Signalis
- PlataformaXBO8.5NSW8.5XBS8.5PS58.5PC8.5PS48.5
- GéneroAventura, Acción
- Desarrolladorrose-engine
- Lanzamiento27/10/2022
- TextoEspañol
- EditorHumble Games
Signalis, análisis. La gran sorpresa de terror y ciencia ficción de 2022
Rose-Engine nos conquista con un survival horror bien diseñado, sólido y con una historia sobrecogedora. Si te gusta el género, no te lo puedes perder.
El pasado mes de julio os hablamos de Signalis, un título que llamó poderosamente nuestra atención nada más verlo. Su fascinante ambientación de ciencia ficción, su apuesta por las mecánicas habituales del survival horror de los 90 y su estilo gráfico fueron algunos de los motivos. “Una declaración de amor a los clásicos de terror de PSX”, decía el Blog Oficial de PlayStation sobre el juego.
Las fuentes de inspiración de sus creadores tampoco nos dejaron indiferentes: Stanley Kubrick (El Resplandor y 2001: Una odisea en el espacio), David Lynch (Twin Peaks, Terciopelo Azul y Mulholland Drive) e Hideaki Anno (Neon Genesis Evangelion). Al leer tales nombres era lógico tener muchas expectativas, y después de completar el juego llegamos a una conclusión: estamos ante una de las sorpresas de 2022.
Gestalt, Replikas y la mujer de cabello blanco
No, no estamos hablando de Nier, aunque el concepto no queda demasiado lejos del proyecto Gestalt & Replicant sobre el que gira la obra de Yoko Taro. En Alemania, uno de los países con mayor protagonismo en la historia del juego —ya entenderéis por qué—, Gestalt viene de “forma” y Replika debe su nombre, como resulta evidente, a “copia”. El primero es una persona como cualquiera de nosotros, mientras que el segundo es un androide fabricado para trabajar a su lado. Mano de obra barata.
Nosotros encarnamos a Elster, la Replika de la mujer que la acompañaba a bordo de su nave espacial momentos antes de sufrir un accidente y estrellarse en un planeta lejano, en las inmediaciones de lo que parece un enorme complejo minero. Nuestro objetivo es encontrarla, aunque tal y como podéis imaginar, la situación es desalentadora y ni siquiera sabemos si sigue con vida. Y lo que es peor: las cosas se ponen muy feas desde el primer momento, ya que apenas necesitamos unos segundos para notar que algo no va bien.
La ambientación de Signalis es sobrecogedora de inicio a fin. Por un lado, el hecho de estar atrapados en un planeta helado es más que suficiente para que nos sintamos muy pequeños en el inverso. Por otro, el tono oscuro de la historia y los horrores que se perciben en el interior del enorme complejo nos hacen permanecer alerta en todo momento. Para más inri, Elster parece tener algún tipo de corrupción en su chip de memoria, pues no son pocas las veces que la pantalla muestra una serie de visiones realmente perturbadoras. Solo tenemos una pista: una mujer de pelo blanco. Eso es todo lo que hay que saber.
El guion del juego se desarrolla tanto con estos flashbacks, como a través de numerosos documentos de texto que encontramos conforme exploramos, al más puro estilo de los survival horror de toda la vida. Y la historia, además de una premisa de lo más inquietante y un ritmo que no decae en ningún momento, nos tiene en vilo hasta el final y se apoya en un trasfondo muy atractivo: una visión del futuro en el que la rivalidad entre comunismo y capitalismo tiñen de sangre los planetas colonizados por el ser humano.
Una oda al survival horror
Podríamos resumir nuestra experiencia diciendo que es como jugar a una mezcla entre Resident Evil y Silent Hill, así de simple. Pero hay mucho más. Desde el día de su anuncio, Rose-Engine quiso dejar claro que se trata de un título hecho por y para fans de la fórmula que caracterizó al género survival horror en la década de los 90, y eso es algo que se nota en todos y cada uno de sus detalles no solo por la propuesta jugable, sino por la carta de amor que escribe hacia las obras que lo inspiran en cada paso que damos.
Tenemos un mapa que necesitamos consultar a menudo, en el que poco a poco vamos visualizando un escenario extenso, profundo y muy bien diseñado. No faltan las puertas bloqueadas que se cuentan por docenas, los mecanismos extraños con los que no siempre es posible interactuar de inicio ni los lugares seguros que nos permiten guardar partida. Y mientras avanzamos, más y más guiños como una sala en la que, además del punto de guardado y el baúl de objetos, de fondo suena Claro de Luna de Beethoven. Puede que sea una casualidad, al igual que ese plano industrial y decadente del mundo en el que nuestras peores pesadillas se hacen realidad. Eso sí, aquí no hay niebla ni suena ninguna sirena.
¿Puzles? Por supuesto; muchos y variados, de esos que incluso nos obligan a coger un folio en blanco y un bolígrafo, anotar pistas y sacar a relucir nuestro ingenio. ¿Objetos? Decenas de ellos; desde items curativos y municiones, hasta elementos clave que debemos inspeccionar o combinar con otros. Y llaves, muchas llaves. ¿Gestión del inventario? Tanto o más que en los grandes clásicos del género, ya que no son pocas las ocasiones en las que tenemos muchos frentes abiertos: dos códigos apuntados por aquí, cinco puertas cerradas por allí, cartuchos de escopeta que nos toca descartar porque no tenemos espacio para más... Y mucho backtracking; acabaréis conociendo el escenario mejor que vuestra propia casa. Los creadores de Signalis sabían perfectamente qué teclas tocar.
Una de las grandes sorpresas 2022
Más allá de lo mucho que nos alegra ver a un estudio apostar por las mecánicas del survival horror tradicional, la realidad es que Signalis brilla con luz propia por muchos otros motivos. La dirección de arte convence desde el primer momento y su uso del pixel art es realmente fantástico, el movimiento del personaje es muy satisfactorio tanto a la hora de explorar, como de combatir a los enemigos y por si fuese poco, es un juego diseñado con inteligencia, con una duración óptima (7-8 horas) y muy equilibrado; siempre hay algo que hacer y el ritmo no decae en ningún momento.
Mención especial merece la manera en la que la luz y el sonido interactúan con los enemigos. Por un lado, si no entramos en su campo visual y optamos por caminar en lugar de correr, es posible huir de la gran mayoría de ellos. Sin embargo, tanto la radio —aquí se usa para resolver puzles descubriendo frecuencias determinadas— como la linterna nos convierten en la presa perfecta. Y claro, a veces es necesario valorar en qué lugar y momento es más adecuado hacer uso de ambas.
Enemigos que, dicho sea de paso, no destacan por su variedad, ya que no hay demasiados diferentes y los jefes finales tampoco destacan por su abundancia. Pero bueno, no todo iba a ser perfecto. Eso sí, sus diseños son retorcidos y alguno que otro nos ha recordado a las famosas enfermeras del Hospital Alchemilla de Silent Hill. Por suerte, no estamos obligados a luchar, y si decidimos hacerlo, el sistema de combate es muy satisfactorio, ya que su funcionamiento es sencillo y preciso. En cuanto a las armas, pistola, escopeta, revólver y algún que otro juguetito pesado. El arsenal habitual.
También nos ha gustado mucho la forma en la que Signalis nos cuenta su historia, ya que a veces se olvida por completo de lo que podríamos definir como el juego principal y nos sumerge en recuerdos jugables que existen en la mente de otros personajes; visiones perturbadoras en las que jugamos varios minutos en primera persona. El resultado es original y su integración con el resto de la aventura potencia la ya de por sí soberbia ambientación.
En resumidas cuentas, hemos quedado tan sorprendidos como satisfechos tras completar Signalis. Y vamos más allá: no tenemos duda alguna de que cualquier fan del género que decida darle una oportunidad quedará encantado con él. Por más que busquemos, nos resulta muy difícil encontrarle defectos graves, más allá de cierta incomodidad —en algunos casos— al recoger objetos y abrir puertas, ya que es necesario colocarse en una posición exacta para llevar a cabo la interacción. Seguro que podéis lidiar con ello.
Conclusión
Signalis es una de las sorpresas del año y una apuesta segura tanto para los amantes del survival horror de siempre, en esa vertiente que se elevó a los altares en los 90 gracias a títulos como Silent Hil y Resident Evil, como para los aficionados al terror y la ciencia ficción. Con una historia que atrapa, una ambientación de 10 y un diseño inteligente, el juego de Rose-Engine se convierte en un imprescindible para cualquier seguidor del género. Un título muy sólido, en el que sus defectos son anécdota comparados con la cantidad de virtudes que pone sobre la mesa.
Lo mejor
- Una carta de amor al survival horror de los 90: exploración, supervivencia, puzles, gestión de recursos, backtracking...
- Si te gusta la ciencia ficción, su ambientación e historia te atraparán desde el primer momento
- El trasfondo del guion y los temas sociales y políticos sobre los que gira
- Siempre tiene un AS bajo la manga para sorprender: los cambios de cámara, el uso de la luz y el sonido, los flashbacks...
- La cantidad de guiños a clásicos como Resident Evil y Silent Hill, entre otros
Lo peor
- El repertorio de enemigos no es demasiado variado
- En ocasiones, la interacción con puertas y objetos no es del todo precisa
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.