Snow Surfers

Invierno. Temporada de ski. Cojo mi tabla de snow y me decido a lanzarme ladera abajo para hollar con mi tabla la nieve virgen que cubre las cumbres más altas, luego pasaré por algún pueblo sin llevarme por delante a ninguna de las ovejas de sus rebaños, para finalmente ganarme el aplauso del público con unas cuantas acrobacias. Y todo esto sin moverme del sillón y sin salir de casa.

La primera incursión de la gran D de Sega en los territorios del deporte blanco viene de la mano de gente experimentada en este tipo de proyectos. No son otros que EUP Systems, donde están los creadores de la serie CoolBoarders para psx.

Puede que te estés preguntando ¿cómo es que el juego cambia de nombre al cambiar de plataforma?. La respuesta es tan sencilla como evidente, los derechos que tienen con el nombre en cuestión son sólo para el mercado nipón, mientras que en el resto del mundo sólo les está reservado par la plataforma psx.

En este título contamos con tres modos de juego:

- El modo Free Ride, que es el modo principal del juego y con el que iremos desvelando las sorpresas ocultas (pistas y demás) que el juego tiene escondido en su interior. Básicamente eres tú contra... el reloj!, porque desgraciadamente no va a haber más gente bajando por la pista que tú, así que la cosa se reduce a ir pasando por los distintos "check points" a tiempo para no quedarse fuera de carrera y aprovechar los pocos sitios que hay donde podemos dar grandes saltos para hacer acrobacias y así ganarnos unos puntillos extra.

- El modo Super Ripe, que es el modo en el que podremos dar rienda suelta a toda nuestra creatividad a la hora de hacer acrobacias y saltos espectaculares sobre una tabla, ya que son circuitos que están diseñados para ir de un lado a otro realizando cabriolas, giros y demás, para que los jueces nos los puntúen muy bien y ganar muchos puntos.

- Match Race, que es el modo dos jugadores (¿para qué querrán los otros dos puertos de mandos de la consola esta gente?). En esto hay dos modalidades: la carrera normal, en la cual nuestro objetivo será simplemente llegar primero que nuestro colega, y el modo Batalla, en el cual, además de luchar por llegar primero, nos podemos valer de las acrobacias que hacemos durante los saltos. Por cada salto con acrobacia que hagamos nos darán una puntuación y al instante esa puntuación se traduce en un estrechamiento de la pantalla del jugador contrario, lo cual dificultará su visión de la bajada, y por consiguiente un aumento de la nuestra. Los dos contrincantes pueden hacerse esto el uno al otro, lo que nos lleva a no sólo bajar más deprisa que él sino a hacerlo de una manera más bonita y espectacular que el rival.

Las pistas son pocas y las ocultas pocas más. Pero eso si, todas ellas son superlargas.

Deberás escoger entre seis personajes que tienen como características que los diferencian su equilibrio, su técnica, su capacidad para el salto y su velocidad. Los personajes pueden vestir dos indumentarias distintas, que vamos a elegir antes de saltar a la pista, así como la tabla, la cual la podremos escoger entre la alpina (veloces e inestables), la estilo libre (recomendada para el Super Pipe) y la todo terreno que te sirve perfectamente para ambos estilos.

Otros personajes estarán ocultos y te los tendrás que ganar a base de tiempos y puntos.

Snow Surfers goza de unos gráficos correctos para lo que la gran D de Sega puede dar de si.

Unos personajes muy bien y bien uniformados (salvo uno que es inmune al frío y va sin ni tan siquiera una camiseta!) con unas vestimentas muy en la onda de este deporte. Aunque hay dos... que bueno. Uno es un fiel reflejo de la filosofía "Men in Black", y el otro... el otro es un muñeco de nieve!.

Aún con todo esto se mueven muy bien, tanto a la hora de ejecutar las piruetas como a la hora de balancearse para tomar las curvas, como los cambios de posición, en fin, que los chicos de EUP Systems saben de que va el tema.

Las pistas son nevadas pendientes que tan pronto atraviesan pueblos, como circuitos de snow repletos de público, como cuevas o misteriosos templos antiguos sepultados por la nieve.

Las texturas que acompañan a todas las localizaciones están muy conseguidas y tienen un punto de realismo que ayuda mucho al darle la sensación de velocidad que el juego necesita. Una sensación muy lograda gracias a la suavidad con la que las imágenes fluyen ante nuestros ojos.

Aunque esa suavidad total no debería haber afectado a la nieve. Y decimos esto porque es increíble que no dejemos huella en las pistas a medida que descendemos por ellas. Ha sido eliminado cualquier rastro de surcos o marcas que nuestra tabla pueda dejar en la nieve y eso le resta mucho realismo al juego.

La Dreamcast mueve todos estos entornos poligonales con mucha soltura y da la sensación de que los programadores podían haber dado un poco más de sí el juego, y no dejarlo como lo que parece, una mera conversión.

La música entra dentro de la onda de este tipo de deporte de invierno y aunque no sean temas populares, nos acompañarán distintos cortes a lo largo del juego que nos harán disfrutar un poco más de las vertiginosas bajadas.

Efectos FX.

Los efectos de sonido son escasos. Correctos, para lo que se puede esperar de esta máquina, ya que además de ser pocos también hay que resaltar que no son ninguna floritura.

Simplemente se reducen a los golpes y caídas (así como choques contra obstáculos), más las notificaciones de los puntos conseguidos con las acrobacias y los gritos del público (donde lo haya) al vernos pasar.

El efecto esencial de este juego, el ruido de la tabla al deslizarse por la nieve, es de lo más normalito, y no va muy allá.

Jugabilidad.

El control de los personajes a la hora de deslizarse pista abajo es muy sencillo (y nos sobrarán un par de botones!).

No hay rivales acechando en toda la bajada, salvo en el caso de dos jugadores, en el cual el rival estará sentado a nuestro lado, porque tampoco tiene opción Internet. (¿Desconocerán acaso su existencia los programadores del juego?). Se echan en falta unos cuantos personajes con los que competir, adelantar y, como no, ganar. Por lo que el juego enseguida se te hace más monótono que de costumbre.

Conclusión.

La más encomiable característica de los videojuegos ha sido pasada por alto en el caso de este Snow Surfers. La durabilidad no está a la altura del precio que hay que pagar para poder disfrutar de este juego.

A lo mejor un poco más de tiempo en el horno de la fábrica le hubiese venido bien a este juego que más parece una acelerada conversión de otro juego de otra plataforma sacado a toda velocidad para ser el primero y hacer pasar por el aro a mucha gente que como no encuentra otra cosa se contenta con lo que hay.

Por otra parte el aspecto gráfico lo maneja la Dreamcast con una soltura impresionante que vuelve a hacer que nos preguntemos hasta donde habría podido llegar este título de pasarse algunos meses más en los laboratorios.

¿Por qué no jugamos? Porque ya hemos terminado.