De miedo

Del cine al ordenador, esa es la pretensión de la nueva incursión del perro más miedica y comilón de Hanna-Barbera en el mundo del software de entretenimiento. La película no es que destaque precisamente por su calidad... ¿ocurrirá lo mismo con el juego?.

Algo raro-raro-raro debe ocurrir cuando el binomio cine-videojuegos lleva siempre asociado el desinterés del gran público. Antaño ocurría precisamente lo contrario; grandes compañías como Ocean o US Gold se encargaban de que esperásemos con los brazos abiertos la llegada de bombazos en forma de "Robocop", "Platoon" o "Los Goonies", por citar algunos ejemplos, recordados por ser éxitos en los ordenadores y consolas de 8 bits. Pero ahora la situación es muy diferente...

A día de hoy, el fenómeno en sí continúa. Una gran mayoría de películas altamente comerciales tienen su correspondiente versión para consolas y ordenadores PC. Claro ejemplo de ello es que, en esa pequeña genialidad portátil que es Gameboy Advance, un gran porcentaje del software proviene de los cines. Y el caso es que, desgraciadamente, el viejo reclamo de poner un nombre famoso a un juego mediocre es el truco más viejo que existe para atraer al personal más inocente.

Evidentemente, todo caso tiene sus excepciones. Ahí están obras más de notables como los recientes juegos basados en la trilogía fílmica de "El Señor de los Anillos" o la estupenda recreación de Stallone en el "ROCKY" de Rage, pero está claro que en la gran mayoría de los casos, los programas con licencia del celuloide son dignos de quedarse en el cajón de los olvidos. Y por desgracia, este Scooby Doo para PC va por esos mismos derroteros...

Al que esto suscribe no es que le incite demasiado un título basado en la segunda entrega fílmica del perro creado por los animadores de Hanna-Barbera. Todo hay que decirlo, a pesar de ello, un servidor siempre ha sido fan de estos dibujos animados, que durante tantos y tantos años nos han divertido cuando eramos jovencitos los viejos como yo, pero las informaciones que iban surgiendo gota a gota de este nuevo producto informático no auguraban nada bueno. O al menos, nada excepcionalmente positivo...

Y es que, lo que en un principio parece todo un regalo para los amantes de las aventuras gráficas, por la impresión de los primeros minutos de partida o de las imágenes que iban circulando, termina convirtiéndose en una insípida sucesión de minijuegos. Desde los típicos puzzles de escritorio a versiones un tanto infumables de clásicos de las maquinitas hand-helds... Un producto que a día de hoy no tiene más salida que el juntar alrededor del ordenador a los menos exigentes de lo más pequeño del hogar.

Lo malo es que, potencialmente, lo tenían todo para hacer una aventura gráfica de esas que los más veteranos del mundo pecero echamos de menos. Los desarrolladores tenían un engine más que competente, un argumento loco y divertido al viejo estilo y unos personajes que se podían explotar de múltiples formas. Pero las secuencias de introducción de cada fase, realizadas al más puro estilo de las aventuras de LucasArts o Sierra, llevan directamente al soporífero tostón de superar uno tras otro diversos juegos cuya mecánica se antoja más prehistórica que los propios dibujos animados.

Ello puede deberse al hecho de que los programadores, aún con una buena base técnica, no tendrían los suficientes recursos para diseñar una aventura gráfica (la estructura de puzzles, el combinar el guión con estos, etc.), o simplemente porque las empresas editoras apenas se quieren arriesgar con un género que apenas mueve mercado. Pero la verdad, dirigir el programa a una serie de minijuegos de los de antaño es, prácticamente, un suicidio en el duro de cara a las ventas. Ya podrían haber tomado nota de las antiguas aventuras gráficas de Scooby Doo que en su día vieron la luz en Super Nintendo y Megadrive...

Por decirlo de alguna manera, en las escenas de transición y en aquellas que se asemejan a una aventura gráfica, SCOOBY DOO se convierte en el hermano pobre de Syberia, por citar algo de "parecidas" formas como referencia. Evidentemente, el juego del perro miedica se queda muy atrás de las aventuras de la abogada Kate Walker. Más aún, quitando el hecho de que algunos personajes como Shaggy o Scooby están bastante bien renderizados, el resto de elementos destila la desgana de un producto de encargo realizado para salir del paso.

Aún así, la calidad de imagen no será en absoluto desestimada por los más pequeños de la casa. Ahí tendrán a los reflejos poligonales de los actores que interpretan en la película a los personajes de Mystery Inc, con un conseguido parecido. La verdad es que los gráficos tampoco son tan nefastos como para dramatizar, pero lo conseguido a estas alturas, aunque sea en un título enfocado para los críos, en un tanto inaceptable. Gran culpa de ello la tiene, sin duda alguna, la mecánica de juego, que contagia su despropósito al conjunto en sí.

En cuanto al sonido, pues lo más destacable es decir que podremos escuchar las voces originales de Sarah Michelle Gellar, Freddy Prince Jr y demás actores del reparto original, hecho el cual molaría mucho si hablasen en algo parecido al idioma de Cervantes. La versión para analizar que nos ha facilitado la distribuidora conservaba aún los diálogos en inglés, así que no sin no se solventa dicho desaguisado, no quedará más remedio que acudir a los subtítulos para aquellos que no siguieron en su día los programas de Muzzy.

La música y los sonidos no destacan en absoluto. Algunos han sido pillados directamente de los cartoons, mientras que la banda sonora es meramente testimonial. Está ahí, pero como si no lo estuviese... En fin, a la altura del programa, como cabría esperar.

Jugabilidad

Al ver un producto como este, se me ocurren muchas cosas, se me viene a la cabeza una diarrea mental que, ciertamente, con otros juegos no ocurriría ni mucho menos. El planteamiento meramente infantiloide y sencillito de este SCOOBY DOO! UNLEASHED da que pensar si planteamos algunos factores digamos... "interesantes" para un freak del videojuego como el que esto suscribe.

No siendo mal pensados, podemos llegar a la conclusión de que los programadores han querido regalar a los más jóvenes de la casa un programa especialmente enfocado para ellos. No un título educativo ni nada por el estilo, sino una teórica fuente de diversión clara y sin complicaciones para la más tierna infancia. Pero... ahí es donde entran las conjeturas y demás extravagancias que, por otro lado, creo que son razonamientos del todo correctos.

Amparándonos en la calidad global de este juego de Scooby, bastante pobre para lo que se presenta hoy día en un mundo donde FAR CRY o PAINKILLER son los nombres que más suenan, no se me ocurre otra cosa mejor que mirar al pasado. Pero no al de hace un par de años o así, no... sino precisamente a los años ochenta. SCOOBY DOO! 2: DESATADO presenta una jugabilidad a la antigua usanza, minijuegos del tipo recorrer un laberinto, empujar bloques o recoger gente que cae bajo un eje horizontal. Y yo me pregunto...

¿No había en sistemas clásicos, míticos o vetustos (elige el calificativo que prefieras) como VCS, MSX, Spectrum o Colecovision títulos de similar planteamiento pero cien por cien adictivos y bien realizados? ¿No estaba esa genialidad llamada Pitfall? ¿No existía ese rompecabezas tan adictivo de nombre King's Valley? ¿No permanece en nuestra memoria el maravilloso Trap Door? ¿Y Mr Do?

O sea, con todo esto quiero decir que, para entretener a los niños ya existen mil y un clásicos de infinita calidad jugable. Juegos con pruebas similares, habilidad y puzzles básicos desarrollados con un potencial al que "Unleashed" no llega ni de lejos. O el binomio de jugabilidad y educación por excelencia, el Monkey Academy de Konami para MSX, toda una obra maestra de 1984. Es por ello que, a estas alturas, me parece un poco triste el hecho de que se saque al mercado un producto tan soso como este que nos ocupa.

Para minijuegos y puzzles, podrían haber aprendido un poquito de SKYZO. La obra de Micronet es bastante humilde a nivel técnico, pero supera con denotada solvencia sus límites para concentrarse en todo un ejercicio de ambientación y quebraderos de cabeza verdaderamente desafiantes y adictivos. O mejor aún, cualquier recopilatorio de minijuegos realizado por esa gran compañía que es Nintendo le da mil vueltas a nuestro peliculero juego. Tan sólo echadle un vistazo al maravilloso WARIO WARE...

Guión

Una pena que hayan encubierto bajo una aventura gráfica la flojísima sucesión de puzzles y jueguecitos que es este SCOOBY DOO! 2: DESATADO. Pero bueno, lo que trata de narrar este programa es, más o menos, lo mismo que la película. Una serie de monstruos y fantasmas, anteriormente desenmascarados ya por el grupo Mystery Inc, vuelven a la vida para lo de siempre, fastidiar y timar al personal. Y ahí es donde están nuestros chicos y ese pedazo de perro para solventar el problema.

Comparándolo con...

Como se ha dicho antes, SCOOBY DOO! 2 DESATADO palidece ante la simple idea de compararlo con los más actuales títulos recopiladores de minijuegos. Cierto es que en PC la carencia de este tipo de programas es palpable, pero con títulos como este, la idea se entoja bastante prescindible. Desde luego, sólo hay que mirar los representantes que tiene Nintendo en sus consolas, léase WARIO WARE o incluso los MARIO PARTY y demás maravillas para darse cuenta de la dejadez del juego que nos ocupa en este análisis.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

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