Supongo que muchos de vosotros conoceréis la primera entrega de este Rock & Racing, un juego que vió la luz para SNES allá por 1994; se trataba de un arcade de carreras de coches futuristas en 2D donde podíamos masacrar a nuestros contrarios a base de ítems de todo tipo, como misiles, granadas, minas...etc y donde íbamos deambulando por la galaxia midiéndonos a todo tipo de rivales.
Rock'n Roll Racing: Red Asphalt
Este juego gozó de una gran aceptación y pronto se convirtió en uno de los títulos imprescindibles para la SNES, tanto por su tremenda jugabilidad como por su increíble banda sonora. Pues bien, 4 años después de esto, Interplay nos brinda la posiblidad de volver a disfrutar de Rock & Roll Racing, transladado a los 32 bits de Sony, e incorporando novedades propias del nuevo formato para el que ha sido versionado.
Para los que conozcáis la anterior entrega, lo primero que os llamará poderosamente la atención será el aspecto general del juego, que a diferencia de su predecesor posee una apariencia más realista, no tan cómica como pudimos ver anteriormente. Tenemos a nuestra disposición 6 pilotos distintos, cada uno con sus habilidades características, las cuales podemos incrementar a base de adquirir experiencia, la agresividad, el manejo del vehículo ó la táctica de conducción serán virtudes que podremos manipular a nuestro antojo.
También en lo referente a vehículos tendremos variedad, un total de 6, cada uno con su propio precio, que irá en función de las prestaciones del vehículo y si incluye o no Airbag de serie. Además podremos equipar a nuestro carro de extras de todo tipo, como nuevos neumáticos, blindaje más grueso y resistente, motores más potentes.
Bueno, de todo, la cuestión es invertir los dólares que ganamos con el sudor de nuestra frente a base de ganar y ganar carreras compitiendo contra los sujetos más indeseables de la galaxia.
Pocos son los videojuegos que combinan el típico sabor arcade con la conducción, el resultado lo podeís juzgar vosotros mismos.
Gráficos
Gráficamente es un buen juego, basado en un entorno 3D compuesto (of course) por polígonos que son movidos a una velocidad más que aceptable por un potente engine, que evita la generación y pérdida espontánea de los elementos del escenario al avanzar por el circuito, que poseen un gran colorido, y cuya ambientación es muy variada: desde circuitos típicamente futuristas a centrados en el propio infierno ó los urbanos, todo dependerá del planeta en el que nos encontremos; aunque, eso si, los elementos de un mismo circuito se repiten hasta la saciedad en el mismo, se podía haber escatimado más en producir nuevos elementos del escenario, y no utulizar los mismos tropecientas veces, como ocurre aqui.
Esta secuela de Rock'n Roll Racing posee elementos muy logrados, como las explosiones, los desniveles, los túneles, ó los saltos, que están muy bien conseguidos, además incluye gran cantidad de secuencias de Full Motion vídeo, que aparecen por todas partes: intros, presentación de los enemigos y los circuitos, publicidad de los vehículos, lo que contribuye a introducirnos en la mecánica del juego.
Destaca la rapidez con la que el "motor" mueve todo el entorno, posee muy buenos detalles.
Música & Sonido
Las músicas, muy buenas todas, siguiendo la línea que marcó la primera entrega de este arcade de coches, la mayor parte pertenecen al Rock más duro, aunque también encontramos música de nuevas tendencias, tipo WipeOut...estas melodías han sido compuestas por el popular compositor de Interplay Larry Peackok, todo un lujazo. No podía ser de otro modo, muy buenas, Rock & Roll baby!.
El FX sigue la tónica de todo el juego, explosiones, frenazos, choques, impactos, y lo que no podía faltar....el comentarista; también incluye Speech de los participantes cuando se adelantan unos a otros o cuando nos ametrallan o nos hacen reventar.
El speech, los gritos, los insultos entre participantes, las explosiones... muy buenos.
Jugabilidad
La mecánica del juego es avanzar de planeta en planeta, derrotando a los esbirros de Draenek (cada uno con su coche característico) de los que se nos da información al entrar en el planeta. La cuestión es ir acumulando puntos de victoria y dólares, lo cual nos permitirá comprar nuevos extras para el vehículo ó (comprar uno nuevo) y pasar a niveles superiores, hasta llegar al último, un recinto cerrado (similar a los coliseos romanos), donde nos enfrentaremos a 5 coches dispuestos a destrozarnos, para posteriormente batirnos en duelo singular con Draenek, alias "el mafioso".
La adicción y la jugabilidad están garantizadas; además el control del vehículo es muy sencillo, y no tendremos que preocuparnos por continuos derrapes y pérdidas de control, exceptuando cuando nos traguemos alguna que otra mina...claro.
Es una lástima que no se haya optado por el modo 2 jugadores con pantalla partida en lugar del nada utilizado modo link, seguro que el resultado habría sido impresionante; de todos modos jugar con 2 PSX conectadas es un vicio.
El coche se controla fácilmente, la sensación de velocidad es muy buena y si añadimos el tener destrozar a los rivales.
Avanzar de planeta en planeta destrozando los flamantes vehculos de los mafiosos del universo no es tan sencilo como parece. Ya veréis, ya.