Los lobos del Índico

El mundo de los simuladores es, a pesar de no contar con la aceptación de un público mayoritario, tan vasto como otro género cualquiera; es más, se diría que sin contar más que con el público fiel de siempre, cada día goza de más éxito entre los neófitos. Y es que, o bien los nuevos motores gráficos aumentan el atractivo para echarle unas cuantas horas a un juego así, o bien las empresas están haciendo grandes acopios para acercar sus productos a todos aquellos que miran más con miedo que con curiosidad los abultados manuales que presentan.

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El caso del equipo de Ubisoft Bucarest se encuentra a mitad de ambos caminos: la saga Silent Hunter es todo un referente en el mundo de los submarinos, y con esta última entrega, Wolves of the Pacific, ha sabido mantener balance entre la espectacularidad, la diversión y la fidelidad tanto histórica como del medio de transporte que pretenden representar. Por ello, no tardó en convertirse un éxito más que notable a pesar de los bugs comunes durante sus primeras semanas en lanzamiento.

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Su expansión no se ha hecho tardar demasiado, y en un año hemos podido ver aproximarse a este título que no tiene más pretensión que ahondar sobre lo ya visto, aportar alguna nueva experiencia que otra y poco más. Dicho esto, relataremos los pros y contras de los nuevos contenidos en exclusiva; para ver qué ofrece Wolves of the Pacific lo mejor es echarle un vistazo al profundo análisis que hicimos en su día.

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Los añadidos en forma de campañas toman forma con dos nombres: 'Hacia el Este', situada en el año 1943, y 'Fortunas de la Guerra', en el año antes de la caída del nazismo. El lugar donde se desarrollarán ambas será el océano Índico, contrastando con el Pacífico que vimos en el anterior título. Por supuesto, y dada la alianza oriental, tendremos disponibles los puertos de Penang, Singapur, Batavia y Surabaya para poder desplegarnos a placer.

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Se nos encomendarán objetivos que varían entre lo clásico de la serie y algunos nuevos, que aprovechan el contexto histórico que los vehículos representan. Así, tomaremos más de una patrulla, como es lógico, mientras que por otro lado interceptaremos comunicaciones entre los enemigos o transportaremos mercancías con los nuestros.

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En cuanto a las nuevas unidades, tendremos por el lado alemán los cruceros tanto pesados como auxiliares, y por el japonés estarán el crucero de grupo y las unidades de destacamento. Pero la mayor adición se encuentra en el uso de elementos de guerra que van más allá del propio submarino, en especial los aviones de apoyo tanto japoneses como alemanes. Sin ser demasiado verídico respecto a la realidad -aunque dichas peticiones tenían lugar en ciertos contextos-, le añade un grado estratégico importante.

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Así, sin tomar control directo pero llevando un estricto seguimiento estratégico, podremos usar dicha ayuda para poder tomar contacto con el enemigo desde la distancia, arriesgando en el proceso recursos, claro. Utilizar el recurso a la ligera supondrá la penalización de vernos indefensos en siguientes ocasiones, con dos compañeros muertos y con el enemigo descubriendo nuestra posición inútilmente.

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En las misiones, esto se traducirá en que podremos enviar aviones de reconocimiento para explorar un área mucho más importante que si lo hiciéramos solos, y sin requerir apenas tiempo en el proceso. Por supuesto, también podremos hacerlo en situaciones desesperadas donde nos veamos sobrecogidos por la potencia enemiga; en ese caso, los aviones harán parte del trabajo sucio y nos limpiarán el terreno.

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