Un digno contendiente

Últimamente nos estamos acostumbrando a ver las grandes franquicias de Sega en territorios que no son los suyos habituales; ya sea como minijuegos para EyeToy en Sega Superstars, o en una reunión para disfrutar de un plácido día de tenis en Sega Superstars Tennis, o bien en cruces con otras licencias para competir en los juegos olímpicos de verano y de invierno, lo cierto es que ya nos vamos acostumbrando a ver a personajes históricos de los videojuegos en un género que no es el suyo tradicional. La compañía nipona no duda en tirar cada vez más de armario, y poniendo en manos de los usuarios a esos personajes a los que tanto cariño les tienen, aunque hay que reconocer que es un arma de doble filo, ya que puede suponer más ganas de verlos en una nueva entrega de sus aventuras particulares.

La última gran reunión de estrellas llega ahora a PC, Xbox 360, PlayStation 3, Nintendo Wii y Nintendo DS; bajo el título de Sonic & Sega All-Stars Racing, el erizo azul y sus amigos nos invitan a una intensa e intrépida competición de velocidad al volante de vehículos de lo más dispares. No es la primera vez que Sega nos presenta una competición similar, pues ya en los años 90 vimos dos entregas de Sonic Drift para GameGear, así como Sonic R para Saturn y PC (aunque en este caso algunos personajes iban a pie y no motorizados). Sin embargo, esta se antoja como la mejor incursión de Sonic y compañía en el mundo de la conducción; un muy interesante título para todo tipo de usuarios, dinámico, directo, divertido, y cargado de guiños para los seguidores de la compañía nipona.

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Los nombres que engrosan el resto del plantel son: AiAi (Super Monkey Ball), Billy Hatcher (Billy Hatcher and the Giant Egg), Amigo (Samba de Amigo), Beat (Jet Set Radio Future), Ulala (Space Channel 5), B.D. Joe (Crazy Taxi), Ryo Hazuki (Shenmue), Jacky Bryant y Akira Yuki compartiendo un deportivo (Virtua Fighter), Pilotos ChuChu (ChuChu Rocket!), Alex Kidd, Zobio&Zobiko (de una desconocida recreativa llamada The House of the Dead EX), Mobo & Robo (del clásico Bonanza Brothers de principios de los 90), y Opa-Opa (del clásico Fantasy Zone). Además, en Xbox 360 se contará con dos personajes extra, el avatar de los jugadores y Banjo-Kazooie; por su parte, los usuarios de Wii podrán utilizar su Mii. Curiosamente, PlayStation 3 carece de ningún personaje extra, por lo que se convierte en la versión con el plantel más escaso.

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Como es lógico, cada uno de estos personajes conducirá su coche particular, con características visuales y de control diversas. Aunque están todos muy equilibrados, las sutiles diferencias hacen que no sea exactamente igual jugar con uno que con otro, aunque cualquiera puede ganar la carrera si se aprovechan sus habilidades particulares. Además, cada uno tendrá su propio especial, aunque de ellos hablaremos más adelante, dado que están vinculados directamente con los objetos del juego. No todos los personajes Sega se limitan a los mencionados en el plantel de pilotos disponibles, ya que por ejemplo el alegre NiGHTS se convierte en el encargado de la bandera, y los Chao hacen las veces de público (o de objeto del que apoderarse en el multijugador).

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También tendremos un modo Misiones. Un total de 64 pruebas de diversa índole, como participar en una carrera de eliminación, realizar un determinado número de derrapes, recoger rings, disparar a los objetivos, superar pruebas de puntos de control, llegar a la meta sin chocar con los jarrones, etcétera. Son muy divertidas y bastante complejas muchas de ellas, lo cual nos obligará a invertir bastante tiempo antes de conseguir superarlas todas. No faltan las carreras rápidas, competiciones independientes en las que elegimos los parámetros de la carrera, ni tampoco las contrarrelojes (o Pruebas de tiempo, como se las llama en el juego). Lo interesante es que estas últimas están vinculadas a rankings online desde el primer momento, lo cual incita a la competición entre todos los usuarios del juego.

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Respecto al multijugador, es posible jugar a pantalla partida en una misma consola (con hasta 4 usuarios), o bien online con un máximo de 8 participantes. Los modos son bastante directos: carrera, batalla, captura al Chao, recoger esmeraldas del caos, rey de la colina y eliminatoria. Son modos pensados para partidas rápidas, no demasiado profundos en su desarrollo, pero sí que muy divertidos; desgraciadamente, parece que en determinadas ocasiones no mantiene la estabilidad durante las competiciones online. Por último, destacar la presencia en el menú del Carnet, donde podremos ver nuestras estadísticas, completas fichas de los personajes y los circuitos, los logros que hemos conseguido (o el porcentaje que llevamos hacia el siguiente logro), los récords, o simplemente practicar.

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Si por algo triunfan todos estos modos de juego es, ante todo, a los excelentes circuitos presentes en el juego. Con un diseño espectacular, cargados de atajos, zonas secretas y molestias de lo más inesperadas (como por ejemplo, trampolines puestos en una curva que nos impulsan fuera del circuito), se convierten un reto en sí mismos, y nunca llegan a aburrir. Es muy destacable el avance fluido y la perfecta adecuación que se ha hecho de los circuitos de cara al supuesto modo principal, el Gran Premio: al principio todos son bastante básicos y simples, pero a medida que vamos subiendo de categoría y de premio, se van complicando de forma notoria. Es decir, durante nuestras primeras partidas seremos novatos, pero llegaremos al final siendo verdaderos expertos de la conducción.

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El número de circuitos es suficiente; no todo lo amplio que podríamos esperar, pero tampoco se antoja escaso. Son 24, tres de cada tipo: Green Hill, Casino y Fuerte del universo Sonic (tres de cada, con lo que este mundo tiene más representación que los demás), Billy Hatcher, Samba de Amigo, Jet Set Radio Future, Curien Mansion, y Super Monkey Ball. Lo ideal sería que se hubiese aprovechado para añadir circuitos de más mundos de Sega, o cuanto menos, de todos los personajes presentes en el plantel (aunque es comprensible que algunos, como ChuChu Rocket!, no se prestaban demasiado a un circuito bien ideado). De todos modos, consiguen cumplir su cometido con bastante solvencia, al haber circuitos de diferentes niveles de habilidad y estar todos tan bien pensados en su diseño.

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Otro elemento clave son los objetos, que no son muy originales pero pueden convertirse en vitales de cara a ganar o perder una carrera: minas para dejar a nuestros perseguidores, bombas y guantes para lanzar hacia adelante, misil teledirigido hacia el que esté justo delante nuestra, bocina para atontar a quienes estén a nuestro alrededor, zapatillas para acelerar… y el gran especial. Si estamos en los últimos puestos de la carrera, se nos otorgará el objeto que nos permitirá nuestro gran ataque (Sonic y Shadow se convierten en sus versiones Super, Ryo cambia la moto por la carretilla elevadora, etcétera). Desgraciadamente, más allá de su belleza, no pasan de ser todos ellos simples acelerones para subir puestos y echar a algunos rivales de la pista por el camino. Pero en general, la simpleza del sistema de juego, pero su complejidad progresiva gracias a la pista, componen un conjunto excelente que deja un gran sabor de boca.

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Del mismo modo, los personajes están perfectamente animados, y aunque en un principio se puede antojar algo extraño el giro de los derrapes, una vez nos adecuemos a él y conozcamos mejor el sistema y los trucos para evitar los choques y conseguir los mejores métodos de avance, la perspectiva del entorno va cambiando. Destacar aquí un pequeño problema, ya que si chocamos contra una esquina limítrofe del escenario, podremos quedarnos atascados y perder valiosos segundos. A nivel sonoro poco nada que reprochar, con muy satisfactorias pistas propias de cada uno de los mundos que prestan su circuito al juego: Sonic, Billy Hatcher, Samba de Amigo, Jet Set Radio Future, Curien Mansion y Super Monkey Ball. Además, todos los personajes tendrán sus frases durante las carreras, con sus actores de doblaje tradicionales. Un apartado técnico notable en conjunto, que cumple con su cometido y dando paso a una jugabilidad que es la verdadera protagonista.

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All-Stars Racing es un título muy divertido, con abundantes modos de juego tanto para uno como para varios jugadores, y todos ellos cumplen con creces su cometido, logrando un conjunto ideal. Su gran capacidad para transmitir la velocidad (se nota bien cuando vamos lentos), el excelente diseño de los circuitos, el gran carisma de los personajes, y, sobre todo, la perfecta respuesta del mando, convierten este título en la mejor alternativa a Mario Kart en Wii, y el mejor del género para PS3 y 360. Las tres versiones son idénticas, salvo por el número de personajes que comentamos al principio, y por la posibilidad de usar el Wiimando en la máquina de Nintendo (la de PS3 hace uso del sixaxis, si así se desea), así como una menor resolución en Wii. No obstante, todas las versiones son igual de divertidas, están igual de bien acabadas, y ofrecen abundantes horas de diversión para uno o varios jugadores.

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