Ruined King: A League of Legends Story
- PlataformaPC8XBS8XBO8PS58PS48NSW8
- GéneroRPG
- DesarrolladorAirship Syndicate
- Lanzamiento16/11/2021
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorRiot Forge Games
RPG
Ruined King: a League of Legends Story, análisis. Un mundo en expansión
Analizamos el nuevo RPG por turnos de Airship Syndicate que llega en plena expansión del universo del MOBA de Riot Games, y con un gran acabado general.
Con el lanzamiento de Valorant, Riot Games puso definitivamente el plural en la palabra “Games”. Pero no ha sido hasta noviembre de 2021 cuando la compañía se ha soltado la melena y ha hecho que su franquicia más popular, League of Legends, se abordara de manera simultánea desde varios ángulos ajenos al MOBA tradicional. Primero con Arcane en Netflix y ahora, de forma más modesta pero también muy interesante, con Ruined King, un RPG por turnos de la mano de Airship Syndicate. Ruined King no viene a reinventar la rueda pero ofrece una sólida experiencia como juego de rol: un argumento manido pero desarrollado de forma competente, una dirección artística espectacular y un elenco de personajes estupendamente interpretados.
Un elenco muy especial
Ambientado entre la ciudad portuaria de Bilgewater (en castellano Aguas Estancadas) y las Shadow Isles (Islas de la Sombra), 6 son los campeones protagonistas encargados de detener la próxima oleada del harrowing, una espesa niebla verde y negra que consume las almas de todo aquel que encuentra. Llegados desde lejanas tierras como Ionia o el Frejlord pero también contando con talento autóctono del lugar, personalidades como Miss Fortune, Pyke, Illaoi, Ahri, Braum y Yasuo harán equipo para detener el avance de Viego, nuestro Rey Arruinado, que ha sido despertado y busca desesperadamente a su antiguo amor. Ruined King es una trama clásica de villanos contra héroes, con todos los arquetipos básicos en este tipo de historias. Tiene sus arcos de redención, de búsqueda en lo más profundo del ser, etc. que hemos visto mil y una veces pero está llevado de manera muy profesional y nunca se llega a hacer pesado. El ritmo es en ocasiones irregular pero con su narrativa cuenta una aventura muy fácil de seguir y de digerir y siempre se tienen ganas de seguir adelante, cosa que no podemos decir de todos los juegos de este tipo.
Una vez dentro nos encontramos con un planteamiento muy similar al que ya vimos en otro título de la misma desarrolladora (Battle Chasers: Nightwar), con una perspectiva isométrica casi siempre durante la navegación por los escenarios que pasa a lateral durante el combate. Este combate es por turnos pero ofrece gran flexibilidad al jugador para configurar sus acciones en función de las necesidades del momento, pudiendo escoger 3 intensidades de cada ataque o habilidad con distintos efectos, intensidad y rapidez dependiendo de lo que escojamos. Básicamente hay 3 líneas: la rápida, la normal y la fuerte en la que podremos colocar nuestras acciones por si queremos actuar antes o después y jugar ya no solamente con la estrategia del qué usar sino también con la del cuándo usarlo. Es un sistema muy inteligente y que se aprende muy fácil, aunque el juego va añadiendo variantes y complicando la vida al jugador con nuevas mecánicas alrededor de este sistema incluso hasta el último jefe final.
Aunque cada personaje tiene un rol en el que mayormente se desempeña mejor, es un detalle que Airship Syndicate haya dejado abierta la posibilidad de construir nuestros personajes como queramos. A partir de los modos de dificultad más altos (veterano o heroico), hay que afinar bastante más con lo que usamos en cada momento porque los combates suelen ser más exigentes, eso sí. Pero en general Braum será tanque puro, Illaoi tanqueará y curará, Yasuo y Pyke serán los que harán más daño mientras que Miss Fortune también pega duro pero añadiendo estados alterados. Ahri… hará de todo, depende de como la construyamos, siendo el más claro ejemplo de la versatilidad en la configuración a través de la asignación de puntos habilidad, runas, armas y encantamientos. El sistema es flexible y anima al jugador a experimentar, especialmente porque ningún cambio es permanente y podemos permutarlo prácticamente todo sin casi ningún coste.
Incluso en el nivel de dificultad más bajo podemos prescindir de pelear por completo, si así lo deseamos, y dedicarnos a seguir la aventura o a disfrutar de los escenarios sin preocuparnos de ser interrumpidos para una batalla. Hay relativamente poca variedad en cuanto a localizaciones dentro del juego pero por lo menos el estudio de Joe Madureira las ha diseñado francamente bien; se ha respetado mucho el estilo de League of Legends y es un placer ver desde otra perspectiva la ciudad de Bilgewater o la decadencia y sensación de frialdad en las Shadow Isles. Hubiese estado fenomenal darles un poco más de vida a las ciudades, especialmente porque pasamos mucho tiempo en ellas; los NPCs siempre están quietos en el mismo sitio, por ejemplo, y aunque el dibujo está muy bien y la ambientación es muy correcta, les falta algo de “ambiente”, por decirlo de alguna forma.
Ciertos altibajos
A lo largo de nuestra aventura hemos notado ciertos altibajos en la progresión; hay momentos en los que cada combate parece ser una trivialidad que apenas da experiencia o supone un gran reto, mientras que al llegar al siguiente punto el pico de dificultad salta exponencialmente. En algunas ocasiones puede ser culpa de un enemigo con mecánicas nuevas pero otras es un jefe que puede matar a un personaje de un único golpe sin importar la vida que tenga. Los enemigos están etiquetados por niveles pero no así las misiones, con lo que no hay forma de saber si vamos bien o no para esa quest hasta que la intentamos. De la misma forma hay enemigos, incluso muchos niveles por encima nuestro, que son incapaces de pelear contra ciertos miembros de nuestro grupo; con nuestro Pyke nivel 21 llegamos a combatir - y vencer - contra un enemigo de nivel 30 (el máximo) solamente porque no podía atacar a un campeón con camuflaje. Tardamos casi 15 minutos en completar la pelea pero la recompensa valió la pena. En el mismo tono, la mayoría de los puzzles que el juego propone son relativamente sencillos de completar pero algún otro depende de la fortuna. Hay bastante margen de mejora en ese sentido.
Hay varias cosas que nos han dado la sensación de que el título hubiese agradecido un poco más de horneado, aunque el acabado final sea muy superior a lo que desgraciadamente nos estamos acostumbrando: la primera y más importante fueron los errores que al principio nos encontramos (jugado en Xbox Series X, pero no exclusivos de esta versión). Algunos de ellos menores - como artificios gráficos extraños - pero otros más severos como cuelgues al dashboard o incluso en tres ocasiones que el personaje se quedaba quieto en el lugar y no podía avanzar. En otro muy curioso, se nos desactivaron todos los comandos excepto el botón A del mando y el del menú; todos ellos se resolvían reiniciando o cargando una partida anterior pero Ruined King es muy rácano con el autoguardado y depende de como se podían perder varias horas de progreso por esta circunstancia. Si de algo tiene que servir al lector este análisis, además de hacerse a la idea sobre si vale la pena adquirir este juego, es que hay que guardar manualmente la partida con frecuencia. Que no se diga que no se advirtió.
Personajes del LoL para gente que no juega al LoL
Una de las dudas que pueden surgir de forma más natural es acerca de si el juego guarda su encanto incluso para aquellos que no son fans del universo de League of Legends. En este sentido, Arcane ha hecho un trabajo magnífico para demostrar que es posible gustarte el lore sin necesidad de haber tocado el MOBA pero Ruined King no se queda atrás. Evidentemente que tiene un encanto extra ver cómo los personajes cobran vida y cómo se relacionan entre ellos si te gusta League of Legends, has leído los cómics o algunas de sus historias cortas. Incluso apreciarás detalles del contexto y referencias que a lo mejor se le escapan a otro. Pero se puede disfrutar a la perfección aunque no sea el caso porque los protagonistas no traen demasiado equipaje encima como para no entender de donde vienen ni evolucionan tanto en su viaje como para no comprender hacia dónde van. Es una experiencia tan inusual que al principio parecía más un “what if” hasta que Riot Games confirmó que era canon dentro de su mundo.
Antes lo habíamos apuntado pero vale la pena desarrollarlo: tanto el diseño de los personajes como su interpretación están a muy alto nivel. Es un detalle además que se haya contado con los mismo actores de doblaje que dan vida a las voces dentro del juego; y es un detalle que casi con toda probabilidad pase desapercibido para la mayor parte de los jugadores y precisamente por ello habla bien del cariño que se ha puesto en atar todos los cabos. Y aunque el desarrollo y crecimiento de los campeones sea escaso y en ocasiones previsible durante toda la aventura, siempre es un placer poder disfrutar de los interludios conversacionales que tienen entre ellos cada vez que descubrimos un nuevo punto de descanso.
Hay que tener en cuenta que según el lore solamente Illaoi y Miss Fortune se conocen de antemano y todas las demás interacciones son nuevos caminos, nuevas oportunidades que tenemos de conocer a esos personajes que en la primera media hora ya han tenido más líneas de diálogo que en muchos más años dentro de League of Legends. Y algunos de ellos son verdaderamente entrañables, incluso aquellos secundarios que también tienen su momento de gloria.
Aparte de completar la misión principal, Ruined King propone una cantidad de secundarias por realizar, alrededor de 10 recompensas que recolectar, armas legendarias que craftear y un bestiario que completar. Y el minijuego de la pesca, con su propio registro de piezas también. Ninguna de esas cosas propone nada espectacular por sí misma pero en conjunto supone una distracción para todo aquel que quiera dejar aparcada momentáneamente su aventura. Naturalmente hay una moderada cantidad de secretos distribuidos por doquier para aquel explorador que se precie, aunque más allá del combate el juego no debería ser un reto demasiado alto para un jugador de RPGs con experiencia. Incluso si el manejo por los menús parece hecha por nuestro peor enemigo e incluso si no hay minimapa, que deja la interfaz de usuario limpísima pero hace la navegación un poco regular.
Conclusión
Uno puede tener la sensación tras leer el texto que le hemos puesto muchas pegas a un juego que consideramos de notable alto; pero la realidad es que muchas de las objeciones apenas afean el conjunto final. El núcleo del juego, el concepto sobre el que gira y la presentación que tiene están realmente bien conseguidas. Ruined King es un título cuya propuesta funciona, que en dificultad veterana o heroica te mantiene alerta de principio a fin y que aunque es un poco lento a la hora de ofrecerte mecánicas nuevas, nunca deja de proponerte nuevos retos. Es un juego parco en contenido extra pero parece muy injusto juzgar a un título por lo que no tiene en lugar de hacerlo por lo que sí posee y dentro hay por lo menos unas buenas 30 horas de diversión asegurada que satisfarán los deseos de los amantes del género y añadirá una guinda al pastel si además se es fan del universo de League of Legends.
Lo mejor
- El diseño artístico
- Personajes entrañables y carismáticos
- El sistema de combate
Lo peor
- La progresión con altibajos
- La interfaz en general muy mejorable
- Algunos bugs de diferente severidad
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.