Los coches RC de Creat Studio llegan 'sin pilas' a nuestros PC

Algo más de dos años han pasado desde que esta desarrolladora rusa se decidiera a presentar su título en el E3. Desde entonces se han tomado tal vez demasiado tiempo para adaptar este título, que presenta más fallos que aciertos, a la plataforma de los ordenadores personales. La primera vez que pudimos ver este juego en acción fue a principios del 2003 en una PS2 bajo el nombre de Smash Cars.

Este título destacó por la excelente simulación de la física de estos coches radiocontrol y, sobre todo, por las considerables dosis de diversión que ofrecía. RC Cars es una copia casi exacta de dicho juego aunque en la conversión se han perdido bastantes facultades del original entre las que destaca la pérdida de la diversión que ofrecía el anterior pero vayamos por partes...

La jugabilidad: realismo VS diversión

La mecánica del juego es muy sencilla. Después de haber creado nuestro jugador se nos otorgará un coche radiocontrol (un 4x4) y una cantidad simbólica de dinero para comenzar a participar en carreras contra otros oponentes. El llegar en una buena posición a meta será primordial para avanzar en el juego ya que esto nos ayudará a obtener beneficios monetarios imprescindibles para conseguir abrir nuevos circuitos, adquirir mejoras del motor, del turbo y de las ruedas así como, si la economía lo permite, adquirir alguno de los otros dos modelos que se nos ofrecen. No obstante, nos encontramos ante una mecánica de juego que no va nada bien con el título con que nos encontramos.

Es desesperante conseguir avanzar en el juego con esta mecánica debido a que tendremos que correr una y otra vez en los mismos circuitos para lograr conseguir dinero y avanzar hacia nuevas pistas. Además los circuitos no son muchos (sólo contamos con 10). Todo esto parece un engaño para el jugador que ve la durabilidad del juego aumentada de manera desleal a costa de su frustación, término que define perfectamente lo que se siente al pasar varias horas delante de este juego.

Y es que lo han hecho de tal manera que lo que interesa no es tanto ganar un campeonato, sino ganar dinero para obtener uno de los coches que nos ofrecen en el garaje. Este es el único aliciente que he encontrado en el juego para seguir jugando con él. Por lo demás todo se repite: unos adversarios que siempre actuan igual (inteligencia artificial mal trabajada), unos circuitos que cansan por su longitud...

En este juego no todo consiste en llegar el primero sino que también influyen aspectos como la cantidad de tiempo que saques al segundo clasificado y, lo más divertido, los impactos que logres propinar tanto a tus adversarios como a otros elementos de los escenarios como son los veraneantes, los militares o los objetos que nos encontraremos en el suelo. He de reconocer llegados a este punto que la originalidad e interactividad con el entorno en este aspecto es notable y tal vez uno de los aspectos que se salven de la mediocridad general del título.

Con nuestro coche radiocontrol atravesaremos playas, carreteras, minas y alguna que otra edificación militar sorteando en cada una de ellas a personas que nos querrán dar patadas, perros que correrán detrás de nosotros y hasta militares que nos dispararán.

R C Cars presenta unos recorridos bastante amplios, bien terminados y con un detalle gráfico destacado. Sin embargo, los circuitos son demasiado enrevesados y con pocas indicaciones que nos señalen por donde debemos de ir en cada momento. No será difícil que en este juego nos desviemos de la ruta a seguir o que simplemente caigamos al vacío nada más empezar la carrera debido a la mala indicación como ocurre en el circuito de las minas (uno de los más enrevesados). Tal vez los desarrolladores, pensando en dotar al juego de un mayor realismo, hayan optado por suprimir las indicaciones pero parece que en este caso no era lo más adecuado.

El control de los coches radiocontrol es uno de los puntos fuertes de RC Cars debido al realismo que los desarrolladores han conseguido transmitir a la física de los mismos. Dispondremos de las siguientes funciones: aceleración, freno, salto y turbo. Nuestro coche se comportará igual que cualquier coche teledirigido que podamos encontrar en el mercado: los saltos serán difícil de controlar, los impactos nos harán perder la estabilidad, el coche trepará en ocasiones por las paredes, etc.

En este aspecto también hay que felicitar a los desarrolladores de Creat Studio pero, como siempre, todo tiene un lado negativo y en este caso se verá afectado uno de los apartados más importantes en un videojuego: la jugabilidad. Como consecuencia de este comportamiento realista el jugador nuevamente se verá frustado ya que a pesar de muchas horas de juego aún seguirá sin lograr controlar perfectamente el coche radiocontrol. Serán frecuentes las pérdidas de control a alta velocidad, en los impactos, en los saltos, en las caídas...

La inteligencia artificial de los adversarios, practicamente inexistente, tampoco ayudará a que nos quedemos jugando un poco más. Algo parecido sucede con los modos de juego que se nos presentan... Y es que hablar de un juego de carreras con tan sólo 4 modos de juego (campeonato, carrera rápida, modo fantasma y modo multijugador) es hablar de un título que va a hacernos pasar muy pocas horas delante de él. Todos estos defectos: control discutible, inteligencia de contrincantes y falta de modos de juego llevarán al jugador a la sensación de estar ante un juego muy repetitivo.

En el modo multijugador podremos elegir entre 2 modalidades: jugar a pantalla partida en el mismo ordenador o jugar en red, lo cual admitiría hasta un total de 6 jugadores. No obstante estamos ante el mismo problema: no existe tampoco ninguna modalidad de juego o minijuego dentro del modo multijugador con lo que nos limitaremos a correr en los 10 circuitos una y otra vez, lo cual se vuelve monótono.

Gráficos: un aspecto cuidado

En cuanto al aspecto gráfico se aprecia cierto esfuerzo por el modelado de los coches aunque es evidente si tenemos en cuenta que sólo han diseñado 3 modelos, los cuales son claramente insuficientes... RC Cars destaca por el colorido y la calidad de las texturas que componen cada uno de los circuitos y algún que otro efecto de iluminación que están en discordancia con el uso inexplicable del efecto niebla en alguna que otra fase y con la falta de la aplicación del efecto de transparencia en el agua del mar, por ejemplo.

Aún así, en términos generales, el apartado gráfico está bien resuelto y ofrece una muy buena sensación de velocidad, uno de los aspectos mejor resueltos de este título. Dentro de las opciones tendremos la posibilidad de cambiar la resolución de pantalla, la calidad del color, de las texturas y de la renderización así como la aplicación del triple buffering siempre que nuestro hardware lo permita.

Sonido: monotonía y frustración

Otro elemento que ayuda a incrementar la sensación de repetición que acompaña a todo el juego es la música, la cual es muy desigual. Podríamos destacar tan sólo 2 ò 3 temas destacados, los demás o bien cumplen o bien decepcionan o, en el peor de los casos, desquician. Podemos optar entre 3 modalidades: modo techno, modo rock y modo combinado en el que se alternarán temas de techno y rock.

Aún así existe una cuarta modalidad no menos recomendable que consiste en quitar la música. Con esto no quiero decir que la banda sonora de este juego sea muy mala pero ciertos temas no son acertados para acompañar a este tipo de juegos aunque tal vez sea cuestión de gustos...

En cuanto a los efectos de sonido podemos decir que son correctos pero en ningún caso sobresalen. Es decir que los efectos de sonido simplemente cumplen dando la sensación de estar delante de coches radiocontrol que suenan con realismo al acelerar, al frenar, al saltar, al caer, al impactar.

Comparándolo con...

Como ya hemos adelantado antes este juego es casi idéntico al título de PS2, Smash Cars, que apareció el año pasado. Si bien hay aspectos que se han conservado como la física hay modos de juego que se han suprimido haciendo bastante peor a este nuevo título.

Lo que está bien

Es digno de admiración el esfuerzo que han empleado estos desarrolladores rusos en conseguir una física tan realista para estos coches radiocontrol. El comportamiento de los mismos es muy similar al de un coche radiocontrol de los de verdad.

A conseguir este realismo contribuye, de una manera algo más discreta, los efectos de sonido que sin llegar a ser sobresalientes cumplen con su objetivo. Cabe destacar la sensación de velocidad y el aspecto gráfico del juego en general: escenarios detallados, coches bien modelados, colorido, efectos de iluminación escasos pero aceptables... Y por último, y no menos importante, el precio: 20 euros.

Lo que no está tan bien...

Con todo lo dicho anteriormente podemos concluir que RC Cars es un juego incompleto o inacabado que carece de los modos de juego suficientes para atrapar al jugador. El juego llega a crear una sensación de frustración como resultado de un control complicado y de la falta de alicientes para continuar jugando (faltan circuitos y coches para elegir).

La música que se ha incorporado tampoco ayuda a salvar un poco a este juego de la quema y especialmente los temas techno son los que más pueden afectar a nuestro oído. Por otra parte la rejugabilidad es inexistente y al cabo de unas horas tendremos un juego con el que apenas habremos disfrutado y que acabará probablemente abandonado en alguna de nuestras estanterías.

Enlaces

Requisitos del sistema

Mínimos según el fabricante: Intel Pentium III a 600 Mhz con 64 MB de RAM, 750 megas de espacio libre, 200 MB libres de memoria virtual, sistema operativo Windows, tarjeta basada en los chips Nvidia, GeForce2 o ATI Radeon 8500 con al menos 16 megas de memoria para texturas. Versión de DirectX 8.1 o superior.

Recomendados según el fabricante: Intel Pentium IV a 1300 Mhz o AMD Athlon a 1200 Mhz con 128 MB de RAM y tarjeta de video basada en los chips Nvidia, GeForce2 o ATI Radeon 8500 con al menos 32 megas de memoria para texturas.

Hardware adicional recomendado por el fabricante: tarjeta de sonido Creative Labs Live!, joystick, gamepad o volante así como modem o tarjeta de red. Tarjetas de video recomendadas: Nvidia Riva TNT2, ATI Radeon, Matrox G400, GeForce, GeForce2, GeForce2MX, GeForce 3, GeForce 4, GeForce 4MX.

Ordenador utilizado por el autor del análisis: AMD Athlon a 1,53 Ghz con 256 MB de RAM, sistema operativo Windows XP, tarjeta de vídeo GeForce4 MX420 y tarjeta de sonido Sound Blaster Live!

En el ordenador empleado el juego ha funcionado perfectamente.