Aullando bajo el mar

Llega a nosotros la tercera entrega del ilustre Silent Hunter y nos carcomen las dudas de siempre. ¿Estará a la altura o vivirá de los logros de sus antecesores? Por suerte UbiSoft ha hecho bien su trabajo y todos nuestros resquemores se despejan de inmediato, el lobo de mar ha vuelto, más fiero que nunca.

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En 1939, iniciada la segunda guerra mundial, el dueño absoluto de los mares tenía un nombre, Gran Bretaña, poco podían hacer los corsarios de la Kriegsmarine frente a la todopoderosa Royal Navy. Al menos sobre el agua, bajo ella, los lobos grises aullaban y hasta Churchill tuvo que taparse las orejas.

El objetivo de los submarinos de alemanes no era otro que los barcos mercantes que abastecían la maquinaria de guerra británica, más de veinte millones de toneladas fueron el precio a pagar por los ingleses. 30.000 de los 40.000 marineros de los U-Boat fue el precio que pagó la Kriegsmarine.

En Silent Hunter III podremos controlar al detalle un submarino alemán e intentar sobrevivir al intento. A lo largo de una campaña dinámica el juego de UbiSoft nos acercará a la guerra submarina con todas sus consecuencias. Deberemos trazar la ruta sobre nuestros mapas, asignar tareas a nuestra tripulación, y por supuesto, decidir cuando y como atacar.   

Que nadie se asuste, el grado de simulación de tan magna tarea es configurable. Desde apuntar con el ratón y disparar, dejando que la computadora se encargue de todo, hasta encargarnos nosotros mismos de la complicada matemática de meter un torpedo ente ceja y ceja al barco a la vista.

Si decidimos ser nosotros quienes apechuguen con la trigonometría tampoco deberemos llevarnos las manos a la cabeza y sacar regla y calculadora. Con ayuda del ratón y de las herramientas dispuestas en pantalla, procederemos primero a identificar el buque comparando su cubierta con las del manual de reconocimiento, segundo, midiendo su altura en grados sobre nuestro periscopio, conociendo la altura del mástil gracias al manual (y a los cálculos de senos y cosenos que hará la CPU por nosotros) ya tendremos la distancia a la que se encuentra nuestro objetivo. ¿Fácil no?

El siguiente paso es un cálculo visual del ángulo de proa. Aquí tendréis que ganaros el acierto a base de experiencia. Ya sólo nos queda el cálculo de la velocidad del buque cronómetro en mano y ya podemos disparar.

Si hemos hecho bien nuestros cálculos, al buque enemigo no le da por virar, el torpedo no era defectuoso y no comete la mala jugada de rebotar contra el casco. Felicidades, acabas de dejar un centenar de huérfanos.

No sólo de disparar torpedos nos ganaremos el pan en nuestro submarino. Los U-Boat también cuentan con un cañón de cubierta, que podremos disparar nosotros mismos, útil para hundir los mercantes sin escolta, y un arma antiaérea, para defendernos de nuestros peores enemigos, la molesta RAF.

Entre misión y misión, anclados en el dique seco, e interpretando el papel de capitán ejemplar obsesionado con su trabajo, en lugar de perder el tiempo en burdeles gastaremos nuestro precioso tiempo reclutando nuevos hombres y tuneando nuestro submarino (con nuevas armas y accesorios mínimamente útiles para la guerra se comprende, aquí no hay pegatinas). Nuestros puntos de prestigio serán la moneda de cambio para mejorar el U-Boat, se obtienen según sea nuestra actuación en campaña.

Otra tarea que nos tendrá ocupados una vez hechos a la mar es lograr interceptar los mercantes ingleses. Su aparición con coordenadas y rumbo en el mapa de navegación, tras un aviso de la estación de sonar, sólo nos permite intentar adivinar hacia dónde se dirigen. Como deberíamos cruzarnos en su camino es cosa nuestra.

La tripulación de nuestro U-Boat no está formada por verdaderos superhombres nietzchianos y se cansa, no pasa nada, tenemos literas de esparcimiento y un cómodo menú para asignarles y desasignarles de las diferentes tareas del barco.

Sin duda alguna ser capitán de un U-Boat era más difícil que estar sentado en una silla ratón en mano, pero Ubisoft ha puesto su empeño en conseguir acercarnos a la experiencia y lo ha conseguido con creces, siempre con diversos grados de complejidad para que aquellos que tienen miedo a los simuladores se atrevan a probarlo, y quienes exigen la veracidad ante todo tengan también su oportunidad de disfrute.

Gráficos y sonido

Los gráficos de Silent Hunter 3 son espectaculares, aunque como suele ser costumbre en estos casos, exigentes con vuestra máquina. Los efectos de luz sobre el agua, el oleaje del mar del norte en plena tempestad o el aspecto impecable de los acorazados ingleses no dejan dudas sobre el trabajo de Ubi al respecto.

El interior del submarino, también accesible como si de una interfaz viviente se tratase, está realizado con mimo y detalle, permitiendo acercarse a la idea de la atmósfera opresiva a la que estaban sometidos los marinos alemanes. Otro punto para los programadores.

Como aspectos negativos la aparición de las partículas en las explosiones (espectaculares por otra parte) causan unos saltos en nuestra tarjeta que dudo sean debidos a la onda expansiva, algún problema de rendimiento que debería cuadrarse, y la imposibilidad de cambiar la resolución por defecto, 1024x768.

El sonido es impecable, sólo tenéis que adoptar la cámara libre y oír paso de los proyectiles a vuestro lado, el rugido de vuestro submarino persiguiendo a un mercante a toda máquina o los estallidos eléctricos de una tempestad en el canal de la mancha, al oleaje tan sólo le queda salpicar desde la pantalla. La banda sonora, sin embargo, es un poco... digamos sosa, tal vez algún tema clásico de la época no habría estado de más.

Guión

Desde 1939 a 1945 tu misión consiste en sobrevivir y acumular el máximo tonelaje enemigo. No esperes ganar la guerra tú solo, pero tus logros te permitirán tener el mejor submarino, la mejor tripulación del Atlántico y quien sabe si una cita a solas con Adolfo.

Jugabilidad

Excelente, sin necesidad de ser ningún adicto a los simuladores, como es el caso del redactor aquí presente. Desde el nivel de realismo más bajo es fácil ascender movido por la curiosidad hasta llegar a creerse todo un lobo de mar.

La intuitiva interfaz está basada en iconos, ocupan la parte izquierda de la pantalla, y una barra de control en la inferior. Desde la barra lateral podemos acceder a diversas secciones y opciones del submarino, como la estación de control, el mapa cartográfico, la asignación de personal, etc. En la barra inferior controlaremos el rumbo, la profundad y la velocidad, así como la compresión temporal, los informes de nuestro hombres y las opciones de dialogo con nuestros oficiales.

La campaña dinámica permite que las partidas no sean iguales unas a otras, y evitan el anquilosamiento de las misiones prefijadas, que haberlas haylas, pero pierden atractivo frente al modo principal

El juego también cuenta con un modo multijugador, pero no esperéis escenitas 'Octubre Rojo', sólo cooperativo y competición.

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Silent Hunter III está en ingles. No es que sea un drama ya que importan más los números que la inexistente verborrea, pero los chicos de flotilla 24 han hecho a su cuenta y riesgo una excelente traducción que no está de más.

Estrategia y trucos

El que mucho abarca poco aprieta. Obedece al refranero popular y comienza por un grado de realismo bajo. Antes de la campaña es indispensable pasar los exámenes de adiestramiento y hacer alguna que otra misión para probar tus aptitudes.

Una vez estés hecho todo un pecho-lobo-de-mar es hora de desarrollar tus propias estrategias, pero para empezar, y como el propio manual ya indica, comienza por una buena aproximación, el mejor ángulo de ataque es de noventa grados y pasando inadvertido el mayor tiempo posible. Una vez sepan dónde estás los destructores enemigos se te pegarán con cola y los mercantes se alejarán de ti haciendo molestas eses. Si tropiezas con un mercante solitario, saca el cañón de proa a pasear y no pierdas el tiempo intentando colarle un torpedo.

Manual

En castellano, de 42 páginas en colores negro y azul pastel. Antes de jugar... LEETELO, recuerda que el juego va de un submarino, no un x-wing, así que no esperes saber como funciona por intuición divina, que luego los foros se llenan de preguntas tontas...

Comprándolo con...

... su antecesor Silent Hunter II, la tercera entrega tiene mejores gráficos, mejor interfaz, y sobre todo mejor campaña, todo un paso adelante.

Las sensaciones que evoca al lograr acertar con ese torpedo que has calculado tú solito y que rebota en el casco. La ausencia de las manadas de lobos (¿dónde están los otros submarinos?). Pequeños detalles como la censura en forma de esfera blanca sobre el símbolo nazi a modo de prevención contra el porno.

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