Koei sigue reinventando sus principales sagas. Las batallas más importantes de Japón cobran vida en Samurai Warriors 2, pero ahora se le añade un toque estratégico que ofrece una nueva perspectiva de juego en Empires...
Koei se caracteriza por no dejar descansar a sus sagas más prolíficas. El éxito de Dynasty Warriors provocó la aparición de varias secuelas de la saga principal así como variaciones de la misma como Empires, con un enfoque más estratégico. El juego, ambientado en China, repitió esquema en todas sus variaciones, y se adaptó a la cultura japonesa con la saga Samurai Warriors.
Samurai Warriors 2: Empires
De este modo, se abandonaban las grandes guerras chinas en detrimento de los épicos combates japoneses, con héroes adaptados a la historia nipona. Después de Samurai Warriors 2, llega ahora Empires, una revisión de esta segunda entrega pero con interesantes y completas opciones en el terreno de la estrategia, aunque el juego peca en abundantes aspectos jugables y generales.
Samurai Warriors 2: Empires
Samurai Warriors 2: Empires
En cada turno estratégico, que tienen lugar antes de pasar a la acción sobre el terreno, tendremos un gran número de menús y opciones en los que trastear (y eso haremos, hasta tener un buen conocimiento de la función que desempeñan cada una de ellas), en los que pasaremos gran parte del tiempo. A pesar de ser numerosos y desconocidos, no son tan profundos como los de los verdaderos juegos de estrategia, lo cual nos deja conque tras un par de turnos navegaremos por ellos por inercia y haciendo con rapidez todas nuestras decisiones.
Samurai Warriors 2: Empires
Entre nuestras posibilidades de elección se encuentra la posibilidad de asignar generales y lugartenientes, modificar nuestra arma, o pedir consejo a nuestros hombres, lo cual repercute en mejoras de algún tipo por una cierta cantidad monetaria. También debemos organizar nuestro próximo ataque, aunque tendremos pocas opciones en cuanto a crear una táctica real.
Samurai Warriors 2: Empires
A la hora de determinar el ataque, será posible elegir invadir, defender, realizar un ataque conjunto o unirse a un aliado; una vez seleccionado determinaremos una táctica y una formación para nuestras tropas. Por supuesto, también existe la posibilidad de ignorar todo esto y saltar directamente al campo de batalla, aunque para tal fin ya lleva bastante tiempo disponible Samurai Warriors 2 en su versión normal.
Samurai Warriors 2: Empires
Samurai Warriors 2: Empires
Y es que, pese a que el sistema principal se mantenga, se le ha dotado al juego de un toque más relajado, de modo que hay que tomarse las cosas con mucha más calma y cuidado los aspectos tácticos. Es decir, a diferencia de otras entregas, no podremos ir directamente a por el general enemigo, tendremos que ir poco a poco, esperando las acometidas rivales, conteniéndolas y avanzando cuando todo sea seguro.
Samurai Warriors 2: Empires
A pesar de que esto no es tan patente como en Dynasty Warriors 5, el cual se antojaba mucho más exigente, sí que se perciben detalles estratégicos. En un máximo de tiempo determinado se debe terminar el nivel haciéndose con las bases enemigas y controlando, poco a poco, el mapa de la zona. Es un sistema sencillo y que pronto se puede volver repetitivo por la constante secuencia de aporreo de botones que supone, aunque puede suponer un reto interesante en ciertos niveles de dificultad.
Samurai Warriors 2: Empires
Samurai Warriors 2: Empires
Un editor que, desgraciadamente, es muy limitado. Las principales variedades se encuentran a la hora de elegir el blasón o los emblemas de nuestro personaje. Se puede elegir clase (ninja, monje, guerrero, etc) y color, así como determinar algunos parámetros como el tipo de voz, las animaciones o alguna habilidad especial. Por supuesto, se podrán renombrar al gusto.
Samurai Warriors 2: Empires
Samurai Warriors 2: Empires
Esto es decir que, por ejemplo, las 'bases enemigas' son tan sólo unos personajes con bandera a su espalda y el indicativo sobre ellos, sin estructuras ni nada que sea mínimamente elaborado. La inclusión de personajes 'héroes' es de agradecer jugablemente, pero choca encontrarse con un rival que goza de un aspecto muy similar al que controlamos. Eso sí, los pocos 'protagonistas' gozan de su propio y bien llevado diseño.
Samurai Warriors 2: Empires
Si en PlayStation 2 el apartado visual deja mucho que desear, en Xbox 360 no es mejor, como cabría esperar, sino que es exactamente igual, sin ningún tipo de mejora. Esto repercute severamente en el atractivo del juego, ya que no está, ni de lejos, al nivel de la máquina de Microsoft, y hay incluso juegos de Xbox Live Arcade que lucen mejor.
Samurai Warriors 2: Empires
El apartado sonoro es muy mejorable, con melodías repetitivas poco atractivas, efectos sonoros bastante limitados (acordes con las pocas opciones de ataque), y un trabajo de doblaje desolador. Una lástima que no se haya incluido la opción de gozar de doblaje en otros idiomas como el japonés, ya que el trabajo americano es muy flojo y poco creíble.
Samurai Warriors 2: Empires
En términos jugables, si bien los personajes responden bastante bien, tampoco son un alarde de precisión. No obstante, SW2E resulta muy jugable, la fórmula sigue funcionando a pesar de la explotación de títulos, y las inclusiones estratégicas son agradables, aunque no muy profundas ni tampoco especialmente necesarias para poder seguir adelante en lo importante, ganar en el campo de batalla.
Samurai Warriors 2: Empires
Se trata de un juego muy largo, dada la importante duración de cada escenario y la rejugabilidad, pero el hecho de llegar íntegramente en inglés puede suponer un handicap importante para muchos usuarios, sobre todo en la parte estratégica cargada de menús. Si el sistema sigue puliéndose, llegará un momento en el que Koei pueda llegar a ofrecer un magnífico juego que mezcle estrategia con beat'em up.
Samurai Warriors 2: Empires
6
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.