Saw II: Flesh and Blood
- Plataforma3604.5PS34.5
- GéneroAcción
- DesarrolladorZombie Studios
- Lanzamiento21/10/2010
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorKonami
Jigsaw te puede matar... de aburrimiento
Con seis entregas a sus espaldas y la séptima perfilándose en el horizonte, no se puede negar que Saw ha sido una de las sagas más rentables y prolíficas del mundo del celuloide. No en vano, las rebuscadas artimañas de Jigsaw y el alto nivel de suspense, intriga y violencia del que hacían gala las primeras películas catapultaron este sanguinario universo al estrellato. En vista de esta situación, era predecible una adaptación al mundo del videojuego. Después de una primera entrega con algunas buenas ideas aunque envuelta en un halo de mediocridad en muchos apartados, llega la secuela y con ella se desvanecen todas las esperanzas puestas en la mejora de sus puntos más flojos.
Hace aproximadamente once meses irrumpía en nuestras consolas la primera entrega de Saw, adaptación al mundo de los videojuegos de la película homónima que nos proponía una lucha constante por la supervivencia a manos de Jigsaw, el macabro asesino que castiga a los que él considera pecadores, obligándolos a superar duros retos que ponen a prueba su resistencia física y, sobre todo, su cordura. Si bien las adaptaciones de conocidas licencias, ya sea en el mundo del cine, cómic o dibujos animados no suelen salir muy bien paradas en cuanto a valoraciones por parte de crítica y público se refiere, parecía que esta tendencia estaba cambiando con aportaciones como Batman: Arkham Asylum o Spiderman: Shattered Dimensions, productos que han demostrado que no lucen un nombre conocido sólo para obtener dinero fácil a costa de un desarrollo poco trabajado. Desafortunadamente, en el caso que nos ocupa no ocurre como estos dos últimos ejemplos. Sabremos el porqué a continuación.
En esta ocasión, el protagonismo de la historia recae sobre Michael, hijo del detective Tapp, protagonista de la primera entrega. Éste se ha convertido en el nuevo blanco de Jigsaw y se verá envuelto rápida e irremediablemente en su macabro juego, mientras intenta a su vez descubrir los motivos que rodean a la muerte de su padre. Nos encontramos con una secuela tremendamente continuista, no sólo en argumento, también en sus formas con algunas variaciones. Es bastante importante entonces aunque no indispensable, conocer la historia y sus personajes, que ayudarán a sumergirnos en la ambientación y su trasfondo. De no ser así, un jugador primerizo en la saga se podría sentir bastante desconcertado.
Al igual que en la anterior entrega, nuestro cometido principal consiste en avanzar superando las frecuentes trampas que Jigsaw ha dispuesto en los entornos que visitamos, y resolver numerosos puzzles y minijuegos que dificultan constantemente nuestros avances. Del mismo modo que en las películas, a menudo encontraremos contratiempos que dificultarán nuestra progresión en forma de trampas en las puertas, cerraduras que desbloquear, algunas puertas que se abren con una combinación numérica y otras que necesitan que arreglemos los circuitos eléctricos que permiten su apertura, entre otras artimañas. Encontramos objetos recolecables dispersos por el escenario en forma de marionetas, documentación y cintas de audio que nos aportan información relativa a esta cruda historia. El concepto parece variado, pero como veremos, es otra 'trampa'.
En nuestros primeros compases y como ya ocurrió con la entrada de esta saga en el mundo de los videojuegos, el desarrollo se antoja bastante variado y dinámico, gracias a los distintos sucesos que nos irán ocurriendo muy en la línea de las películas. El problema, es que transcurridas pocas horas el desarrollo se vuelve cansino hasta extremos muy elevados, haciendo gala de unas mecánicas jugables que se repiten hasta la saciedad. Este factor, provoca que la experiencia se convierta en algo exageradamente predecible que elimina totalmente el factor sorpresa y la tensión que debería provocar un título de éstas características.
Las animaciones, en términos globales, resultan poco atractivas y denotan muy poco trabajo por parte de los desarrolladores. Los movimientos resultan toscos y robóticos y quedan bastante por debajo de lo que cabe esperar. Nuestro personaje se desplaza de forma bastante rígida, y algunos de sus movimientos dejan bastante que desear en la mayoría de situaciones, como por ejemplo en acciones tan cotidianas como abrir y cerrar una puerta o en los momentos de lucha. Otras veces, simplemente son inexistentes, como cuando encendemos un interruptor o recogemos un arma, que aparece como por arte de magia en nuestra mano.
Quizá uno de los aspectos mejor tratados en este título es el apartado artístico, muy acorde a lo que podemos ver en la gran pantalla. Aunque las localizaciones que visitaremos se parecen mucho entre sí, los escenarios cerrados, sucios y lúgubres crean una atmósfera bastante convincente. Por desgracia, toda la posible sensación de opresión y angustia que debería producir un título de estas características, queda anulada como ya hemos comentado por la previsibilidad de los acontecimientos. A esto se suma el flojo apartado técnico, que si bien en las películas el público con el estómago sensible tendría que girar la cabeza delante de ciertas situaciones, pese a que en el caso que nos ocupa hay el mismo nivel de violencia, la discreta puesta en escena no ayuda a que haya la más mínima credibilidad frente a lo que ocurre ante nuestros ojos.
El título llega a nuestras fronteras traducido al castellano manteniendo el doblaje en inglés, que alcanza un nivel más que suficiente, acompañado de música acorde a la saga y piezas de sonido ambiental que están algo por encima de el conjunto global. A pesar de todo, no es oro todo lo que reluce. Las expresiones faciales pocas veces acompañan a las voces de los personajes, y algunos efectos de sonido no están del todo sincronizados con la acción, en un apartado que podría haber mejorado notablemente con un poco más de tiempo de desarrollo para limar estas asperezas.
Mediocre
Podía ser pero no ha sido y tras pasar unos breves minutos con él quedará archivado en la estantería para no jugarlo nunca más. No lo compres, no digas que no te lo advertimos.