Mezclar la seriedad del sistema de juego de Diablo con un look al más puro estilo dibujo animado a priori parece una idea un tanto bizarra. Si es buena o mala ya lo diremos, pero por el momento quedaos con el épico nombre de Silverfall.
Apadrinado por Montecristo, facedores de mil y un programas de estrategia (que, todo hay que decirlo, empezaron con muy mal pie en esto de los videojuegos), Silverfall se presenta como una arriesgada apuesta de cara a los fans de los RPG de acción. Aunque se ciñe a los cánones clásicos que rigen el género popularizado por Diablo y su séquito, se desmarca de la estética establecida mediante un apartado artístico de lo más llamativo.
Silverfall (PC)
Tal vez en un principio sea su original capacidad visual el baluarte más poderoso de Silverfall de cara al gran público, huyendo del realismo de una incierta fantasía medieval para acercarse a un atípico estilo más propio de los films de animación, con un toque de anime japonés difícil de ignorar. Aún así, no se puede negar que, en términos de jugabilidad, aparte de resultar ofuscadamente atractivo, es un producto lo suficientemente correcto como para ahuyentar cualquier tipo de prejuicio en torno a su aspecto.
Silverfall (PC)
Así pues, en un mundo donde la magia y la ciencia más avanzada se cruzan para llevarnos a un terreno absolutamente seductor, los héroes de Silverfall se enfrentarán a las fuerzas del mal al más puro estilo Dungeon Siege. Para vencer, los jugadores deberán tomar decisiones que se blandirán entre los dos grandes poderes que rigen el universo de Silverfall: lo natural y la tecnología.
Silverfall (PC)
La elección influenciará al desarrollo del juego de numerosas maneras, como a la hora de reclutar aliados para la batalla final (los goblins podrán ayudarnos si escogemos el lado de la tecnología, mientras que los hombres bestia de Gaïan harán lo propio si vamos con la naturaleza), en nuestras armas y armaduras, en nuestras habilidades especiales y en lo que respecta a las relaciones con el resto de NPCs.
Silverfall (PC)
¿El resto? Luchar, luchar y luchar. Montecristo pretende que la profunda aportación lúdica se sobreponga a los provocadores gráficos... ¿lo habrá conseguido?
Silverfall (PC)
Claro está que el cell-shading no siempre ha sido bienvenido en esto de los videojuegos. Muchos son los usuarios que repudian dicha técnica gráfica, obviando que el alejamiento de la realidad también puede llegar a ser una radiante forma de arte. Pero dejando inconclusos los debates acerca de los gustos de cada uno, hay que decir que la calidad de visual de Silverfall entra por los ojos, convirtiéndose inmediatamente en un producto increíblemente fresco y radiante. De primera mano dan exactamente igual sus fallos: la primera impresión es la que cuenta.
Silverfall (PC)
Silverfall (PC)
Todo esto da lugar para pensar si meter casi con calzador un estilo visual 'raro' en un género como el de los RPG se deba a algo más que pura técnica de imaginería artística. Desconfiados que somos, en un primer momento es fácil pensar en que tanto artificio pueda ser debido a que hay que camuflar de alguna manera ciertas carencias jugables. Como cuando antaño veíamos tantos y tantos títulos basados en el 'full motion video' que, finalmente, resultaban ser una auténtica basura. Y es que la industria nos ha hecho así, que le vamos a hacer
Silverfall (PC)
Pero una cosa no quita a la otra, y es el hecho de que Silverfall es lo suficientemente atractivo y bien realizado como para, como mínimo, tenerlo en cuenta. Sus prestaciones gráficas son novedosas y lozanas, con matices que enseñan sus virtudes a ojos extraños sin necesidad de exprimir las tarjetas gráficas de los menos pudientes. Nada de shaders de última generación, bump-mapping difícil de percibir y un número de polígonos relativamente escaso para lo que se da hoy día. Pero amigos, el arte es el arte Y Silverfall es, por decirlo de alguna manera, tremendamente chulo.
Silverfall (PC)
Su apabullante estilo anime va mejorando a medida que avanzamos con nuestros héroes, ganando en riqueza y detalle. Los escenarios se vuelven algo más que octogonales, llenos de vida y color, a la par que los personajes van más allá de lo meramente carismático a nivel artístico. Tampoco podemos olvidar montajes técnicos realmente convincentes, a la usanza de unos llamativos efectos especiales climatológicos, ciclos de día y noche inteligentemente plasmados, unos revolucionarios efectos de luces y sombras que utilizan harmonías esféricas y sombras dinámicas, efectos de partículas a tutiplen, un motor físico que se utiliza en combates da mayor realismo a los encantamientos, streaming a tiempo real del universo, movimientos de árboles y de la hierba en tiempo real.... ¡detalles, detalles!
Silverfall (PC)
Las animaciones también son un punto a favor, con suaves transiciones entre frame y frame que otorgan una oportuna fluidez de lo más amable con los ojos del jugador. Se ha luchado también para que el juego sea poco exigente en términos de hardware, luciendo ideal también en los equipos más modestos. Incluso con una vetusta GeForce FX 5000 se obtienen resultados alentadores a nivel visual con una tasa de imágenes por segundo digerible, si bien donde se alcanza todo el esplendor (sobre todo a nivel de partículas, física y demás efectos de nueva generación) será sobre un hardware con PhysX.
Silverfall (PC)
Silverfall (PC)
Centrándonos en el apartado sonoro, no podemos dejar de hablar del más que correcto acompañamiento musical, digno de mención. Aunque todas las melodías carecen de un inspirado toque propio, resultando ser algo típicas dentro del género, sí denotan una calidad fuera de toda duda, gracias a una instrumentación y coordinación de la representación redonda a todas luces. Tanto así con los fx, que cumplen con su cometido sin sobresaltar a nadie.
Silverfall (PC)
Silverfall (PC)
Silverfall (PC)
Silverfall (PC)
Entre las premisas que presenta Silverfall podemos encontrar algunos clásicos esquemas de estos pseudo-rpgs: la creación de nuestro propio personaje (de entre ocho razas, con muchos detalles personalizables), el control de nuestra evolución (entre más de 150 habilidades y encantamientos sin ceñirnos a clase alguna), la construcción de un equipo de tres a ocho posibles campañas (con su propia historia, experiencia y habilidades), un modo multijugador cooperativo para ocho jugadores realmente adictivo...
Silverfall (BIG_3)
Silverfall (PC)
En Silverfall contamos con algunas novedades de corte cien por cien rolero. Como el hecho de que nuestras decisiones durante la campaña influencien en el mundo, no sólo cambiando nuestra evolución (y por consiguiente habilidades), sino que puede influir incluso en nuestro propio equipo, donde la forma de tratarlos cambiará radicalmente su devoción. Pueden incluso convertirse de enemigos a amantes... y viceversa. No ocurre todo al nivel de Gothic 3, pero es interesante dentro del planteamiento movidito del programa.
Silverfall (PC)
Con las manos en la masa, Silverfall no se aleja demasiado de lo que todos ya conocemos. Si presenta un planteamiento pulcro y soberanamente bien realizado, acompañado por un apartado técnico realmente llamativo, pero no deja de ser otro Dungeon Siege. Si acaso, en lo que a jugabilidad se refiere, destaca sobremanera el importante multijugador, que sopesa muy bien la dificultad de la CPU en torno al número de personas que estén participando simultáneamente.
Silverfall (PC)
Por lo demás, la profundidad de la acción se queda en múltiples conversaciones con NPCs, con reclutamientos y compras varias, para luego salir al huerto y liarnos a machacar enemigos. Todo hay que decirlo, Montecristo ha logrado hacer un título redondo en este sentido, aún con una profundidad demasiado fácil de asimilar que, en verdad, es todo un baluarte. Se trata de un slash'em-up rolero puro y duro, al que poco más se le puede pedir. Divierte y encamina su condición de clásico al veredicto del tiempo, dejando claro que existe un camino más allá de los clásicos, tal y como Titan Quest dejó claro hacer algunos meses.
Silverfall (PC)
Silverfall (PC)
7.5
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.