La otra cara de Raccoon City

Resident Evil ya hace tiempo que dejó de ser una simple franquicia de videojuegos para convertirse en un fenómeno internacional que triunfa allá por donde pasa. Lejos queda ya aquella primera entrega que, casi de forma inesperada, sorprendiera a propios y extraños por su calidad y su habilidad para tenernos en tensión de principio a fin. Era un juego casi de serie B, que buscaba un mercado diferente y que acabó convirtiéndose en un gran éxito que, a medida que pasaban las entregas, no hizo más que crecer progresivamente, hasta el punto de que en este año 2012 tendremos la friolera de tres capítulos nuevos de la franquicia, además de la quinta adaptación cinematográfica (aunque ya poco tengan que ver con la licencia original). Pero la evolución de la franquicia no ha sido del agrado de todos, y hasta cierto punto hay dos vertientes de amantes de Resident Evil en la actualidad: los que prefieren el sistema clásico de survival horror y los que disfrutan más con su vertiente de acción.

A lo largo de las sucesivas entregas, tanto principales como spin-offs, Resident Evil ha ofrecido a sus usuarios experiencias muy diversas y variadas, hasta tal punto que a día de hoy tiene a dos públicos que satisfacer. A los amantes del estilo clásico y tradicional, Capcom les ofreció hace unas semanas Resident Evil: Revelations, mientras que los amantes de la acción tenían sus miras puestas en el juego que hoy nos ocupa: Operation Raccoon City. Se trata de un spin-off de la franquicia que nos invita a revivir los acontecimientos de Resident Evil 2 y 3 pero desde el punto de vista de los malos de esta historia, del equipo de seguridad de la corporación Umbrella. Estamos ante un título enfocado única y exclusivamente a la acción, cuyo objetivo principal no es otro que ofrecer al usuario adrenalina en vena. Para tal fin, estamos ante una producción centrada fundamentalmente en el multijugador, tanto cooperativo como competitivo, hasta tal punto que jugar solos a esta obra carece totalmente de sentido.

Regreso a la ciudad maldita
La historia nos sitúa en la ciudad de Raccoon City, en el año 1998. La compañía farmacéutica Umbrella ha estado trabajando en varios laboratorios instalados por la zona, y tras el fiasco de la mansión Spencer, ahora la principal fuente de investigación es Raccoon City, donde el científico William Birkin ha estado trabajando en el Virus-G, una cepa diferente y más potente que el antiguo Virus-T. Sin embargo, las cosas no salen como Umbrella esperaba y la situación se descontrola, propagándose la infección por toda la ciudad. El caos domina el entorno, con zombis por todas partes, explosiones, accidentes, armas biológicas campando a sus anchas por laboratorios y calles… Aparte de los héroes que ya conocemos y cuyas historias se nos han narrado en Resident Evil 2 y 3, el gobierno también ha desplegado un equipo de Spec Ops para contener la situación y descubrir qué ha pasado, eliminando toda posible amenaza y consiguiendo toda la información que sea posible.

Pero una multinacional tan poderosa como Umbrella no puede permitir que su imagen se vea deteriorada por un accidente tan grave como el que se ha vivido en Raccoon City, así que despliega a su propia unidad de fuerzas de seguridad, los Lobos de la USS, para que eliminen todas las pruebas y a todos los testigos, preservando la buena imagen de la compañía para la que trabajan. Es un equipo que trabaja en las sombras, pero que son los mejores en su campo, llegando a sorprender incluso a sus propios líderes. A lo largo de siete capítulos (de entre treinta minutos y una hora de duración cada uno), deberán completar una serie de misiones determinadas en distintos puntos de Raccoon City, llegando a tener que enfrentarse a viejos conocidos. La posibilidad de matar a Leon que se comentaba ya desde el anuncio del juego es real, aunque su repercusión no es tan importante como cabría esperarse. En general, el argumento tiene algunos detalles muy interesantes y la evolución de los personajes es satisfactoria, pero a grandes rasgos no deja de ser una excusa para presentar el entorno en el que se va a desarrollar un título enfocado fundamentalmente a la acción.

Villanos anónimos
Los protagonistas de esta aventura no son nombres conocidos por los amantes de la franquicia. Más bien, son sombras, entes con nombre en clave que tienden a ocultarse y cumplir sus misiones sin más. Como encargados de hacerle el trabajo sucio a Umbrella, este grupo de personajes no tienen más motivación que superar la misión y esperar la siguiente, avanzan por mero instinto y, sí, son los mejores que hay en lo que hacen. Aunque son nombres y caras que veremos por primera vez en la franquicia, su presentación junto a un viejo conocido como es Hunk nos ayudará a que los situemos y comprendamos rápidamente dónde encaja esta pieza en el gran puzle de la franquicia. De hecho, hasta cierto punto, también resulta interesante ver a Hunk jugando un papel claro y de relativa importancia en los acontecimientos de Raccoon City, por lo que en ese aspecto se ha logrado la presentación perfecta para los seis nuevos miembros de la familia Umbrella.

Nuestro equipo estará formado por cuatro de estos seis personajes (tanto si jugamos solos como acompañados, podremos elegir los integrantes del equipo, así como sus armas y habilidades especiales), y dado que cada uno de ellos tiene habilidades diferentes, será de vital importancia conseguir un equilibrio perfecto para el equipo, con el fin de afrontar las distintas situaciones que nos encontraremos. Beltway será el personaje de impacto, especializado en demoliciones y con la habilidad para lanzar diferentes tipos de minas; Lupo, por su parte, es un personaje especializado en la potencia, con habilidades que giran en torno a potenciar sus armas con recargas más rápidas o usando balas incendiarias; Four Eyes ofrece control, pudiendo infectar a soldados para convertirlos en zombis, atraer a los infectados, tener control sobre los zombis, etcétera; Bertha es el personaje de apoyo, siempre armada con espráis de primeros auxilios, la posibilidad de curar infecciones y con la posibilidad de mejorar las características de sus aliados.

Entornos y caras ya conocidos
Como ya hemos dicho al principio, Operation Raccoon City se desarrolla al mismo tiempo que los acontecimientos de Resident Evil 2 y 3. Esto implica que prácticamente la totalidad del juego se desarrolla a través de situaciones, entornos y personajes ya bien conocidos por los amantes de la franquicia. Así pues, visitaremos escenarios como el laboratorio de Birkin, el ayuntamiento, el hospital, la comisaría, la central eléctrica, el cementerio, los laboratorios de Umbrella y, obviamente, las propias calles de la ciudad. Todos ellos están recreados con fidelidad a sus encarnaciones originales, pero adaptados a las nuevas tecnologías y a las posibilidades de juego propias de este spin-off. La elección de estos lugares se antoja realmente satisfactoria y parece que se ha prestado especial atención de no dejar ningún lugar emblemático de la franquicia sin tocar. Si ya se ha disfrutado de las entregas que se desarrollan en esta ciudad, lo bueno que tienen estos entornos, aparte del potencial que tienen por sí mismos, es el sentimiento de nostalgia que pueden despertar.

Lógicamente, tratándose de un juego de acción, todos estos lugares distan mucho de estar vacíos; más bien al revés, están plagados de amenazas ya bien conocidas, pero en cantidad muy superiores a las que estábamos acostumbrados. Así pues, la cantidad de zombis presentes en las calles es elevadísima, con una segunda mutación en zombi de cabeza carmesí; también tendremos la variante de zombis parásito, a los que una criatura se les adhiere a la cara. No faltan tampoco los tradicionales perros, los lickers o los hunters, completando un plantel de pesadilla que también juega esa baza de evocar recuerdos en el amante de la franquicia. Tal vez el número de criaturas diferentes que nos encontramos no sea especialmente elevado, más para ser una producción enfocada a la acción, pero la fidelidad a los originales evitó que se tomasen muchas licencias (o, al menos, más de las que ya se toman) que puedan alterar lo ya conocido por los aficionados. En ese aspecto, el respeto es total e incluso se intenta dar explicación a algunos sucesos con algunos de los enemigos.

A mayores de los enemigos más comunes, tenemos también las grandes amenazas y los viejos conocidos que regresan (o, mejor dicho, ya estaban ahí). No faltan a la cita el Tyrant, Nemesis, Nicholai, Leon S. Kennedy, Claire Redfield, William Birkin o Ada Wong. Algunos de ellos, como enemigos reconocidos de Umbrella, son objetivos prioritarios; otros, como armas biológicas de la compañía, tan solo requieren atenciones especiales. Se echa un poco en falta, en ciertos aspectos, un mayor peso de algunos de estos personajes en el desarrollo de la aventura, ya que muchos parecen estar metidos un poco con calzador y su presencia no siempre se antoja natural. Sin embargo, ese es, en gran medida, el encanto de esta producción: forzar el enfrentamiento con los que antaño eran los héroes, compartir objetivos con los que antes eran nuestros enemigos. La cantidad de cameos está bien medida y no solo no se hace agobiante, sino que se ha logrado un equilibrio perfecto entre la nostalgia y la presentación de un estilo de juego más gamberro con unos protagonistas mucho más oscuros.

Guerra en las calles
Pero toda esta fauna no es lo único que puebla las calles de Raccoon City, y es que si Umbrella tiene sus fuerzas especiales, el gobierno de los Estados Unidos también ha desplegado a sus tropas en la ciudad. Esto implica que no serán precisamente pocas las ocasiones en las que nos encontraremos con los Spec Ops durante la aventura principal, algo que provocará que, más que nunca, esta ciudad norteamericana acabe convirtiéndose en un auténtico campo de batalla a tres bandas: armas biológicas/infectados, USS de Umbrella y Spec Ops. Al igual que nosotros, los soldados tienen sus misiones y se centran en ellas, ignorando nuestros movimientos salvo cuando nos interponemos en su camino… que suele ser bastante a menudo. De este modo, por poner un ejemplo de un momento bastante intenso del juego, podemos vivir un enfrentamiento en un almacén cerrado en el que estarán presentes zombis, Nemesis, Spec Ops y nosotros mismos. Todos atacando a todos, hasta tal punto de que nadie es amigo e incluso nuestros propios compañeros pueden verse infectados y volverse en nuestra contra.

Este es uno de los detalles particulares de juego de Operation Raccoon City: la posibilidad de infectarnos si nos muerden los zombis. En líneas generales, y como ya hemos dicho, estamos ante un título de acción cuyo sistema de control está muy próximo al de Resident Evil 5 y Resident Evil: Revelations: cámara al hombro, personaje en un lateral de la pantalla, apuntar y disparar (pudiendo hacerlo mientras nos movemos), correr… Y también podremos cubrirnos, para lo cual bastará con acercarnos a algo que pueda ser una cobertura; esta idea de cobertura automática, aunque está bien pensada (cuando vamos corriendo y nos lanzamos para cubrirnos en momentos muy intensos), no está del todo bien pulida y es posible que en ocasiones que queramos huir, la cámara nos juegue una mala pasada y acabemos cubriéndonos mientras la oleada de zombis se arremolina a nuestro alrededor impidiendo la huida. Los personajes llevarán dos armas en todo momento, pudiendo cambiarlas rápidamente con solo pulsar un botón.

Para el arma principal contaremos con diferentes rifles de asalto, metralletas cortas y largas, escopetas, rifles de francotirador, lanzallamas o lanzagranadas, mientras que la secundaria se limitará siempre a ser una simple pistola. Lo interesante del sistema de juego es que, como ya hemos dicho, la aventura está dividida en capítulos, y al final de cada uno se nos recompensará con experiencia que podremos invertir en partidas sucesivas en adquirir nuevas habilidades o armas. Obviamente, cuanto mayor sea la potencia, más experiencia deberemos invertir. Esto da un toque estratégico al inicio, ya que con el paso de las partidas, y a medida que subamos nuestro nivel como jugador (no suben los personajes, sino nosotros) iremos desbloqueando todas las posibilidades para todos los personajes, preparándonos así completamente para todas las misiones que podamos tener que afrontar. Eso sí, en lo que respecta al armamento tendremos la posibilidad de conseguir distintas armas durante la partida, ya sea de cofres o quitándoselo a los enemigos abatidos.

Modos competitivos
Además del modo historia principal cooperativo, Operation Raccoon City incluye modos competitivos más sencillos y tradicionales, pero igualmente satisfactorios e interesantes. Hablamos de diversas variantes de modos multijugador habituales en el género, pero adaptadas a las particularidades de la franquicia Resident Evil con bastante acierto, logrando que sean modos divertidos y que animan a volver a jugar una y otra vez. Por ejemplo, tenemos el modo de Ataque por equipos, en el cual viviremos un enfrentamiento directo entre un equipo del USS y un equipo de Spec Ops del gobierno. Otra posibilidad es disfrutar del modo Biohazard, una especie de Captura la bandera en la que los miembros del USS y los del equipo de Spec Ops se enfrentarán por hacerse con una muestra del Virus-G (en teoría, según el argumento que se le intenta dar a este modo, unos quieren conservar lo que se de Umbrella y los otros quieren usarla para encontrar una cura).

En el modo Héroes se nos presenta un planteamiento argumental una vez más basado en que algunos personajes quieren sacar a la luz toda la verdad sobre Umbrella, mientras que otros intentan silenciar a los llamados héroes que actúan en nombre de la justicia. En este modo controlaremos a los personajes conocidos de la franquicia ya comentados, y básicamente se trata de sobrevivir y cumplir nuestros objetivos (por ejemplo, si estamos en el bando de Umbrella, eliminar a todos los héroes que quieran destruir a la compañía). Por último, tendremos el modo Supervivencia, en el que los equipos del USS y de los Spec Ops deben salir de la ciudad antes de que explote todo, pero solo hay un helicóptero a su disposición; se inicia así una competición en la que todo vale con tal de llegar antes que el rival al helicóptero y salir de la ciudad antes de que salte por los aires. A mayores, los usuarios de Xbox 360 tendrán un modo Nemesis adicional mediante contenido descargable, que básicamente es un enfrentamiento por equipos pero con la posibilidad de controlar a la criatura para que luche a nuestro lado.

Más allá de las reglas particulares de cada modo, el sistema de juego es idéntico al de la aventura principal, por lo que no nos vamos a detener más en este aspecto. En líneas generales, como juego enfocado al multijugador que es, los modos competitivos de Operation Raccoon City funcionan a la perfección, siendo muy satisfactorio jugar con amigos para explotar al máximo sus posibilidades. Tal vez no tenga un número demasiado elevado de modos, pero los que hay son lo bastante variados y divertidos como para cumplir de sobra y dejar un buen sabor de boca. Son partidas por lo general rápidas, de pocos minutos, en las que toda la intensidad de la aventura principal se adapta a un duelo directo con otros usuarios, con todo lo imprevisible que esto puede resultar. Dado que el modo historia es bastante corto, pese a ser rejugable, la producción depende mucho de la vida de estos modos; pero si la comunidad es amplia, hay aquí juego para rato.

Apartado técnico
Visualmente, Operation Raccoon City es un título que se ve un tanto limitado por la dependencia tan elevada que tiene del multijugador. Es decir, pese a ofrecer algunos aspectos brillantes, hay muchos elementos relativamente más sencillos para evitar manejar grandes cargas de datos y lastrar la experiencia online. En general, el juego luce un acabado notable, con una recreación de las distintas zonas de Raccoon City bastante impresionante que nos hace pensar en cómo hubiese sido un remake de Resident Evil 2 con gráficos actuales. Dado que el juego es eminentemente lineal, muchos de los entornos tienen forma de pasillo u ofrecen pocas posibilidades de exploración, estando más presentes escenarios cerrados que entornos abiertos, lo cual deja un sabor un tanto agridulce. Eso sí, a nivel visual permite cargar un poco más de detalles los entornos, aunque en algunos interiores el resultado no acaba de ser idóneo, sobre todo con los pequeños detalles como basura o escombros.

Pese a todo, lo importante es que pese al ritmo frenético del juego, el apartado visual cumple sobradamente su objetivo al conseguir que no se noten grandes tirones y que todo sea fluido constantemente, dando prioridad a la acción ante el poderío gráfico. Desgraciadamente, hay un problema muy importante en este apartado que es la cámara, que muchas veces se sitúa en puntos incómodos y nos tapa la visión o nos confunde desviándonos del camino. Al ser fija al hombro no tenemos muchas posibilidades de moverla, y en ocasiones esto será una molestia bastante importante, sobre todo cuando los enemigos nos rodean y girarnos puede ser demasiado lento y molesto. Otro problema importante nos lo podemos encontrar con la inteligencia artificial de la máquina en las partidas en solitario, ya que más que una ayuda los compañeros de la IA se convierten en un lastre, ya que tendremos que estar cuidando de ellos todo el rato, reviviéndolos y teniendo cuidado al disparar o lanzar granadas porque tienen la mala costumbre de meterse en medio (por no hablar de ocasiones en las que se quedan de pie, en un rincón, sin moverse, muy lejos de la acción).

También necesitaban otra pequeña mano de pintura las secuencias de vídeo, ya que algunas de ellas se antojan un tanto plásticas y forzadas para los tiempos que corren y que, en ciertos casos, dan la sensación de ofrecer un acabado ligeramente inferior al del juego normal. En cuanto al apartado sonoro, las melodías consiguen transmitir con mucho acierto la intensidad de las situaciones que vivimos, adaptándose sin problemas a cada situación. Algunas recuerdan a temas clásicos, mientras que otras optan más por ofrecer algo distinto y dotar de una personalidad propia para este juego. El principal problema de este apartado es, sin duda, la comparación inevitable con Resident Evil 2 y 3, ya que así como visualmente y argumentalmente se intenta mantener una fidelidad a los originales, el cambio de género provoca unos cambios sonoros que no terminan de pegar del todo bien en la ambientación, por mucho que, por sí mismos, se mantengan a un nivel notable.