La génesis de los 16 bits

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Viejos tiempos fueron mejores... Muchos somos los perros viejos que, desde nuestra ya veterana perspectiva dentro de la industria, pensamos que la actualidad del videojuego desmerece sobremanera de lo que vivimos allá por los tiempos de las consolas de 16 bits (y más aún en lo que a la edad de oro de los 8 bits se refiere). No se puede negar que el panorama audiovisual de hoy impacta y se acerca más aún a un idilio cinematográfico con la realidad virtual, pero la vieja escuela, por añoranza o mera ceguera, sigue quedándose con lo que otorgaba el software de antaño.

Pero bueno, tampoco vayamos a convertir esta review en el ya clásico debate sobre lo viejo y lo nuevo. Dirijamos nuestras miras al producto que nos presenta Sega, que recopila lo mejor de la compañía dentro de la que fue su consola de videojuegos más exitosa. Sega Megadrive Collection agrupa en un dvd algunos de los nombres que hicieron grande la era de los 16 bits, donde tienen peso títulos como Sonic, Golden Axe, Altered Beast, Phantasy Star o Comix Zone.

Como viene siendo habitual en este tipo de lanzamientos, los responsables de convertir el código de los originales a las plataformas actuales han sido los competentes programadores de Digital Eclipse, verdaderos especialistas en eso de emular a los viejos clásicos en las consolas de hoy. Autores de los Capcom Classics Collection, Midway Arcade Treasures y del inminente Castlevania Symphony of the Night para Xbox Live Arcade, este equipo ha demostrado su valía en numerosas ocasiones, y en el caso que nos ocupa vuelven a ratificar que, en este campo, son los número uno.

Sega Megadrive Collection contiene en sus entrañas 27 juegos que, en su día, triunfaron en la consola Megadrive. Aparte, se han incluido una serie de extras que, al más puro estilo de los logros de Xbox 360, se irán desbloqueando a medida que vayamos evolucionando. Accesorios tales como multitud de entrevistas (ciertamente interesantes, por cierto) o algunos clásicos de Sega en su versión arcade (como por ejemplo el sin par Altered Beast) componen unos extras la mar de majos, e indiscutiblemente atractivos de cara a la galería.

Alex Kidd in the Enchanted Castle: Programado por Sega en el año 1989, es la continuación de un clásico de Master System que, a su vez, era algo así como la respuesta de la compañía al Super Mario de Nintendo. Plataformas al viejo estilo.

Altered Beast: Uno de los incunables de la compañía. Si bien con el tiempo la calidad de la conversión dejaba algo que desear, en su época (1989) se destapó como uno de los auténticos baluartes de la consola. Beat'em up mitológico de corte clásico.

Bonanza Bros: Los infames ladrones Robo y Mobo juegan en un cartucho donde prima la acción más clásica a la par que un sistema de infiltración tan innovador como divertido. Juego bizarro donde los haya y uno de los éxitos de la compañía en 1991.

Columns: Una variación del popular Tetris, tal vez de las más conocidas. Programado en 1990, el juego se ambienta en la civilización fenicia, donde tendremos que organizar gemas de colores para hacerlas desaparecer. Todo un clásico.

Comix Zone: He aquí uno de los últimos bombazos de la consola Megadrive. Un innovador juego de lucha cuya estética tipo cómic resulta a todas luces rompedora. Contundente e increíblemente jugable, este difícil juego arrasó en las listas de venta de 1995.

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Decap Atack: La era pre-Sonic dio para muchos plataformas que, a día de hoy, pasan desapercibidos. Este arcade de 1991, sin ser resultón, divierte lo suyo y aporta numerosos detalles de originalidad en base a su extravagante protagonista, una momia zombi.

Ecco the Dolphin: Obra de los húngaros de Novotrade, resultó un experimento tan atractivo como infructuoso de cara a la jugabilidad. Indudablemente exótico, este programa de 1993 se hacía valer gracias a la brillantez artística de todo el conjunto.

Ecco The Tides of Time: Un año después, la secuela de Ecco veía la luz con muy pocas innovaciones, y la misma extraña jugabilidad. Se añadían recorridos en tres dimensiones y la posibilidad de transformar nuestro delfín en distintos animales.

Ecco Jr.: En 1995 Sega nos daba la posibilidad de volver a la invancia de Ecco, explorando el océano con sus amigos la orca Tara y el bebé delfín Kitnee. Más de lo mismo, pero minimizado en belleza y reduciendo sus prestaciones jugables mirando a los más pequeños de la casa.

Flicky: Diseñado por uno de los creadores del Sonic original, este simpático arcade de 1991 fue versionado a una precoz Megadrive manteniendo todas y cada una de las premisas del juego original. Más profundo de lo que parece a primera vista.

Gain Ground: En el mismo año de Flicky, este curioso arcade de toques roleros se viste de gala a la hora de jugar con un amigo. Es entretenidillo, pero hay que reconocer que no ha envejecido demasiado bien.

Golden Axe: En 1989 un título como Golden Axe vendía consolas. La conversión que realizó Sega del fantástico arcade se ve reflejada en Megadrive como uno de los mejores ports de la historia de los 16 bits, aún siendo inferior a la que programó Probe para Amiga. Un auténtico clásico incunable.

Golden Axe II: Dos años después, la épica serie continuaba con un título exclusivo para la 16 bits de Sega. Se mantienen las mismas premisas básicas y se recrea un beat'em-up casi tan sobresaliente como el original.

Golden Axe III: El menos apreciado de la trilogía vio la luz en 1993, con todas las directrices de sus predecesores y, por otra parte, siendo considerablemente más feo a nivel visual. Como curiosidad, ésta es la primera vez que está disponible fuera de Japón.

Kid Chamaleon: Juego de plataformas ciertamente peculiar, con un carisma fuera de toda duda. Poco antes de la salida de Sonic, Kid Chamaleon era el particular referente del género allá por 1992 en la negra de Sega.

Phantasy Star II: En 1989 llegaba esta serie de rol a los 16 bits, tras su triunfante paso por Master System. Ayuda a Rolf a descubrir los problemas que sufre la entidad que controla el planeta, Mother Brain.

Phantasy Star III: Dos años después, Phantasy Star veía continuada su saga con un rpg bastante más complejo, incluyendo incluso diferentes finales que dependían de con quién se sacaba el protagonista. Para muchos, la oveja negra de la serie, debido a que no se parecía demasiado a sus predecesores.

Phantasy Star IV: El último Phantasy Star por turnos antes de que la serie saliera como juego online. En 1994, cuando vio la luz, el precio de venta era de casi 100 dólares... ¡y bien que lo valía!

Ristar: En 1995 salió a la venta este simpático cartucho, capaz de mirar cara a cara a los Sonic en lo que a calidad se refiere. No en vano, este plataformas fue desarrollado por el mismísimo Sonic Team en su mejor forma.

Shinobi III: Si bien lamentamos la no inclusión de Shadow Dancer o The Revenge of Shinobi, esta tercera parte demostró en 1993 que era un arcade impresionante. En su día, Sega retrasó su salida un año para mejorarlo, cosa pocas veces vista en esa época.

Sonic The Hedgehog: Qué podemos decir de esta maravilla atemporal... En 1991 el erizo de Sega sorprendió a propios y extraños gracias a su desbordante calidad. Muchos fueron los que adquirieron una Megadrive tras alucinar en colores con Sonic.

Sonic The Hedgehog 2: Sólo un año después Sonic veía continuado su legado, con un plataformas mucho más rápido y adictivo. Espectáculo audiovisual sin parangón en uno de esos juegos que, como los buenos vinos, mejoran con el paso de los años.

Super Thunder Blade: Este arcade de Sega arrasó en los recreativos con su sensacional helicóptero y ese mundo lleno de scaling. En 1989, la conversión de Sega trató de igualar el éxito, pero se quedó sólo en el intento. Aún así, un shoot'em-up muy correcto.

Sword of Vermilion: Prematuro juego de rol que intercalaba vistas cenitales con exploración de mazmorras en primera persona. En su época (1990), debido a su inocente complejidad, incluía un cuadernillo de más de cien páginas con pistas.

Vectorman: Uno de los últimos cracks para la consola. En 1995 consiguió enganchar a los más escépticos gracias a sus particularidades técnicas, que se apoyaban en un furioso arcade de acción, al estilo Contra.

Vectorman 2: Poco más de doce meses tardó Vectorman en verse dentro de una secuela, de iguales notables formas que el original. En su momento, se estuvo planeando un nuevo Vectorman para Playstation 2, pero se canceló el proyecto en un estado temprano.