¡Viene con opción 50/60 Hz!

De entre todos los títulos que se vienen lanzando para la nueva consola de Sony, hay que reconocer que algunos nacen con estrella y otros estrellados, mientras que otros títulos pueden pasar sin pena ni gloria o más bien de puntillas dentro de lo que se está convirtiendo en un extenso catálogo de juegos para la consola.

Muchos de ellos pueden caer en el más ingrato de los olvidos sin poder mostrar la calidad que atesoran, conscientes de que habrían llegado mucho más lejos con una agresiva campaña de publicidad o bien con el simple hecho de estar expuestos en los monitores de las tiendas de videojuegos.

Si hacemos memoria, recordaremos un título que salió hace mucho tiempo para la consola SNES. Se llamaba Pilotwings, y fue el primer simulador de vuelo tradicional que apareció para aquella consola, provocando una aluvión de buenas críticas y elogios por tan arriesgada empresa y por la calidad que demostraba en todos y cada uno de los apartados del juego.

Lo que también dejó claro era que los grandes juegos no tenían porque llevar números romanos tras el título, ni tenían porque ser exponsorizados por ninguna estrella del deporte, ni llevar licencias oficiales.

Este es, francamente, el caso que nos ocupa. Sky Odyssey es un gran simulador de vuelo, si bien hay que reconocerle que su desarrollo es un poco lento (cosa que odiarán aquellos que busquen acción a raudales), la facilidad de manejo de los aviones, el fácil y realista control de los mismos, así como la suavidad con la que se mueve todo en pantalla, hacen que este título de Cross merezca todas y cada una de las alabanzas que se lleva.

En el apartado gráfico destacan más la suavidad y el realismo con los que se mueve todo en pantalla, que las texturas utilizadas en todo el juego. Y es que estas últimas son demasiado simples para un juego tan bueno como este.

Tenemos un ejemplo claro de comparación, aunque sea odioso realizarla, pero expresa rápida y visualmente lo que queremos decir. La primera fase de esta aventura transcurre por un cañón, igual que nos pasa en la primera fase del SW: Starfighter, y aquí nos damos cuenta de que las texturas de este Sky Odyssey no le llegan ni a la suela de los zapatos a las del juego de Lucasarts.

Más bien parece que se han dedicado a cubrir con lo primero que tenían a mano las estructuras tridimensionales que forman el escenario por el que transcurre el recorrido de nuestra fase. Antes de las misiones se nos deja ver una representación 3D pura y dura del recorrido, y al final parece que esa misma representación es la que se usa para la fase, aumentando su tamaño y aplicándole unas texturas normalitas.

Y aunque efectos como la dispersión del agua cuando nos acercamos "a ras" de ella con nuestro aeroplano, o los montones de polvo y arena que se desprenden de las paredes de las montañas antes de que se produzca un derrumbamiento o desprendimiento de rocas estén muy conseguidos, los propios derrumbes o desprendimientos dan un poco el cante y dejan ver de manera clara el origen poliédrico de dichas piezas.

Francamente, ese es el único fallo que se le puede achacar en este apartado a este título, ya que el resto de efectos, como la niebla (el "efecto niebla" en el juego es porque en ese escenario hay niebla), los rayos, la lluvia (que bonito este efecto), la nieve o el simple viento, que muchas veces pasa racheado, son una pequeña gozada.

Además, cuenta con representaciones fidedignas de aviones reales, que si en un principio sólo contamos con tres modelos, a medida que vayamos avanzando en el juego iremos accediendo a más aviones, incluso un helicóptero o el avión invisible de los USA.

Todos los que sean de nuestra propiedad podrán ser cambiados estéticamente e incluso podremos crear nuestro propio emblema, que adorne las alas de nuestros aviones, para así personalizarlos hasta el último detalle.

Desde el momento en que despegamos con nuestro avión se pueden apreciar detalles que hacen distinto este juego. Como por ejemplo el hecho de la recogida o salida del tren de aterrizaje, acción que tendremos que realizar nosotros, y que dota a la aventura de una pequeña dosis de realismo que gustará a muchos de vosotros.

La banda sonora es de las mejores de la temporada. Una sucesión de canciones orquestadas, aunque algunas suenan un poco "enlatadas", pero que recuerdan a las grandes bandas sonoras de juegos legendarios.

Las canciones no son nada aburridas y muchas veces están muy en sintonía con el momento de acción o la misión que se desarrolla.

Para que os hagáis una idea, es una banda sonora muy parecida, en estilo y realización a la banda sonora del Soul Calibur para DC, por poner un ejemplo.

Es otro de los grandes logros del juego. Desde los distintos motores de los aviones a los distintos efectos climáticos, pasando por los accidentes o por los efectos extras que añade el juego, todos mantienen un nivel muy alto de calidad.

Pero una de las cosas negativas, aunque no tanto, es la no inclusión de las voces en Castellano, ya que se ha preferido no doblar las que aparecen en el juego y se ha optado por dejarlas en inglés, aunque no sabemos si ha sido cuestión de tiempo o de ganas lo que al final ha motivado esta decisión.

 Este juego básicamente es un simulador de vuelo, pero se le ha dotado de ciertas pinceladas de arcade para hacerlo mucho más duradero. Pero como tal, hay que tener en cuenta muchas cosas, como la velocidad de nuestro avión, la altitud, la fuerza del viento, la climatología cambiante, los daños que se van produciendo en nuestro avión, la escasez de combustible, etc.

Pero aquí es donde destaca el juego por encima de todo. En un sensacional control del avión, que junto con una curva de aprendizaje bastante suave y poco prolongada, hacen que en menos de media hora ya estemos disfrutando plenamente de todo lo bueno que tiene este juego.

El control, en el nivel fácil, es muy fácil, muy arcade, y los aviones responden suavemente y con mucha rapidez y precisión a nuestras órdenes, y con estar un poco atentos a las cambiantes rachas de viento, y a los distintos cambios meteorológicos (grandes tormentas nos esperan) sentiremos que lo tenemos todo bajo control.

El control más difícil es el segundo, es mucho más exigente y sólo recomandable para los más expertos pilotos de simuladores de vuelo, ya que casi todas las ayudas que el juego ofrece en el modo fácil están desactivadas y tendremos que tener mucho cuidado a la hora de pilotar.

Hay que tener en cuenta que tendremos que aterrizar el avión, así como despegarlo, y en muchos casos (la mayoría) tendremos que guardar y sacar el tren de aterrizaje para estas operaciones. Además alguna que otra misión se complicará hasta el punto de tener que aterrizar en un portaviones, llevar víveres a gente aislada por la nieve o tener que hacer un repostaje de combustible en pleno vuelo.

Los diferentes modos de juego están pensados para transmitir al jugador un sinfín de sensaciones relajantes, y no tan relajantes, como las que se pueden tener a la hora de volar en uno de estos aparatos. Y es que siempre, antes de despegar se nos dará un parte meteorológico, con el estado del cielo por donde transcurre la misión, y que nos comentará, entre otras cosas la fuerza del viento y su dirección, si llueve o no, etc.

Además muchas misiones también nos informan antes de iniciarse del tiempo del que disponemos para llevarlas a cabo, de la distancia entre el punto de salida y de llegada y del número de anillos de control que nos vamos a encontrar por el camino.

El modo AVENTURA es el principal del juego. En él, y a través de 40 misiones tendremos que partir a la búsqueda de una antigua civilización y de la misteriosa Torre de Maximus. Antes de cada misión se nos mostrará un mapa en el que se nos informa del punto de partida y del punto de llegada. Además se nos comenta la forma que tiene el recorrido y los distintos peligros que nos podemos encontrar.

Tenemos un modo de juego titulado BLANCOS, en el cual debemos atravesar una serie de dianas dispuestas en un basto territorio, para luego acabar aterrizando el avión en la pista de aterrizaje que más nos guste.

En el modo de juego LIENZO AEREO, tenemos ante nosotros la misión de dibujar en el aire una serie de dibujos a base de soltar humo de colores con nuestro avión. Empezarán siendo unas líneas bastante fáciles, para luego ir incrementando su dificultad y obligarnos a realizar varias piruetas para conseguir el dibujo adecuado.

En el modo ENTRENAMIENTO, evidentemente, podremos entrenar todos los movimientos de nuestro avión, así como aprender todas las piruetas del juego.

El modo VUELO LIBRE, nos deja realizar bucólicos paseos por el aire sin ningún tipo de presión, siempre a nuestro libre albedrío y sin ninguna imposición ni mandato.

El último modo, el modo HANGAR, nos sirve para ver los secretos desvelados durante el transcurso del juego, y es una especie taller en el que iremos acumulando piezas que iremos desvelando con las que modificar nuestro aviones, desde hélices y motores nuevos, hasta alas y demás accesorios con los que renovar y modificar nuestros biplanos. Incluso aquí podremos guardar los aviones ocultos que nos depara el juego, y en los que hay hasta ovnis que pilotar.

De lo que se puede uno quejar, aunque es lo único de lo que se pueden quejar (además de las texturas), es de que el juego da una sensación de lentitud que puede desesperar al mismísimo santo Job. Las cargas son bastante largas, y hay un montón de pasos antes de ponerse a jugar, entre que elegimos el modo y por fin despegamos.

El juego está traducido, y muy bien traducido por cierto, al Castellano, con lo que no nos perderemos detalle de todo lo que aparezca en pantalla. Otra cosa ha sido el tema de las voces, que como ya hemos comentado, no han querido doblar a la lengua de Cervantes.