Solium Infernum
- PlataformaPC8.5
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorLeague of Geeks
- Lanzamiento14/02/2024
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorLeague of Geeks
Review
Análisis de Solium Infernum, donde un error no te manda al infierno... porque ya estás en él
Los aficionados a la estrategia bélica, pero sobre todo, política, tienen que tenerlo en el radar: una gozada con más jugadores.
Aunque a simple vista el estilo artístico del anterior trabajo de League of Geeks no podría ser más diferente, se adivina mucho de Armello en Solium Infernum. Después de triunfar en Kickstarter con su primer juego, recaudando más de 300.000 dólares, estos australianos se embarcaron en un proyecto no menos arriesgado: el remake de Solium Infernum, un RTS practicamente desconocido lanzado en 2009, pero cuya falta de popularidad pero no de calidad significara otorgarle inmediatamente el título de juego de culto. 15 años después, a buen seguro que recibirá mucha más atención, no solo porque el género se haya popularizado un poco más, sino porque el lavado de cara es más que evidente.
Ya hablamos de él hace unos días, y aquí podéis ver una captura comparativa entre el original y el remake, donde el progreso salta a la vista. Lo que no se puede quitar al juego de 2009 son algunos aspectos únicos entre los que destaca, más allá de su profundidad jugable, un apartado visual con muchísima personalidad, aún a riesgo de no ser en absoluto bonito. League of Geeks ha recogido esa esencia para, manteniendo (cómo no) la perspectiva cenital para poder ser testigos de todo lo que acontece en el entorno, presentar a su vez un aspecto que, a pesar de rozar lo desenfadado en algunos personajes, o al menos en sus expresiones, no rechaza la maldad en ninguno de ellos. Al fin y al cabo, hablamos de archidemonios...
Y es que el Infierno se ha quedado huérfano de liderazgo tras la desaparición del mismísimo diablo, así que el trono está vigente. Varios archidemonios se lo disputan y cada uno está especializado en diferentes mecánicas: combate, engaño, diplomacia, economía... además de destacar por su diseño bien diferenciado, desde el más demoniaco como el de Astaroth o Murmur, hasta el casi angelical de Andromalius. Todos ellos protagonizan las Crónicas, que vienen a ser las campañas individuales que debemos superar cumpliendo sus respectivos objetivos y las cuales ni siquiera su nivel bajo de dificultad, Intermedio, es sencillo. El más alto, Infernal, bueno... es precisamente eso.
La pluma (y sobre todo, la maldad) es más poderosa que la espada
Evidentemente hay batallas en Solium Infernum, y no es que sean lo menos importante, pero solo es uno de los aspectos a tener en cuenta, y es que vamos a ver, somos un archidemonio, y al fin y al cabo, se nos va a recompensar ser realmente malos. Esto lo podemos plasmar desde tramando Argucias hasta llegando incluso a insultar a nuestros oponentes, a lo que tendrán que responder si no quieren ver menoscabado su prestigio ante el Cónclave.
Pero especialmente las Argucias realizadas con éxito son las que nos permitirán ascender en el escalafón del prestigio, que no es ni más ni menos que la unidad de medida que nos hará ganar, o perder, la partida. Tras la intención de tramar una argucia, podremos elegir entre las dos propuestas, y a su vez, hacerla pública o privada, lo que nos otorga mayor o menos cantidad de prestigio. Sin embargo, solo es una de las muchas opciones de politiqueo que tenemos disponibles, pudiendo declarar disputas de diferentes maneras, exigiendo el pago de un tributo o incluso hacer propuestas amistosas. Sin ir más lejos, podemos enviar un emisario para pagar tributo a un rival... pero este puede aceptarlo o ejecutar a nuestro emisario. Como vemos, tan importante es labrar relaciones amistosas como tener en cuenta que la traición siempre está presente.
Solium Infernum no es un juego excesivamente complejo, aunque no por ello falto de profundidad. Su sistema es muy sencillo de entender, gracias a un tutorial muy completo -que tuvimos que hacer en dos ocasiones, eso sí-, pero sí hay muchos aspectos de los que estar pendiente. Por ejemplo, pasamos por alto una de las posibilidades para reunir tributo en nuestra partida multijugador, algo que al cabo de varios turnos pagamos tan caro que nuestras opciones de victoria se vieron comprometidas por completo. Comete un error y estás perdidísimo.
A esta sencillez colabora un mapa dividido en hexágonos y con el que es muy intuitivo familiarizarse, ya que es muy similar al utilizado en otros títulos de estrategia por turnos. En este entorno encontramos las fortalezas de cada archidemonio participante, Lugares de Poder a conquistar para incrementar nuestra influencia o criaturas del averno, algunas de las cuales nos otorgan valiosa experiencia para nuestras tropas, y otras, los Leviatanes, de los que es mejor mantenerse alejados.
Cada tropa tiene tres parámetros diferentes: ataque a distancia, cuerpo a cuerpo, e infernal, y según ellos se debate la contienda, aunque son totalmente modificables. Es posible contratar un Pretor que las comande, aumentando alguna de esas características -o enviándolos a duelos contra los pretores de nuestros rivales-, comprar artefactos... Las posibilidades son múltiples también cuando se trata de entrar en guerra, aunque no es tan sencillo como invadir un espacio controlado por otro archidemonio, ya que antes hay que entrar en Disputa de manera oficial.
La sensación de progreso, con una duración de las partidas muy ajustada, es constante, y no solo en cuanto a la obtención de Tributo, que no es sino la moneda con la que llevamos a cabo Rituales, Argucias, compramos nuevas legiones, etc... Podemos aumentar nuestro rango a cambio de Prestigio, algo que supone un sacrificio porque después de todo, el vencedor será quien más Prestigio acumule al final de la partida, pero un rango mayor también suponen mayores opciones. También tenemos la posibilidad de incrementar estadísticas como Engaño, Ira, Profecía, Destrucción o Carisma, igualmente a cambio de Tributo, para tener acceso a más y mejores acciones.
Igualmente, huelga decirlo, cada partida es diferente, no hay una manera correcta de jugar, y a eso ayudan también determinados eventos aleatorios. Estos suelen ser elegidos por el archidemonio Regente -el primero en cada turno-, y establece determinadas limitaciones: la prohibición de realizar rituales durante x turnos, castigos monetarios, la imposibilidad de conseguir Tributo... Ya lo hemos mencionado pero insistimos: es fácil comprender Solium Infernum, pero no por ello es fácil controlar todo lo que ocurre a nuestro alrededor, máxime cuando nuestros rivales conspiran en la sombra y son tan malvados como nosotros.
Por último, no podemos dejar pasar por alto su multijugador asíncrono, en el que competir con otros jugadores y cuyas partidas pueden completarse con rivales manejados por la IA si no llegamos a un mínimo. El funcionamiento no podría ser más sencillo, y es que cada vez que haya un turno pendiente recibiremos una notificación de Steam, para pasar a llevar a cabo las acciones que queramos cuando nos toque -al comienzo dos, más a medida que progresamos- y contemplar cómo los demás jugadores, o la IA, reaccionan, ya que hay un orden en cada turno, pero todas las acciones se realizan al mismo tiempo. Nuestra partida, a pesar de haber cometido un error de principiante fatal, nos ha resultado tremendamente cómoda, ya que disponemos de un límite perfectamente asumible de 24 horas para seleccionar nuestros movimientos.
Conclusión
Solium Infernum llega sin hacer ruido y se consagra como uno de los primeros imprescindibles del año en el género de la estrategia. Desde una cantidad de contenido a espuertas y un sistema jugable sencillo de aprender a la par que profundo, pasando por su peculiar ambientación, rinde homenaje a un título de culto que puesto al día, se convierte en una gran opción para los amantes tanto del combate como de, sobre todo, las tramas en la sombra. Mientras, si encontramos amigos con los que compartir su multijugador asíncrono, directamente lo vamos a gozar, y es que más allá de la diversión propia de la partida, tendremos conversación para rato además de sospechar de todos y cada uno de nuestros rivales.
Lo mejor
- El lavado de cara respecto al original es espectacular, sobre todo artístico.
- Sencillo de aprender pero al mismo tiempo, profundísimo.
- La constante sensación de que neustros rivales están conspirando en nuestra contra, incluso pareciendo (supuestos) aliados.
- Su multijugador competitivo y asíncrono nos dará cientos de horas.
Lo peor
- La falta de comprensión de una sola mecánica, o el pasar por alto un detalle, puede costar demasiado caro.
- Si no tienes amigos para jugar online, te pierdes gran parte de su experiencia.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.