todos sus sentidos, todos estos aspectos quedan algo eclipsados por un sistema de reconocimientos que en ocasiones resulta un tanto errático, de la misma forma que ocurre en otra propuesta similar de Konami, CrossBoard 7. Nuestros personajes a veces simplemente omiten nuestras indicaciones, mientras permanecemos inclinados viendo impotentes como no giran como deberían. Estas irregularidades terminan pasando factura según se avanza en el título y aumenta la dificultad progresivamente, provocando frustración en ciertos momentos. Deberemos ser muy exactos en las posturas que adoptemos o quedaremos vendidos ante nuestros rivales. Todos estos problemas de control quedan reducidos parcialmente gracias en gran medida a los aceleradores que encontramos en la pista, que nos encaran automáticamente en la dirección correcta cuando pasamos por encima de ellos. Aún así, se ha quedado como un apartado que denota algo de falta de pulido.
Sonic Free Riders no se puede considerar un título que ponga en aprietos a nuestra consola en lo que a nivel visual se refiere. Nos encontramos ante un apartado bastante discreto donde la carga poligonal no es demasiado elevada, aunque los escenarios son variados, muy coloridos y todo se mueve con una fluidez pasmosa, a sesenta fotogramas por segundo constantes en todo momento. En este sentido cumple, al igual que el apartado sonoro, a la zaga con lo que se espera de un título de Sonic. Las voces llegan en inglés, con los textos traducidos a nuestro idioma.
El sistema de menús es algo confuso al principio, pero bastante satisfactorio una vez se ha comprendido su funcionamiento. Tenemos una rueda circular donde se encuentran las distintas opciones. Debemos situarnos con el cursor encima de la opción que queda en medio y mover la mano hacia uno de los laterales. Si lo que queremos es confirmar una acción, con la selección marcada desplazamos la mano hacia abajo a la derecha. Una solución bastante curiosa, que da unos resultados más que aceptables.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.