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Song of Nunu: A League of Legends Story

Song of Nunu: A League of Legends Story

  • PlataformaPC6.5NSWPS4XBOPS5XBS
  • GéneroAcción, Aventura
  • DesarrolladorTequila Works
  • Lanzamiento01/11/2023 (PC, NSW)31/01/2024 (PS4, XBO, PS5, XBS)
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol
  • EditorRiot Forge Games

Análisis

Análisis de Song of Nunu: a League of Legends story, una canción a medio terminar

Tequila Works propone un plataformas 3D para ser disfrutado en família

Actualizado a

League of Legends es sin lugar a duda uno de los videojuegos más populares de los últimos 15 años y probablemente de toda la historia; a lo largo del último lustro, Riot Games ha querido potenciar el universo del juego convirtiéndolo en un producto transmedia que abarca juego de mesa, música, serie de animación, cómics y, además, otros videojuegos que expanden el complejo mundo que es Runeterra. Dentro de ese último grupo se encuentra todo lo publicado bajo el sello Riot Forge, que agrupa todos esos encargos bajo la coletilla “una historia de League of Legends” y cuya última incorporación es este Song of Nunu de la mano del estudio patrio español Tequila Works, padres entre otras cosas del estupendo Rime. Hoy analizamos las aventuras de Nunu el Notai y su mejor amigo el Yeti Willump, dos personajes en un mismo campeón dentro de League of Legends pero cuya aventura puede disfrutarse aunque nunca se haya jugado al título que les da pie.

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El mejor amigo del niño

Song of Nunu es básicamente una historia que trata sobre la amistad. Existe un trasfondo más profundo que ahonda en el cánon (en teoría oficial, pero con Riot Games detrás eso puede cambiar en cualquier momento) y que explica cómo desde el Freljord se impidió la invasión de Runeterra por parte de seres de otro mundo; pero eso en realidad es una excusa para que podamos vivir una “buddy movie”, una película de colegas protagonizada por un niño que busca a su madre y un yeti que le acompaña, su mejor amigo, que es además el último de su especie. Y es un juego muy bonito en ese sentido, viendo como ambos cooperan para superar tanto el combate como los puzzles - todos muy ligeros - que se encuentran en su camino a lo largo de las 8 horas que dura su periplo.

El juego parece enfocado para poder disfrutarse por toda la familia, lejos de otros títulos publicados por Riot Forge como Ruined King, Conv/rgence o incluso Mageseeker, que tenían planteamientos jugables muy distintos y enfoques también más adultos. Song of Nunu es una aventura en tercera persona bastante sobria en elementos jugables con muchas ganas de agradar, de enternecer y de no frustrar al jugador; por no haber no hay ni niveles de dificultad y en las pocas zonas en las que se puede “morir”, de hacerlo apenas nos retrasará algunos segundos desde el último punto de control. Su accesibilidad es un arma de doble filo para aquellos que busquen algo de reto, porque aquí no lo van a encontrar.

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Un poco de todo

Song of Nunu propone al jugador una mezcla de muchos estilos distintos: hay alguna fase de sigilo, hay algunas zonas de combate, resolución de puzzles, combates contra jefes y también algunos secretos por descubrir. Hay por supuesto bastante diálogo, aunque en el caso de Willump siempre nos llega con estilo indirecto, cuando los protagonistas interaccionan entre sí o con algunos ilustres personajes secundarios del universo del juego que no destriparemos aquí. Y a pesar de que hay momentos bastante sombríos en la trama (porque cuesta encontrar una historia en League of Legends sin elementos de este tipo), en general predomina el lanzamiento de bolas de nieve o ayudar a poros - adorables animales peludos de un palmo de altura - a reunirse con su familia.

Uno de los principales problemas que le encontramos al juego es precisamente su falta de decisión a la hora de enfocar su jugabilidad en que haya un poco de cada cosa, sin apostar por nada en particular. Hemos visto muchos casos de videojuegos en los que hemos echado de menos algo de variedad que nos diese un respiro de las mecánicas principales: aquí es precisamente al revés, porque hemos echado de menos una dirección clara jugable sobre la que asentar el resto del videojuego. No tiene la exploración, ni la profundidad ni el ingenio suficientes que sirvan como pilar estructural, como tampoco tiene tantos elementos novedosos ni se nos presentan con tanta frecuencia como para obviar lo blando que es en su propuesta al mando/teclado.

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Plataformas 3D al uso

Song of Nunu se luce mejor cuando propone al jugador resolver los puzzles ambientales que hay en el juego; algunos son excepcionalmente sencillos y otros van combinando las distintas estrategias que se nos han propuesto hasta el momento, mientras montamos a lomos del yeti o nos dividimos para que cada uno haga su parte. La sección de saltos es correcta sin más, con escasa o nula repercusión por fallar un brinco, y en general no muestra muchos alardes pero funciona bien. La parte de resolver los puzzles funciona mejor, en especial aquellos que requieren del uso de la flauta, pero podría estar hecha con muchísimo más encanto. Y esta sensación, la de que es un apartado que podría haberse cocinado más, nos ha perseguido sin cesar durante todo el transcurso de la partida.

Mucho de nuestro tiempo lo pasaremos a lomos de nuestro yeti congelando cosas, lanzando bolas de nieve desde sus hombros o lanzándole bolas de nieve a él simplemente porque se puede. Bien sea para trepar por una cascada, para cruzar un lago sin mojarnos los pies o para que un enemigo deje de molestar, en general es divertido cruzar el yermo con Willump. De hecho el yeti está muy bien representado en general (incluso bastante mejor, diríamos, que el propio Nunu), con un buen número de animaciones para cuando incluso no hace nada. Uno siente perfectamente la conexión sin mediar “palabra” entre ambos protagonistas y cuando están corriendo y saltando juntos el título vive su máxima expresión. Jugablemente el título sufre más cuando se aparta de esta fórmula e intercala combate, descenso de laderas nevadas o los escasos combates contra jefes, por fortuna muy escasos y difuminados durante el metraje. Algunos de estos encuentros tienen sentido a nivel argumental pero otros están ahí porque al parecer había que recordar que el juego lo protagoniza un campeón de League of Legends y alguna referencia al combate habría que poner en el juego. De nuevo, temáticamente resuenan mejor todas las otras propuestas dentro del sello de Riot Forge (con excepción del mediocre Hextech Mayhem, tal vez) porque aunque solemos premiar el esfuerzo cuando una compañía introduce alguna novedad, nada de lo visto en Song of Nunu es especialmente novedoso. Y además no siempre funciona bien.

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En este sentido es imperativo hacer una pausa para hablar del aspecto técnico, por lo menos en la versión de PC. Aunque a nivel artístico recuerda mucho al nivel visual del propio League of Legends si tuviera vista “a pie de calle”, no estamos ni mucho menos ante un título puntero. Que tampoco pasa nada porque así sea, ni mucho menos, pero los tonos blancos y azules del Frejlord (ni el contraste a media partida mientras visitamos a cierto secundario de peso) justifican las enormes caídas de rendimiento con una Nvidia 3080, en especial tras algunos puntos en los que incluso la cámara perdía completamente el centro y aparecíamos mirando al techo o al cielo sin explicación ninguna. El juego agradecería algo de pulido en ese sentido aunque, también es deber decirlo, salvo un único bug que nos obligó a recargar un punto de control, no hemos apreciado otros problemas en la misma línea. Y para terminar mencionando dos de las mejores cosas: en primer lugar, la banda sonora es espectacular. Y en segundo lugar, se encuentra disponible por completo en muchísimos idiomas - también el castellano - y en inglés incluso con las voces originales de los dobladores de los personajes de League of Legends. Es apenas un detalle, sí, pero es de agradecer.

Conclusión

Tal vez no deba juzgarse Song of Nunu de Tequila Works como un videojuego convencional porque siempre da la impresión de querer que se disfrute por una audiencia más infantil o por lo menos en familia. Sus casi siempre sencillas mecánicas y su alta tolerancia a la frustración son muy adecuados para los menos habituados a un videojuego. Sin embargo, el tono oscuro de la segunda parte del metraje nos genera dudas sobre si tal vez es simplemente un juego blando a nivel jugable, bonito y entrañable en lo visual y en lo sonoro, pero que le falta un poco de empuje para acabar de encontrar su identidad jugable. Un producto que arrancará algunas sonrisas cómplices de los fans del universo de League of Legends pero que en general presumiblemente pasará desapercibido.

Lo mejor

  • La banda sonora
  • Algunos puzzles están bien diseñados
  • Una entrañable historia de amistad

Lo peor

  • Problemas de rendimiento en PC
  • Mucho abarca y poco aprieta en cuanto a mecánicas
  • Un poco parco en calidad gráfica
6.5

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.