Carreras alocadas en circuitos ambientados en la ciudad de San Francisco.

Después de haber testeado este juego durante más de una semana tengo que decir que me siento un poco mareado, y es que no es para menos: prepárate para ponerte a los mandos de ocho vehículos con una peliculiaridad propia cada uno y recorrerte los 6 circuitos, que incluye el juego, de cabo a rabo. Vaya, vaya... Sólo 6 circuitos, ¿eh? Esta es la pregunta que se hicieron los programadores, y ¿a que no sabes qué es lo que hicieron al respecto?, pues dar la oportunidad de correr los susodichos circuitos en la modalidad Mirror (espejo) y Backwards (cambio de sentido). Esto hacía un total, haciendo las combinaciones pertinentes, de 24 circuitos... Mmmmm, ahora sí que vale la pena. Pues además tendrás diferentes modos de juego: One race (no hacen falta explicaciones), Circuit (el modo campeonato) y Practice (para recorrerte los circuitos sin límite de tiempo). Tras este planteamiento del juego inicial se esconde una conversión fidedigna de la recreativa original que más quisiera la PSX. Tú y tu coche Extreme estáis a punto de daros un garbeo por las calles más principales de San Francisco. ¿Que no sabes dónde está el Golden Gate? No importa, tú llega a la meta que allí estaré yo para llevarte de visita.

  g r á f i c o s

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El apartado gráfico es uno de los más cuidados del juego, ten en cuenta que viene de una recreativa, y últimamente los arcades se basan en gráficos alucinantes. Lo primero de todo es hablar de sus puntos fuertes. Las calles de San Francisco están representadas como en la realidad, con unos gráficos 3D poligonales, y con unas texturas que quitan la respiración. Sobre todo, muy variadas. Los coches también están especialmente cuidados. Los impactos que se produzcan en la carrocería de tu coche (que no serán pocos) se quedarán marcados hasta que una explosión provoque el cambio de vehículo. Tanto realismo quieren transmitir que las ruedas se dejan la piel en el asfalto cuando aceleramos bruscamente o nos encontramos a velocidad extrema en una curva. En este sentido, los gráficos están muy conseguidos. El colorido es la nota predominante en el juego, alejándose de la monotonía de juegos como Automobili Lamborghini. Pero, ¿qué tal anda de velocidad el juego? Su propio nombre lo indica: Extreme Racing. La suavidad y velocidad extrema con la que se mueven los polígonos hacia el coche es inconmensurable, excepto en los saltos, donde los polígonos comienzan a crearse en los laterales. Y para finalizar los puntos fuertes, hay que hablar de las explosiones (ten en cuenta que son el eje fundamental del juego), y los pequeños detalles en los circuitos (carteles anunciando juegos de Midway). En los puntos malos habría que destacar el uso indiscriminado de la niebla para ocultar la línea del horizonte, que en ocasiones no te deja saber en qué dirección vas a girar; la poca definición que tienen las texturas, ya que todas se hacen borrosas a la hora de ponerse en pantalla, y la calidad de las mismas, porque la mayoría de edificios parecen planos. Aun así, estos puntos malos no empañan la grandiosidad del juego.

  s o n i d o

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Aquí topamos con la limitación de la consola. La música MIDI intenta imitar lo más posible la de la recreativa, pero en ningún momento llega a tener la calidad CD de la que gozan las consolas de 32bit. Realmente da pena tener que soportar una banda sonora tan deprimente cuando el juego se merece mucho más. Sí, se han trabajado la banda sonora: han empleado samples de guitarra eléctrica, hay un rap (o algo que intenta parecerse), etc. Los samples que utilizan para estas canciones están muy limitados. Así, en el rap, podemos escuchar cómo las partes cantadas son horrorosas, ya que desentonan con la música MIDI, y además son muy limitadas. Pero no sólo la música es deprimente. Los efectos de sonido están entre pinto y valdemoro. Por una parte, los sonidos de choques, derrapes y explosiones están conseguidos totalmente, pero cuando hablamos del sonido que profiere el público asistente a las carreras, tenemos que pensar que aparecen (y desaparecen) bruscamente, como si pulsaras 'play' y después 'stop'. Definitivamente el aspecto más negativo del juego.

  j u g a b i l i d a d 

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La crítica española ha sido muy dura calificando este apartado del juego. Vale, es verdad que no puedes estar más de un minuto sin derrapar o salirte de la carretera, pero esto es significante de que no has jugado lo suficiente. Todo el mundo achacaba al Top Gear Rally una conducción realista pero algo complicada. Estamos en un caso similar, pues cuando le coges el vicio, el coche se levanta del suelo cuando tú quieres y en el ángulo que quieres. El uso del freno en los saltos es fundamental para no perder un puesto en cabeza. Este es el factor decisivo que separa a un jugador experto de uno inexperto: el uso del freno. Cuando te has acostumbrado a los extraños que realiza el coche, te das cuenta de que todo es más sencillo de lo que parece. Podrás incluso aprovecharte de algunos choques para ganar puestos en la carrera, o arriesgar el todo por el todo subiendo por algún que otro edificio, teniendo cuidado de no explotar en el intento.

  a d i c c i ó n 

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Una de las grandes bazas del cartucho es la adicción. Adicción que se crea una vez que has superado la etapa previa al dominio del stick analógico. Vamos, que no te empieza a gustar hasta que no has probado lo amargo que sabe la derrota y lo dulce que sabe la victoria. Un juego largo, por los diferentes circuitos que puedes llegar a correr, y apasionante, por el grado de rivalidad en la competencia por el primer puesto de la clasificación.

  c o n c l u s i ó n 

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El juego que ha abierto una nueva visión a los bólidos en Nintendo 64. Es algo más que Top Gear Rally, porque transmite emoción, realidad, velocidad sin límite y descontrol. Es mucho más que Automobili Lamborghini, porque su sensación de velocidad es más real e incluso mucho más exagerada que la propia realidad. Es otro nivel en la escala de la conducción. Los que siguen pensando que el juego no merece la pena es porque todavía no han probado su caramelo. Cuando lo hagan (después de leer esta review) me darán la razón, o les corroerá la conciencia por todo lo que han calumniado.