Rugrats Go Wild
Rugrats y Thornberrys en el mismo cartucho.
Basado en la película que recientemente se ha estrenado, llega este juego destinado a los más pequeños. Y puede que a ellos no les importe las deficiencias técnicas que pueda tener, pero las cosas son como son, y aquí la calidad brilla por su ausencia.
Basado en la película que recientemente se ha estrenado, llega este juego destinado a los más pequeños. Y puede que a ellos no les importe las deficiencias técnicas que pueda tener, pero las cosas son como son, y aquí la calidad brilla por su ausencia.
Rugrats Go Wild (GameBoy) |
Basada en dos populares series de televisión, hace poco que se estrenó la película que ofrece un curioso cross over entre los Rugrats y los Thornberrys. Estas series para niños ya han originado numerosos videojuegos para casi todas las plataformas, aunque en todos esos casos la calidad ha sido muy escasa.
Y es una lástima, pero así están las cosas. Los más pequeños no se quejan mientras puedan manejar a sus personajes favoritos. Y sin duda este no es un mal juego para regalar, aunque también hay que decir que las numerosas alternativas son mucho mejores.
Rugrats Go Wild (GameBoy) |
La baja nota que recibe es fruto de la escasa calidad que surge de cada uno de sus apartados. Gráficos pobres, música desangelada y jugabilidad reducida a su mínima expresión, provocan una sensación de vacío general que puede convertirse en tedio, y obligar incluso a los niños que lo jueguen a dejarlo olvidado en un cajón.
Rugrats Go Wild (GameBoy) |
Existen dos tipos de perspectivas en este juego. Por un lado está la de exploración, en donde se puede ver todo desde arriba, mediante una vista cenital. El nivel de detalle en esta vista es mínimo, con unos decorados que apenas dan el cante, son pequeños y resultan vacíos.
El otro tipo de perspectiva es todavía peor. En algunos momentos del juego, se puede ver de manera similar a un plataformas. Aquí no hay fondo, y en primer plano tan solo se aprecian las plataformas y los enemigos.
Rugrats Go Wild (GameBoy) |
En ambos casos, la animación es tan reducida que casi hace daño a la vista. A penas si hay 2 ó 3 cuadros para cada animación, y ésta es tan lenta que el efecto se hace todavía más acusado.
En cualquier caso, un aspecto muy pobre, que incluso los infantes notarán que no está nada bien terminado.
s o n i d o
Rugrats Go Wild (GameBoy) |
La música del juego prácticamente no existe. Sí que hay música, pero es tan pobre a nivel de composición y de calidad, que casi parece que no está. Por lo menos el que pase desapercibida casi es algo positivo, ya que tampoco molesta mucho.
Rugrats Go Wild (GameBoy) |
Decir que la jugabilidad está destinada para niños pequeños no es excusa para justificar que en este título prácticamente no hay nada que hacer. En el modo de exploración tan solo hay que encontrar cosas que saltan a la vista sin el menor problema.
En el modo plataformas tan solo hay que lanzar unas bolas para acabar con los enemigos y nada más. Morir es bastante difícil, salvo cayendo al vacío, cosa que tampoco es relativamente sencilla.
Los controles también varían. En las fases de exploración, se desplaza a Tommy con la cruceta, se corre con B y se explora o habla con A. En las plataformas, se salta con A y se lanzan las bolas con B. Salvo eso, no hay nada más que hacer.
Rugrats Go Wild (GameBoy) |
También existe un tercer tipo de fase en la que se pilota un submarino de manera similar a los juegos de matamarcianos de perspectiva lateral. Por supuesto este tipo de fase es todavía más aburrida que las anteriores.
Como resultado, el juego se vuelve tedioso según se empieza a jugar. Y sin embargo, puede que los pequeños que sigan la serie sí disfruten un poco con el título, manejando a sus personajes favoritos sin ninguna complicación. Por ello la nota no ha caído todavía más.
c o n c l u s i ó n
Rugrats Go Wild (GameBoy) |
La única conclusión a la que se puede llegar es que este título no es recomendable para nadie. Incluso los más pequeños tienen mejores alternativas lúdicas, desde los juegos de Mario Advance, hasta los de Pokémon. Este juego de Rugrats, al igual que casi todos los que han salido, mejor hubiera sido que se quedara en las ganas de hacer un buen proyecto.
Mediocre
Podía ser pero no ha sido y tras pasar unos breves minutos con él quedará archivado en la estantería para no jugarlo nunca más. No lo compres, no digas que no te lo advertimos.