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Rise of Flight: Iron Cross Edition

Rise of Flight: Iron Cross Edition

  • PlataformaPC8.5
  • GéneroSimulación
  • Desarrollador777 Studios
  • Lanzamiento20/12/2010
  • TextoEspañol
  • VocesInglés

Rise of Flight: Iron Cross Edition

Con algo de retraso nos llega por fin la version en español de Rise of Flight: Iron cross edition. Es lo más cerca que estaremos jamás de luchar en los cielos de la primera guerra mundial sin usar una máquina del tiempo. Un simulador con mayúsculas.

La primera vez que estuve junto a un Spitfire autentico, recuerdo que lo primero que se me pasó por la cabeza por aquel entonces fue respeto. Como era posible que alguien de apenas veinte años fuera capaz de subirse a ese misil, alcanzar velocidades de más de 500 km/h mientras combatía junto a sus camaradas sobre las heladas aguas del canal de la mancha, tratando de evitar balas más grandes que nuestro dedo índice. La mayoría de nosotros temblaríamos no sólo por entrar en combate en esas condiciones si no por hacer un simple vuelo de reconocimiento con ese caza. Pues muchos de ellos, salían de sus aparatos habiendo dejado a algún amigo en la batalla y con la certeza de que al día siguiente, o en las próximas horas, tendrían que volver al cielo a vivir lo mismo.

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El caso es que siempre se nos había antojado harto difícil el que hubiera en vuelo situaciones más angustiantes que las que vivieron esos jóvenes durante la segunda guerra mundial. Al menos hasta que Rise of Flight llegó a nuestras manos y empezamos a tomarnos un poco más en serio la primera guerra mundial. Las balas ya eran tan grandes como un dedo por entonces, pero la diferencia es que en 1917 prácticamente se volaba con madera y tela cuando no se te encasquillaba el arma, o esta simplemente decidía volar tu propia hélice en mil pedazos. No tener que levantarse a las 6 de la mañana en el invierno del norte de Francia para salir a patrullar subido a eso, con la cabina abierta y la esperanza de regresar de una sola pieza es algo por lo que deberíamos estar agradecidos.

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Rise of Flight: Iron Cross Edition trata de llevar a nuestras casas un poco de esas sensaciones, posicionándose claramente en el lado de la simulación para poder sentir en cierta manera la tensión que acompañaba a cualquier piloto de la época. Porque para ellos las balas no eran más que otra de las preocupaciones que tenían que soportar. La verdad es que cualquier maniobra un poco brusca podía desencajar completamente nuestros planos mientras que los motores no eran de lo más fiables. La idea era sencilla: recrear al máximo las situaciones vividas durante el conflicto.  Pero eso no podía conseguirse desde una vertiente más arcade, pese a que la opción esta ahí.

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Rise of Flight fue creado por un grupo de entusiastas de la simulación rusos llamado Gennadich Team. El equipo pasaría a formar parte de Neoqb, compañía que vendería más adelante todos sus derechos sobre Raise of Flight a 777 Studios, aunque en Europa los encargados de la distribución son los conocidísimos Aerosoft. La compañía alemana es un referente sin duda alguna en el mundo de la simulación, y además puede ser un referente aun más importante en el futuro si al final pueden producir un nuevo simulador de aviación civil (proyecto en el que están enfrascados y del que tendremos noticias nuevas a finales de febrero) para suplir la falta de actualización tras el abandono del Flight Simulator por parte de Microsoft.

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Iron Cross Edition
Esta nueva edición del Rise of Flight nos llega totalmente traducida al español, con un manual introductorio bastante completo con una treintena de páginas. Un mapa desplegable del frente occidental con  detalle de cada uno de los aeropuertos y pueblos (es una extensión enorme) y en la otra cara del mapa las famosas reglas de la Dicta Boelcke, o como sobrevivir en los cielos durante el conflicto. También nos llega otro desplegable con todas las medallas al valor de los dos bandos y trofeos que podremos ganar durante la campaña. Un pequeño cartón con el teclado dibujado nos facilitará el recordar la función de cada tecla, un detalle.

Esta edición cruz de hierro nos trae la posibilidad de volar con el Albatros D.II, Albatros D.II it, Albatros D.Va, Fokker D.VII, Fokker DR.I, Pfalz D. IIIa, Nieuport 28.C1, Spad 13.C1, S.E.5ª y el Sopwith Camel. Así como todas las actualizaciones hasta la fecha y multitud de skins personalizables de nuestros aviones, para recrear con exactitud hasta el escuadrón más insignificante de la contienda y utilizables tanto en multijugador como en campañas de un solo jugador. Existe otra docena de aviones por descargar previo pago de unos 6 euros la unidad que no se nos antojan excesivos por la calidad del producto

Aprendiendo a volar… de nuevo
Para los más decididos recomendamos encarecidamente que no vayan directo a la batalla y se pasen por el modo campaña donde encontramos un tutorial. Ambientado en una película de principios de siglo, un as de la aviación (Eddie Rickenbacker) nos pone al tanto de los principios del manejo de un aeroplano. Nos ha encantado el método, usando animaciones a través de una pizarra se nos cuentan las diferentes fases de nuestra siguiente misión de aprendizaje. Un acierto porque realmente esta bien detallado. Lo cierto es que los más expertos no pueden evitar el sonreír y pensar un "pero qué me estas contando" a las instrucciones del oficial, pero tan pronto te encuentras en el cielo con un SPAD XIII.C1 se te quita la sonrisa de la cara en un santiamén.

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El sonido del viento es ensordecedor, el traqueteo de tu avión consigue que tus sentidos estén puestos en intentar dominar un aparato que tiene unas reacciones salvajes con simplemente rozar los pedales o el joystick. Es un reto. Poco a poco el tutorial se complica, pero vas entendiendo como tu avión reacciona y lo vas dominando, lo que supone tu primera sonrisa desde que dejaste tus clases de vuelo. Al acabar los tutoriales puedes reconocer un poco del sentimiento que seguro invadió a los pilotos de antaño, esa sensación de que ya empiezas a saber volar de verdad, ¡ahora que me traigan al enemigo!

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Rise of Flight no es tarea sencilla de pilotar. La verdad es que puede tirar para atrás a más de uno que no sea realmente fanático de los simuladores de vuelo aun en sus niveles más bajos de dificultad. ¿La ventaja? Pues que es totalmente personalizable con más de una decena de variables  para adecuar el realismo a nuestro gusto, desde ayuda en las físicas hasta el más típico en los simuladores de combate aéreo como es el de munición ilimitada. En cualquier caso no es fácil si queremos darle un mínimo de realismo y es que si queremos jugar como un arcade seguramente no sea el juego adecuado.

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Sentados ya en la cabina de nuestro Nieuport 28 es fácil decir que actúa fielmente a la realidad, pero lo cierto es que no hay mucha gente que haya pilotado uno de estos. Pero sí es verdad que se han cuidado detalles que son conocidos del modelo real, como que es un avión donde durante el despegue necesitabas depender mucho de los pedales para mantenerlo recto o su reconocible acelerador de cuatro posiciones con su interruptor junto a nuestra mano izquierda en la cabina. También la respuesta y su velocidad es apreciable principalmente debido a sus finas alas.

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Todos los modelos que tenemos en el juego tienen sus particularidades que les hacen ser únicos. Durante el vuelo por ejemplo, el propio Nieuport 28 seguramente es uno de los modelos capaces de hacer los giros más rápidos en el juego , lo que le da una extraordinaria ventaja respecto al resto. Pero otros modelos como el precioso Fokker D.VII giran prácticamente igual de bien, pero tiene una cierta tendencia a entrar en perdida provocada seguramente por el diseño de sus anchos planos, resaltando sin embargo, una extraordinaria maniobrabilidad.

En esta Iron Cross Edition podremos también pilotar uno de los aviones más legendarios de la historia, el Fokker DR. I (Dreidecker), archiconocido por ser el triplano que  utilizara el Barón Rojo. Su cabina fielmente recreada con su brújula, tacómetro, mezcla y sobre todo esos relojes de antaño puestos en todas las cabinas son una gozada. El Fokker DR. I tiene una velocidad de ascenso excelente, es poderoso, con una maniobrabilidad igual de buena pero no puedes evitar sentir cierta fragilidad en combate, una sensación de que todo se puede venir abajo en cuestión de segundos.

Durante la primera guerra mundial, los aviones no disponían de ninguna posibilidad de ser trimados en vuelo. Durante aquellos años la mayoría lo hacían en tierra, lo que significa que en Rise of Flight nos puede quedar el brazo dormido durante los largos vuelos, tratando de nivelarlo continuamente; aunque tenemos la posibilidad de utilizar el piloto automático, cosa que evidentemente no existía por entonces. Pero se ha hecho un trabajo estupendo en la recreación de las físicas, las G, la torsión, las perdidas, los motores se congelan, la presión, la temperatura, los planos se desgarran si los estresamos demasiado en los picados… en general todo lo relativo al modelo de vuelo es una autentica maravilla.

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Y es que la recreación de los aviones merece todo un capitulo aparte. Contamos con un diseño preciso en cada uno de los detalles exteriores del avión, como el motor, el elegante diseño de las hélices, las texturas impecables que nos recordaran la cantidad de tela y madera que tenían muchos de estos aviones. En la Iron Cross edition, también vienen multitud de skins creados para todos los modelos, recreando las decenas de escuadrones reales que participaron en la contienda. Parece increíble que semejantes aviones tan frágiles pudieran meterse en batallas, y más increíble que alguien se subiera en ellos para luchar en los cielos.

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Las cabinas son sencillamente espectaculares. No porque sean algo nunca visto antes (nadie se sorprenderá después de estar en la cabina de un 767 en un Flight Simulator X), la razón es que nos maravillan porque están totalmente al servicio de la recreación histórica y nos pone en situación tan sólo bajando la mirada con nuestro Track-Ir para mirar los pedales. Es como una máquina del tiempo. Te sientas en cualquier cabina y ahí ves los tacómetros, relojes, altímetros, las ametralladores con su particular chasquido al cargar, los primitivos indicadores del combustible, etcétera, todo ello en una cabina llena de alambres junto a los pedales de madera y la tela cubriendo como puede algunos rincones. Por supuesto todos los mandos e indicadores son plenamente funcionales.

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La Batalla
Llevar a la batalla uno de estos aparatos es relativamente sencillo, pero una vez allí las cosas cambian. Una cosa está clara, incluso en los niveles más fáciles las batallas no son cortas. Pero en ningún caso se hace pesado, una situación normal es tener un encuentro con un avión enemigo a muy alta altura, lo persigas, cargues tu ametralladora, le dispares unas pocas ráfagas, te haga un looping , lo pierdas, sientas sus balas cerca de tu cabeza, tu parabrisas baile y amenace con acabar entre tus dientes al bajar en picado.

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No te das cuenta y ahora la batalla se desarrolla a pocos metros del suelo, tu avión se refleja en el rio, tienes que evitar las copas de los arboles, pasas por debajo de un puente intentando escaparte de tu perseguidor que, abatido con la cabeza sobre su regazo, cae envuelto en llamas gracias a uno de tus compañeros. Todo ello envuelto en el sonido de un motor de gasolina de 1917 y el viento contra tus alas. Han pasado fácilmente 20 minutos y mueves los dedos en tu joystick para que pase un poco de aire entre los dedos, aún con la boca abierta. Una experiencia inolvidable.

Pese a que los dogfights  son la tónica de Rise of Flight, existen muchos tipos de batallas en los diferentes escenarios del juego y sus misiones. Tendremos que atacar aeropuertos enemigos, bombardear tanques y vehículos, derribar globos o simplemente patrullar a lo largo del frente. Todo ello con la tensión que produce el saber que estas a tan sólo una bala en el lugar adecuado de pasar de ser un avión a un dardo. Y es que los daños también están fielmente reproducidos, de hecho el  modelo de daños estará estructurado en que cada avión se ramifica en sub-objetos que a su vez tienen componentes que pueden ser dañados con su consecuente reflejo en el modelo físico.

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Poniendo un ejemplo rápido, una de las varillas que soportan el plano, dañada, puede romperse más fácilmente al estresar el ala en un picado, dando como resultado la total descomposición del avión.  Igualmente podemos ser heridos, nuestra visión se volverá rojiza y nos costará saber por donde vamos. Apenas intuiremos nuestro entorno dificultando en exceso la vuelta a casa. Pero es real, si ya costaba de por sí aterrizar uno de estos aparatos, con una bala en el cuerpo preferimos no imaginarlo.

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Modos de juego
En el modo campaña tendremos dos opciones aparte del tutorial. La primera, 'Hat in the Ring' nos permitirá ponernos en la piel de los voluntarios (bueno, la mayoría) norteamericanos del 94th Squadron durante sus combates más importantes. La segunda se trata de 'Du Doch Nicht' y seguiremos la experiencia de combate de Ernst Udet, as alemán de la gran guerra. Las dos campañas están basadas en hechos reales y están ideadas para subirte la adrenalina hasta arriba, y lo consiguen. El único pero, que también veremos en el modo carrera, es que no hay un proceso narrativo donde puedas sentirte identificado, es más una serie de 16 misiones puestas juntas y ya está.

El modo carrera es el que en un principio tendría que ser más atrayente, pero al igual que en las campañas falto de contenido narrativo. Recordamos sin ir más lejos el juego de Cinemaware, el clásico Wings que nos contaba la historia de un piloto en el frente a través de un inolvidable diario, o el no menos famoso Red Baron, con sus toques RPG; se echa de menos algo similar hoy en día. Aquí empezamos como teniente y vamos subiendo de rango a medida que aumentamos nuestras victorias, volamos con escuadrones que obedecen nuestras ordenes, en cada vez mas complicadas misiones dependiendo del bando escogido.
El juego también incluye un editor de misiones que nos permite crearlas tanto para uso individual como en multijugador.

El multijugador es un reflejo del éxito que tiene Rise of Flight dentro de la comunidad de pilotos de simulador.  Hay bastantes partidas creadas con un buen puñado de gente jugando, que seguramente lleven más horas que tu y no tengan ningún tipo de piedad.  Si decidimos crear nosotros la partida y hacer de servidor, podremos escoger el modo dogfight o cooperativo donde podremos albergar un buen numero de misiones para volar con amigos. Las partidas que hemos probado apenas tienen lag, aunque los recursos en tu PC deberán ser altos si decides hacer de servidor.  En misión rápida podremos escoger un entorno adecuado rápidamente y escoger el tipo de batalla que queremos, sea scramble, persecución etcétera así como el tiempo atmosférico o la hora del día. En el modo misiones podremos escoger vuelo rápido con cualquiera de nuestros aviones, o escenarios escogidos como puede ser escolta de observación o proporcionar protección.  La verdad es que da para muchas horas y las misiones ayudan a familiarizarse con los aviones.

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Campos de Francia
Ya hemos comentado la excelencia de el modelaje de los aviones, pero donde Rise of Flight es espectacular también, es volando a gran altitud.  La recreación de los campos de Francia es tan buena que nos dará la impresión de que en cualquier momento pasarán unas bicicletas por alguno de los caminos de tierra que sobrevolamos. El problema es que ni bicis ni nada, todo está excesivamente vacío.  Ni siquiera en la mayoría de los aeropuertos que están completamente faltos de soldados o vehículos en movimiento. Incluso el frente, devastado por los continuos bombardeos y las explosiones que aún pueden verse, pero está inquietantemente vacío. Los edificios también están creados al detalle, cosa que contrasta con el suelo de poblaciones más importantes, dando una sensación de pueblo sin calles. Realmente no es necesario un soldado ayudándote a poner en marcha la hélice, pero sí algo que de un poco más de inmersión.

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La preciosa iluminación HDR o los fenómenos atmosféricos ayudan durante el vuelo a añadir ese nivel de detalle que siempre es de agradecer durante un vuelo. Igualmente los reflejos del agua o los frondosos bosques enriquecen los combates a baja altura, recordándonos unas cuantas películas sobre otros tantos ases de la primera guerra mundial. Cuando alcanzas un avión enemigo veremos piezas salir despedidas del fuselaje, y si tenemos suerte empezará a soltar una realista nube de humo, señal de que su fin está cerca. También es cierto que RoF pide mucha máquina, más de lo que pudiera parecer, pero es altamente configurable. Nosotros con un i7 y una HD4850  hemos tenido que bajar algunas de nuestras pretensiones, pero aún así, se ve de escándalo y fluidísimo.

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El sonido de 1917
El sonido en Rise of Flight es sencillamente uno de los mejores conductores para la inmersión en el ambiente bélico aéreo durante la primera guerra mundial. El sonido del viento contra nuestros planos dependiendo de la maniobra que realicemos, el chasquido metálico de las ametralladoras, el traqueteo del parabrisas o los planos, el petardeo de los motores de gasolina de principios de siglo pasado, todo al mismo tiempo no hace más que enriquecer la experiencia.  Obviamente cada uno de los diferentes aviones tiene su propia colección de sonidos y después de unas cuantas horas en cada uno de los modelos, seremos capaces de asociar cada sonido de la cabina con su fuente al instante.

Rise of flight es en definitiva, uno de los mejores simuladores de vuelo que existen, de eso no hay ninguna duda. La inmersión como simulación es definitiva, no puedes dejar de pensar que realmente estas en la batalla y que la fragilidad de tu entorno se puede venir abajo en cualquier momento. Pero igual que es un acierto a todos los niveles en su apartado técnico es un aprobado justo a nivel emocional donde una historia más personalizada hubiera significado entrar directamente en el hall of fame no ya de la simulación, si no de cualquier juego.  Que se hayan corregido errores desde su lanzamiento y su continuo crecimiento no hacen más que ayudar a que el consumidor vea que los desarrolladores no te dejan abandonado.

Rise of Flight cuenta con un realismo que puede frustrar a más de un jugador casual, pero si sois unos apasionados de la simulación, Rise of Flight no puede faltar en vuestra colección. Ha tardado en llegar en formato físico en español, pero con la aparición de esta Iron Cross Edition se han superado la gran mayoría de los problemas que surgieron nada más salir el juego hace poco más de un año. En general la traducción de los textos a nuestro idioma esta muy bien hecha excepto algún que otro fallo técnico con alguna palabra no traducida, pero que tampoco es algo insalvable. Nos vemos sobre los cielos de Francia.

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-Recreación hasta el mínimo detalle de los aviones.
-La atmosfera de la primera guerra mundial fielmente creada.
-Las físicas de cada uno de los aviones.
-El excelente sonido que ayuda a la inmersión.

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8.5

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.