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Sine Mora EX

Sine Mora EX

  • PlataformaNSWXBOPS47.7PC
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorDigital Reality
  • Lanzamiento08/08/2017
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorTHQ Nordic

Sine Mora EX

Obra de una curiosa fusión entre oriente y occidente, Sine Mora fue toda una sorpresa en 2012, revitalizando los shoot em up horizontales con muchas ideas acertadas. Recorremos de nuevo la aventura de unos curiosos pilotos antropomorfos, que vuelven a la carga en casi todos los sistemas actuales.

ine Mora EX es un juego que se basa en el tiempo, y el tiempo transcurre muy rápido en la escena independiente. Hace ya un lustro que Grashopper Manufacture y Digital Reality lanzaron el que fue durante un tiempo el shoot em up a batir. Sine Mora mostraba, a su salida en 2012, hechuras de videojuego grande: respetuoso con la tradición de un género que debe respetarla como muy pocos, al tiempo que revolucionario ya que conseguía revolver de un plumazo la evolución de varias décadas con una novedad de profundo calado. Una idea novedosa de las que lo cambian casi todo hasta tal extremo que uno se plantea cómo ha sido posible que nadie lo pensase antes. La crítica trató con entusiasmo en su momento al nuevo shoot em up horizontal, y aquí podéis consultar nuestro análisis original de la versión para Xbox 360. El cambio generacional, así como el goteo de propuestas en el género, ha terminado haciendo germinar una nueva edición de un juego que empieza a merecer el apelativo de clásico de los matamarcianos, por lo que nos llega a los sistemas actuales  Sine Mora EX, dispuesto a mantener viva la llama y, sobre todo, a que no olvidemos nunca los shoot em up con más profundidad jugable.

El Sine Mora original entraba por los ojos al mismo tiempo que hacía las delicias de los jugadores más retro con un despliegue visual y jugable sensacional. Podría decirse que se trataba entonces del shoot em up más avanzado visualmente, junto con la imponente saga DariusBurst que ha ido saltando desde Playstation Vita a las recreativas y Playstation 4, siendo ahora el casi seguro líder del sector con sus gráficos soberbios y su cantidad inabordable de contenido. Sine Mora era un proyecto más humilde y no contaba con tantos medios. Tampoco con la tradición de una saga conocida detrás, pero compensaba todo eso acertando de pleno con su propuesta basada en el tiempo. Tras años de comenzar las partidas con las consabidas tres vidas, de repente nos topábamos con un shoot em up en el que no existía el concepto de vida extra como siempre lo entendimos, puesto que todo se había confiado a un nuevo uso del tiempo como elemento fundamental.

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En Sine Mora, y en esto nada ha cambiado, nuestra nave sigue volando mientras quede un segundo en el reloj, ya que lo que nos restan los impactos y colisiones son segundos en un contador temporal. Una novedad tan sencilla se las apañaba para dar la vuelta a un género que, como ya hemos insinuado, necesita de sus tradiciones como casi ningún otro. El acierto con el que se implementó esta idea hizo que se llegase a hablar del “Ikaruga” de los shoot em ups horizontales, por las tremendas implicaciones que la idea tenía en la jugabilidad. De repente había que preocuparse continuamente por disparar a algo, ya que a medida que las cosas se complicaban el reloj empezaba a apretar, y la muerte llegaba con los 0 segundos a poco que perdiésemos demasiado tiempo esquivando sin acabar con algún enemigo. Esta novedad, sencillamente fantástica entonces, insuflaba un nuevo punto de partida a los herederos de Gradius y R-Type. El tiempo transcurrido desde su salida y la nueva versión que ahora recibimos nos demuestra que la mecánica temporal de Sine Mora se mantiene completamente vigente, por lo que esta versión EX es, sencillamente, uno de los mejores shoot em ups que ahora mismo podemos encontrar para los sistemas actuales.

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Novedad y reiteración a partes iguales

Nada que decir, por tanto, con respecto a la vigencia de la propuesta jugable de Sine Mora Ex. Se mantiene totalmente fresca y sigue estando en la categoría más alta de un género que ha recibido desde entonces no pocas propuestas novedosas, tanto desde la escena independiente como desde la que ya no lo es tanto, con no pocos ejemplos muy destacados entre los que recordaremos Resogun, Luftrausers, Steredenn, el híbrido Velocity 2x o los abundantes ejemplos de calidad de la variante Twin Stick que últimamente predomina. Sine Mora EX entronca con la vertiente horizontal clásica, más basada en Gradius por lo directo que en R-Type y su cuidada estrategia, subgénero que sigue comandado estos días por el brutal DariusBurst Chronicles, al que ahora se suma la nueva versión revisada de Sine Mora. Parece un poco temerario ponerlos al mismo nivel, pero se sale de dudas tan pronto como se va comprobando la cantidad de contenido del que goza el juego mediante sus pocos modos. Posibilidades que, eso sí, cambian con mucho el enfoque y lo que el jugador puede esperar de cada partida.



Aun así, poco nuevo encontraremos en cuanto a modalidades de juego en esta revisión. El modo historia sigue siendo una simple aproximación al juego, por lo que quienes lo abandonen tras superarlo (quejándose de la falta de contenido) se equivocarán de lleno. Se trata solamente de un paseo por los siete niveles, sus mecánicas, sus momentos peculiares, múltiples homenajes, gran diseño y olvidable narrativa. La única novedad reseñable es que ahora podemos jugar este modo en cooperativo, pero sin duda las cosas podrían haber llegado mucho más lejos en el aspecto multijugador. Por el contrario, es el modo arcade (en el que de nuevo estamos forzados a jugar en solitario) el que dota de verdadero sentido al juego. En él elegimos nave, piloto y cápsula temporal y tenemos unas cuantas vidas para superar el juego completo (ya que en el modo historia podemos hacer trampas eligiendo el nivel de inicio entre los que ya hemos superado). Aquí encontramos el punto más trabajado de todo lo que hace bien Sine Mora EX: es un shoot em up hardcore que puede llegar a los extremos de locura que se esperan del género, pero al mismo tiempo permite a los más novatos completar la aventura y tener opciones de ver el final, un objetivo modesto que seguramente no será la finalidad de quien se aproxima a un juego así. Lo verdaderamente divertido viene después, cuando comenzamos a enfrentarnos con solvencia a los niveles de dificultad altos, sorteando la amenaza del tiempo por márgenes cada vez más estrechos mientras usamos las diferentes cápsulas temporales conforme a nuestro estilo de juego. Nada nuevo, por cierto, en estas cápsulas, que nos otorgan poderes secundarios como los de reflejar proyectiles, ralentizar el tiempo o retroceder en el mismo para corregir nuestros errores. Poderes característicos y necesariamente muy limitados, pero imprescindibles para los que decidan tomarse el juego en serio, llegando casi al mismo nivel de relevancia que los diseñadores han concedido a ideas como la de lanzarse rápidamente sobre los power up que dejamos caer al ser alcanzados, o gestionar bien las ayudas que se nos irán ofreciendo en forma de coloridos ítems.

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Un salto suficiente

Por lo demás, todo sigue dejando muy buen sabor de boca a nivel visual y sonoro. Sine Mora ya era un juego técnicamente sobresaliente en su momento, y la crítica alabó siempre sus innegables méritos visuales y artísticos, con escenarios realmente trabajados como el ambientado en la ciudad de Budapest. Aun así, hubo una decisión que chocó entonces a muchos jugadores, y algo han debido pesar aquellos reparos ya que estamos ante un punto que se ha retocado con acierto. El juego original presentaba un aspecto ultra panorámico que ampliaba el campo de visión, pero empequeñecía en exceso todo lo que pasaba en la pantalla. La versión que ahora recibimos ha obviado esta idea (aunque la mantiene como opción), por lo que todo luce ahora mucho mejor en un aspecto panorámico tradicional a pantalla completa. No es esta, tengamoslo claro, la mayor novedad en el plano técnico, ya que el aumento de resolución y calidad en los gráficos es bastante evidente si comparamos la nueva versión con las originales para Xbox 360 y PC. Del mismo modo, salta a la vista de inmediato que se ha ganado mucho en cuanto a fluidez, con unos 60 FPS que se mantienen más que sólidos a lo largo de todos los niveles y sólo hemos visto flojear en determinados efectos del último boss fight. Para redondear un pastel muy cuidado, las versiones Playstation 4 Pro y Pc cuentan con una resolución 4k a 60 FPS que consiguen que el juego luzca realmente impresionante, por lo que cabe esperar que esta versión extendida sea simplemente el anticipo de algo mucho mayor. Sine Mora EX es la obra de un equipo que ha demostrado dominar con maestría las claves del género, dando a luz a este shoot em up horizontal que se adentra en la variante Bullet Hell al tiempo que plantea divertidísimos enfrentamientos con jefes finales. Es raro que no hayamos vuelto a saber de la franquicia hasta ahora.

Muy poca novedad para tanto brillo

Con todo lo que nos maravilla de nuevo el aspecto técnico, poco bueno puede decirse del contenido adicional que acompaña esta versión extendida. El modo cooperativo limitado a la historia se complementa con algunos modos competitivos que en modo alguno se convertirán en grandes eventos de los E-Sports, aunque la otra novedad sí que cuenta con enjundia como para atrapar a los que busquen sensaciones fuertes. Hablamos de unos desafíos de más que destacable dificultad que pondrán a prueba los nervios de los más dedicados: sobrevivir mientras se dispara solamente a enemigos de un color y otras ideas muy contrastantes entre sí. Están muy bien planteados y son una buena colección de nuevos niveles para los más expertos, pero seguramente todos habríamos preferido una campaña extendida con algunos escenarios completamente nuevos. Este es el gran problema para quienes a disfrutasen del juego original, que tendrán que valorar si la innegable mejora técnica es suficiente para ellos, ya que el contenido novedoso es más bien escaso.

7.7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.