Más joven que nunca

Las plataformas de descarga, ya sea en consola o vía steam en PC, han servido para que muchos juegos de antaño hayan encontrado su hueco en la actual generación. Las compañías han encontrado en este tipo de contenidos un buen lugar para remasterizar algunas obras clásicas o para, directamente, dar salida a nuevos juegos que siguen la estela de antaño. Un ejemplo sería Megaman 9, que sigue la numeración  clásica después de más de diez años de subsagas distintas que siguieron a los primeros pasos en NES. Konami ha decidido hacer revivir a otro de los nombres entrañables de los años noventa: Sparkster. Volvemos, de nuevo, al universo de Rocket Knight y sus aventuras.

Ampliar

Durante la gran batalla entre Mega Drive y Super Nintendo no se podían contar con el dedo de una mano las diferentes mascotas y personajes curiosos que inundaban los catálogos de las dos consolas. Mario y Sonic tenían homónimos en otras compañías. Y en Konami había un personaje bien curioso que respondía al estilo de protagonista de la época. Sparkster era una simpática zarigüeya, animal de la familia de los marsupiales, que protagonizaba un plataformas con toques de shoot'em up aparecido en la consola de Sega, aunque luego también tuvo tiempo de darse a conocer en el cerebro de la bestia. Armado con un jet pack y una espada, y dentro de un traje al más puro estilo Mega Man, Sparkster se enfrentó a un ejército de robots y cerdos que amenazaban con la paz de su lugar. La secuela, en la que se podía jugar con Gold Sparkster -el Super Sonic de Konami, apareció en 1994. Y ahí pasó a mejor vida.

Ampliar

Ahora, más de quince años después, y en plena vorágine de revivals, la compañía japonesa ha hecho renacer a este curioso personaje para enfrentarse en otra nueva aventura. Más larga y variada que nunca. Las manos de Clímax Studios, creadores de juegos como Silent Hill Origins (PSP) y Shattered Memories (Wii), son los encargados de hacer saltar a la palestra de PC, Playstation 3 y Xbox 360, a la zarigüeya más famosa -tal vez única- del mundo virtual. La trama se sitúa, de hecho, años después de los hechos acontecidos en las últimas aventuras vistas en la época de los 16 bits. Los años pasan para todos, y las rencillas también se dejan atrás.

Ampliar

En esta ocasión, el héroe de Konami se encuentra viviendo tranquilo con su familia y viviendo de la agricultura. Después de tanto tiempo, resulta que los cerdos contra los que luchó en su momento se han hecho un hueco en el reino imaginario de Zephyrus. Hay todavía más sorpresas, ya que su principal rival Axel Gear ha estado haciendo de Rocket Knight mientras Sparkster estaba fuera de servicio. La principal diferencia se encuentra en el color de la armadura, que en Axel es roja. Aunque como vamos a ver más adelante, hay otros matices, sobre todo en la habilidad de uno y otro a la hora de afrontar las dificultades ante el enemigo. El ataque de un ejército de lobos hará que la zarigüeya azul vuelva a enfundarse el traje de batalla y ayude, curiosamente, a los que en su momento fueron sus enemigos.

Ampliar

Una de las primeras cosas que llama la atención de Rocket Knight es la adaptación que ha tenido a los nuevos tiempos. Se ha saltado de los sprites de hace más de quince años a un más que renovado apartado gráfico. Escenarios llenos de detalles y con profundidad y personajes rediseñados de nuevo. Un producto 2.5, ya que los personajes son tridimensionales pero se mueven en un escenario de scroll lateral que le sienta bien teniendo en cuenta los tiempos que corren actualmente. El toque retro en los impactos, efectos de explosiones y demás se mantiene intacto, aunque todo con la nitidez y la claridad que ofrece la alta definición actual. Un juego que, a pesar de las imágenes, luce de manera más que notable en movimiento.

Ampliar

Tal vez sea en el apartado sonoro donde no se puede alabar el trabajo de Climax Studio. Las melodías que acompañan el avance de Sparkster por el reino de Zephyrus no tienen un nivel demasiado destacado, y están lejos de la banda sonora que acompañaba al juego de Mega Drive y la de su secuela. Es, posiblemente, el punto más flojo, ya que el resto de sonidos referentes a disparos, explosiones y demás cumplen sin demasiados alardes. Ofrecen lo que se espera de ellos en un producto de estas características y sirven, en muchos casos, para camuflar una música que no pasa de genérica en la mayoría de las fases de las que se compone el juego.

Ampliar

La obra original de Konami aparecida en Mega Drive contaba con escasos siete fases. En este caso, este revival llega con un total de 14 fases variadas que, según el nivel de dificultad, pueden suponer una hora o algo en total. La duración no es su punto fuerte, aunque la posibilidad de mejorar nuestros registros recogiendo los rubíes que hay repartidos por cada mundo, sumando mejores puntuaciones o rejugándolo con otros personajes puede paliar, en cierta manera, la escasa longevidad de la aventura en sí. Tiene un guiño para jugadores más veteranos y los nuevos, ya que se puede intentar pasar la aventura del tirón con tres continuaciones o usar el modo libre, en el que se pasa fase a fase de tal manera que no se pueden perder nuestros avances por falta de pericia.

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Los tramos de plataforma puro y duro son, seguramente, los más interesantes. Poder devolver granadas a enemigos con nuestra protección, rebotar por diversas paredes para llegar a lo más alto o ir moviéndose a gran velocidad si estamos en un atolladero será una constante. Esto significa que la intensidad está presente en todo momento, sin un momento de respiro y con constantes retos que van apareciendo uno detrás de otro. El gran número de check points y el elevado número de impactos que necesitamos para morir sirven para equilibrar la cantidad de situaciones en las que nos podemos encontrar y que, en caso de estar limitados de vida, comportan cierta complicación.

Ampliar

Estas fases se mezclan con un par de situaciones diferentes como son las fases de shoot'em up y los jefes finales. En las primeras pasamos a controlar a Sparkster en los cielos mientras avanza automáticamente el scroll lateral. Como si de un shooter al más puro estilo Gradius se tratara, vamos a ir moviéndonos por todo el escenario disparando sin ton ni son proyectiles infinitos. Bombas que explotan, enemigos que se mueven con patrones marcados y grandes cañones son nuestros principales enemigos. Las armas en este caso se ven reducidas a los proyectiles y a un pequeño empuje del jet pack para movernos más rápido e intentar escapar. Algo simples, sobre todo teniendo en cuenta que las fases de plataformas tienen un diseño mucho más trabajado.

Ampliar

Los jefes finales, ya sean batallas aéreas con Axel Gear o ante enemigos de grandes dimensiones, se afrontan como se disputaban estas luchas en los juegos de antaño. Los enemigos tienen una serie de mecánicas preestablecidas que van siguiendo cada vez. Nuestro trabajo consiste en descubrirla y saber cómo y cuándo atacar. En este punto es donde podremos encontrar más dificultad, ya que alguno de los jefes finales son duros de roer y tienen herramientas para hacernos menguar la vida en poco tiempo. Algo que se ve acentuado en el nivel de dificultad más elevado. Completa, de esta manera, esta pequeña variedad de géneros que Rocket Knight ya tenía en su momento y que se ve respaldada en su nueva aparición para los bazares de las consolas de sobremesa y el sistema Steam.

Ampliar