Rock Band 4, Análisis

Los viejos rockeros nunca mueren y eso es algo que Rock Band deja muy patente en esta cuarta entrega de la ya conocida saga musical multi instrumentista. Un álbum como dirían en la mítica Rolling Stone ‘de comeback’, de regreso, en esta resurrección que están viviendo los juegos musicales en 2015 tras un destierro de un lustro. Cierto es que RB4 no inventa la rueda, pero su estructura es sólida. La cuarta entrega de Harmonix incorpora ciertas novedades a la fórmula musical de sobra conocida y luchará contra su banda rival, Guitar Hero, por hacerse con el Grammy Videojueguil.

Mad Catz ha hecho un excelente trabajo con la fabricación de las nuevas versiones de los viejos instrumentos del juego. Los acabados de su revisón en la Fender Stratocaster son elegantes y simples como para no apreciar cambios, pero con sutiles mejoras. Una perfecta réplica que, pese a ser un pad de control, consigue hacernos tener una grata experiencia a la hora de tocar nuestras piezas. El peso sigue siendo similar a los anteriores controles de la licencia, pero los acabados de esta versión de la Strato son destacables; botones más sensibles y con mejor respuesta cara a los solos freestyle, uno de los momentos que incorpora RB4, con un mejor tacto tanto en los trastes superiores como en los inferiores. Otro aspecto que gratamente se ha mejorado es la pulsación de cuerda a dos dedos imitando el estilo de un bajo, una ejecución que resultaba dificultosa con los anteriores instrumentos. La batería tampoco se ha quedado atrás con las actualizaciones. Han mejorado el pedal de bombo, sustituyendo el débil plástico por una acertada y resistente cubierta de metal. Además que, más adelante, podremos adquirir más accesorios para nuestra batería, como los platos de nuestro set -y esperemos que otro pedal de bombo-. La experiencia delante del instrumento es buena. Y es muy similar a tocar delante de una batería electrónica. Rebote y respuesta al golpe de la baqueta muy similar a la de muchas marcas de sobra conocidas, como por ejemplo una, Yamaha DTX. Sin duda el instrumento más exigente.

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 El micrófono es el único instrumento que no es inalámbrico y no ha sufrido cambios significativos en el modelo o en rendimiento. El resto de instrumentos los podremos conectar vía Bluetooth a nuestra consola. Y uno de los aspectos que denotan que RB4 y Harmonix trabajan por y para la comunidad es la retrocompatibilidad: a excepción del teclado que debutó en Rock Band 3, el resto de instrumentos de anteriores entregas de la saga serán compatibles en nuestras consolas actuales. 

Entramos dentro de Rock Band 4. Con un extenso track list, el estudio americano ha conseguido aunar tanto a los viejos clásicos como a géneros más actuales con grupos como Judast Priest que nos trae Walls of Valhalla, Avenged Sevenfold con Hail to the King, Elvis Presley y su Suspicious Mind o The Killers con Somebody Told Me, entre muchos otros. Recordemos que Harmonix apuesta nuevamente por la retrocompatibilidad y el cuidado de su usuario, así que, a excepción de The Beatles -por limitaciones en los derechos de autor-, todo lo que hubiésemos comprado en las tiendas virtuales anteriormente -siempre y cuando fueran de LA MISMA plataforma, es decir, PS3 para PS4 y 360 con One- lo tendremos disponible en el juego. Eso hace que dispongamos de una biblioteca descomunal de temas musicales, alcanzando así las 1.500 canciones aproximadamente, aparte de DLC que vayan llegando a futuro para la licencia. Jugablemente RB4 mantiene el clásico sistema ya conocido con guitarra, una segunda a modo de bajo, batería y micrófono, algo que hará las delicias en las reuniones y fiestas con amigos, sin olvidar recordemos, que nuestros antiguos instrumentos de títulos anteriores de la franquicia son completamente compatibles. Una de las cosas a destacar de Rock Band, es que es un título con una curva de aprendizaje muy amplia, que no es exigente a niveles bajos y que es una licencia que está diseñada para que pueda ser disfrutada por todos. La guitarra, con una botonera de 5 colores en los trastes más alejados del cuerpo y otros tantos para la parte baja del mástil, nos permitirá gozar aun más en los solos, una de sus novedades, logrando una gran sensación de concierto épico sin abandonar por ello la comodidad de nuestro salón.

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Una detalle a destacar de esta cuarta entrega es que Harmonix ha querido incidir en nuestra improvisación musical. En cuestión de jugabilidad es simple: en los momentos de los solos, cambia la interfaz de la guitarra por un abanico de colores de diferente tamaño, que nos ayuda a entender el "sentimiento" del solo. Y no sólo el guitarrista se llevará todo el mérito de la improvisación, ya que tanto la voz como la batería tendrán su momento de gloria sobre el escenario. Se nos avisará con tiempo antes de dar rienda suelta a nuestra improvisación. Sin duda, es de los momentos más divertidos del juego. Mantiene la fórmula de siempre, resulta evidente; en pantalla veremos pasar una sucesión de notas de colores que tendremos que pulsar con nuestro instrumento en el momento adecuado y que serán más numerosas y rápidas según el nivel de dificultad que elijamos: Fácil, intermedio, difícil o experto -y que vuelve a tener corrección antilag por software por si nuestra tv nos complica la vida con retardo-.

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Los distintos modos nos tendrán inmersos varias horas mientras desbloqueamos todo lo que se nos ofrece. Tocar en un concierto, ir de gira, partida rápida, y practicar los solos de guitarra. En el Modo Gira podremos realizar determinadas elecciones que tienen una implicación mínima en cómo se desarrolla la banda; si queremos comenzar con un mánager que nos conseguirá "los bolos" y ganaremos más dinero y promoción, pero con el handicap de tener que tocar los temas que nos marque, o por el contrario embarcarnos en nuestra propia aventura musical con macuto y caravana, ganando menos dinero pero teniendo total libertad a la hora de elegir nuestras canciones y gestionar nuestra carrera. Tendremos que escoger nuestra zona de precedencia como Nueva York, Boston, Londres o Seattle, cunas del rock -tristemente no están ni Madrid ni Barcelona-, para más tarde ir comiéndonos poco a poco el resto de ciudades e ir creciendo como artistas en marcos cada vez más legendarios. Como en una auténtica banda de rock and roll, comenzaremos tocando en tugurios de mala muerte con cuatro gatos por unos pocos dólares hasta alcanzar la fama mundial. Nuestras decisiones, como hemos mencionado antes, determinarán el destino del grupo.

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La personalización de nuestro avatar nos permitirá crear a gusto del jugador a nuestro alter ego musical, distinguiendo opciones tanto en la cabeza, como parte superior del cuerpo e inferor -bastante más limitadas con respecto a lo que esperábamos- que podremos ir comprando con el dinero que nos darán a realizar los bolos con nuestra banda en el modo Gira. Encontraremos desde máscaras de gas, de Hockey a lo Jason y hasta una máscara veneciana entre otros accesorios más clásicos, como gafas tipo WayFarer, Aviator, corpiños, minifaldas, trajes de época, homenajes a leyendas del rock, piercings, etc... Destacar, eso sí, que no han sido muy extensos a la hora de poder editar nuestro personaje. Puede parecer que son amplias las opciones, pero no es así. Por ejemplo, no incluye tatuajes. ¿Un rockero sin tatuajes? ¿En serio? Sin embargo, a la hora de escoger nuestros instrumentos licenciados virtuales durante la gira se han extendido algo más. Fender, Jackson y Gretch, ambas pertenecientes a la misma casa, nos ofrecen parte de su catálogo a excepción de las baterías, que no incluyen marca real alguna. En los instrumentos de cuerda podemos destacar auténticas joyas. Desde Stratocasters, Jaguars, Telecasters, King V, Kelly, Electromatic... en el caso de guitarras o Precision y Jazz Bass como tipos de bajo. En "extras solo de guitarra" podremos practicar los solos free style y sentirnos así unas auténticas leyendas del heavy metal. El tutorial, muy extenso y conciso, nos dará las bases para poder disfrutar de este estilo de juego con total libertad. El resto de modos: Tocar en un concierto o partida rápida, nos permitirán elegir entre el amplio abaníco de grupos y canciones para practicar, disfrutar en solitario o con amigos.

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