Saber es Poder
- PlataformaPS47
- GéneroAcción
- DesarrolladorWish Studios
- Lanzamiento22/11/2017
- TextoEspañol
- EditorSony Computer Entertainment
Saber es Poder, Análisis
El conglomerado de videojuegos anclados a la marca PlayLink nos trae una propuesta con la que divertirse con amigos y familiares mientras nuestros conocimientos se expanden.
Saber es Poder, Análisis
Saber es Poder, el nuevo videojuego asociado a la gama de títulos de PlayLink, llega a PlayStation 4 para cubrir el hueco que en su día rellenaba la saga Buzz con sus pulsadores. Aquí, sin periférico con cables de por medio, nuestros smartphones harán de pulsador -entre otras características- para demostrar a nuestros rivales quién es el más listo o el más rápido.
Antes de continuar con el análisis queremos recalcar que Wish Studios, desarrolladora de Saber es Poder, no ha inventado ni la rueda, ni el fuego. Este videojuego con interacciones entre nuestra consola y los dispositivos móviles no innova más allá de ofrecer un aspecto vistoso y añadir una mecánica de handicaps hacia nuestros rivales. Es un juego basado en preguntas y respuestas donde prima la velocidad y donde llegar el primero a la final no significa hacerse con el premio. Sin embargo algo tiene este género que tanto nos fascina y que por mucho que lancen juegos al mercado similares entre sí, siempre acabamos con uno de ellos en nuestras estanterías para disfrutarlo en nuestras fiestas privadas o reuniones familiares.
Saber es Poder es un videojuego de dos a seis jugadores que no requiere de un mando DualShock 4 para ser disfrutado, tan solo de dispositivos iOS o Android y la batería de los mismos al máximo. Esta característica es quizás uno de los mayores logros de la saga PlayLink, el no soltar billetes por los mandos que se requieren para disfrutar al máximo cada uno de sus propuestas. Vivimos en una época donde el móvil es parte de uno mismo, sin el casi, y todos tenemos uno más o menos actual y con un sistema operativo capaz de ejecutar la APP requerida para disfrutar de la lista de títulos de los que dispone. Además no ocupan demasiado espacio en nuestro dispositivo y la conexión WiFi está asegurada si queremos jugar en casa de un amigo por lo que no usaremos nuestros datos. Es decir, cero problemas con este sistema, todo ventajas.
El uso de una segunda pantalla puede abrir montones de caminos diferentes, solo hace falta saber ejecutarlos. Nintendo 3DS o Wii U son una buena muestra de ello pues la Gran N decidió dar el salto a este formato mucho antes de que lo que hoy en día conocemos como consolas existieran (Oil Panic de 1982, Game & Watch). En Saber es Poder no es que esta característica haya sido explotada al milímetro pero sí se utiliza correctamente permitiendo contestar a las preguntas con privacidad así como lanzar ataques contra nuestros contrincantes. ¿Preguntas? ¿Ataques? ¿Privacidad? ¿De qué va el videojuego?
Un concurso de TV en nuestro salón
Como ya hemos comentado párrafos atrás, Saber es Poder simula el típico concurso de televisión donde varios concursantes se baten en un duelo de conocimientos para demostrar quién es el que más sabe en todas sus áreas. Hasta un máximo de seis personas pueden participar previa selección de un divertido avatar, fotografía con filtros típicas de las redes sociales y asignación de nombre o nick. Una vez en el ajo, el presentador del programa nos explicará las mecánicas de la competición. El concurso consta de varias rondas de tres preguntas cada una entre las que se intercala una prueba algo distinta pero también de conocimientos generales. La temática de las preguntas viene dada en la elección de una de las cuatro puertas que pueden escoger los jugadores, siendo la escogida la que más usuarios haya en ella y, en caso de empate, el presentador hará uso de un “decididor” que elige al azar una de las seleccionadas. Para poder conseguir la máxima puntuación es necesario contestar la pregunta de forma correcta en el menor tiempo posible ya que según el tiempo empleado para tomar nuestra decisión se nos dará una puntuación u otra. Una vez superada la primera prueba, los concursantes podrán lanzar en las venideras una suerte de habilidades que tienen como objetivo molestar al contrario. Congelar la pantalla, lanzar a un bicho peludo para que se coma las letras de las respuestas, llenar de mocos la pantalla o esparcir bombas sobre nuestro móvil que explotan si las tocamos por error son los cuatro handicaps disponibles, a los que hay que sumar un par más de bonificación de puntos. La gracia de usar todas estas triquiñuelas se aprecia a cuantos más jugadores haya en la partida, mejor.
Cada tres preguntas el presentador nos lleva a una sala diferente en la que debemos relacionar las palabras que aparecen en pantalla con su respuesta trazando una línea con nuestros dedos hasta la solución y, en la segunda sala, deslizar fichas hacia izquierda o derecha según corresponda. Por ejemplo para la primera prueba pueden pedirnos que relacionemos cuadros y sus pintores mientras que en la segunda, pueden pedirnos si una canción es de Rihanna o de Beyoncé. La tercera y última prueba es la final, una pirámide ascendente del conocimiento en la que los puntos obtenidos a lo largo de la partida se transforman en escalones. Cuantos más puntos, menos escalones hará falta para llegar a la cima. Es aquí cuando toda esa ventaja de puntos que hemos conseguido gracias a las doce preguntas y dos pruebas puede irse al garete ya que la mecánica aquí es algo distinta a lo que se vive durante el concurso. Aquí se impone más aún la velocidad de respuesta y, aunque fallemos, se nos ofrecen las oportunidades necesarias hasta dar con la respuesta correcta por lo que además del azar y nuestros conocimientos, se premia el apremio. El más rápido en contestar será el que suba más escalones. Una vez en la cima y siendo ganadores del concurso, el presentador nos otorgará un pergamino del conocimiento que podrá visualizarse en nuestro móvil y que contiene curiosidades de nuestra historia.
Está Dani Mateo, pero no arquea la ceja
Aunque Saber es Poder es bastante entretenido y sorprende con su variedad de temas en sus preguntas, lo cierto es que para divertirse a lo grande será necesario un mínimo de cuatro jugadores pues solo de esa forma los handicaps aprovecharán su razón de ser, habrá más disyuntivas en la elección de temáticas, piques entre los concursantes y, en general, más diversión. El videojuego nos presenta visualmente un escenario típico de este tipo de concursos con un estilo que nos recuerda mucho a la franquicia Little Big Planet. Sus protagonistas son bastante graciosos y el aspecto ochentero a bajos frames es acertado. No esperéis tampoco que se aproveche la arquitectura de PlayStation 4 porque no es así pero en general luce bastante bien. Otro tema distinto es el doblaje. Dani Mateo, el presentador que colabora en programas como El Intermedio, tiene la misma cantidad de admiradores como de detractores y aunque es de elogiar que se haya contado con su presencia en la versión española de Saber es Poder, el doblaje tiene más sombras que luces. La mayor parte de las frases las narra con desidia, sin ningún énfasis y guión en mano. Tampoco ayuda que el repertorio de frases se repita más que una tortilla de ajos, por lo que en una misma partida es muy posible que escuchéis algunas de sus frases hasta en cuatro o cinco ocasiones. El doblaje se agradece, pero es bastante mejorable.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.