Ravaged

Los primeros frutos Kickstarter después del advenimiento de Tim Schafer ya están saliendo a la luz y no cabe más que alegrarse por ello. Pequeños estudios, formados por profesionales de trayectorias contrastadas y con una financiación ajustada podrán dar rienda a su imaginación y realizar los juegos que quieren hacer, de la forma en la que quieren hacerlo y tratando de hacer cosas en las que realmente son buenos. Ravaged es un gran ejemplo de esto cuando se entiende la historia detrás de su estudio, 2 Dawn Games, un pequeño grupo afincado de Nueva York formado por ex-trabajadores de Kaos. Dentro del gran estudio y por dos veces, un grupo creado a raíz de unos aficionados conocidos por sus brillantes mods para multijugador se vio forzado a hacer juegos que debían impactar tanto en campaña como en multijugador, con ambiciosas visiones, historias creíbles y decenas de millones de presupuesto tratando de perseguir el ansiado “Triple A”. Como grupo independiente y después de pasar por todo aquello, ahora el grupo se ha permitido hacer algo a una escala mucho más confortable y en el campo en el que ellos realmente destacan: el multijugador. El modesto Kickstarter -pedían 15.000 dólares, consiguieron más de 38.000- sirvió para apuntalar un juego independiente que ya estaba en avanzado estado de desarrollo, acelerar su finalización, conseguir un extra de publicidad y dar al grupo unos recursos extra para afrontar el lanzamiento

Ravaged es un título prácticamente que se explica solo: juego multijugador con vehículos en un escenario post-apocalíptico. Con un mínimo de contexto y sin detenerse en detalles que no afectan el juego, el escenario se basa en dos bandos enfrentados por recursos -gasolina- en un escenario que recuerda inevitablemente a Mad Max. No hay historia, ni exposición, ni modo alguno de jugar en solitario, es un título multijugador puro en el que además hay que tener un mínimo interés en el juego en equipo para poder tener una oportunidad de victoria. Dado que los escenarios son amplios parajes, los vehículos y el combate en ellos es uno de los puntos álgidos de este título, recuperando un estilo de juego rápido, inmediato y salvaje con algunas reminiscencias a Unreal Tournament y algo más alejado de los imponentes campos de batalla de Battlefield.

Los dos bandos tienen un sistema de clases “asíncronas” con nombres y skins diferenciados pero que ocupan roles similares. No hay sistema de personalización, ni niveles, ni perks, es un juego que se basa completamente en la habilidad del jugador. Las clases en cada bando, aunque son diferentes ocupan un rol similar, por lo que en ambos bandos hay un francotirador, pero que se distingue por el skin y por las armas secundarias que pueden usar -que es donde está la mayor diferencia entre clases-. Las diferentes clases ocupan los roles conocidos y básicamente se distinguen por sus armas secundarias. Ambos bandos tienen un especialista en armas pesadas con un lanzacohetes, también un soldado con ametralladora o uno dotado de armas ligeras. La elección de clases permite cierta libertad a la hora de encarar el combate a pie y también marcar las diferencias si eres realmente bueno en una clase especialista. Un buen francotirador puede sacar por ejemplo bastante partido a los complejos y amplios escenarios del juego, que ofrecen numerosos puntos altos desde donde apostarse.

Pero la estrella de Ravaged está sin duda en el combate con vehículos. Hay diferentes clases de vehículos motorizados, desde quads individuales sin ninguna capacidad ofensiva a coches acorazados, jeeps, e incluso tanques y un tosco helicóptero. Coger uno de estos vehículos no es sólo importante por las considerables distancias que hay en los mapas, sino que es importante para no ser presa fácil de los vehículos rivales, que pueden eliminarte mediante la simple pero efectiva técnica del atropello. También ofrecen un componente cooperativo que es fundamental si quieres conseguir algo en la batalla. Los vehículos van equipados con armas, pero necesitan de un segundo jugador que las opere, así que ir solitario es básicamente perder gran parte de lo que el vehículo puede hacer. Hay vehículos que pueden llevar a más de un pasajero como en un jeep acorazado en el que uno conduce, otro se asoma por la ventana lateral y un tercero ocupa la parte de atrás, listo para hacer frente a enemigos perseguidores. Con un buen conductor, se pueden hacer maravillas con esta combinación, pero no es fácil.

Hay varios aspectos de la conducción de vehículos que tener en cuenta. Una es técnico y no es tanto un problema como una advertencia, dependiendo del ping hay cierto retardo a la hora de dirigir, lo que dada la velocidad que alcanzan puede ser un problema incluso más importante del que es en un FPS normal, por lo que se recomienda una sólida conexión. La conducción requiere cierta pericia, especialmente a la hora de tomar curvas pronunciadas, así que en los primeros momentos es fácil ver coches precipitándose hacía fosos o dándose de bruces con una montaña, además cada vehículo tiene su propio comportamiento. Hay algunos problemas técnicos de coches que se quedan atrapados en un espacio sin posibilidad de salir, problemas que el estudio está tratando de solventar desde la beta, con un ritmo alto de actualizaciones. Pero a pesar de sus problemas, es divertido por la gran velocidad y el ritmo desenfrenado. Llama particularmente la atención la dificultad de manejar el helicóptero, que durante todo este tiempo ha protagonizado graciosas anécdotas entre los jugadores, siendo habitua ver como se precipita al suelo constantemente o pierde el control en pleno vuelo para risas del personal. Eso sí, una vez que uno se acostumbra a su particular mecánica de vuelo y a realizar los giros correctamente, y contando con un buen artillero que maneje su arma, se convierte en un instrumento demoledor cuya única respuesta suele ser otro helicóptero -aunque los duelos aéreos tienen bastante dificultad- o mediante algo de suerte con el lanzamisiles o el lanzacohetes del ingeniero.

El combate en vehículos funciona también porque los modos de juego están bien orientados a sacarle provecho aunque están bastante limitados: dos. Uno es un sistema de captura y defensa de banderas en el que ambos bandos luchan por conseguir el máximo número de puntos de spawn hasta lograr conquistar todo el mapa o hasta que acabe el tiempo, momento en el que gana el que tiene más. Aquí es fundamental la movilidad de los vehículos, el poder organizarse para defender varios puntos a la vez y tener la coordinación de atacar por los puntos débiles de la defensa rival. Los puntos de spawn ofrecen además munición y nuevos vehículos, así que lograrlos también tiene importancia estratégica. Pero el modo más original, divertido y propio es el segundo, donde los dos bandos luchan por la mencionada gasolina, invadiendo las bases rivales, cogiendo bidones y llevándolos de vuelta a tus bases hasta lograr robar el último o que se acabe el tiempo. Es en ese segundo modo donde todas las bondades del juego se reúnen, desde las sinergias entre las distintas clases y vehículos, la estrategia de conquistar spawn point cercanos a la base rival para acortar distancia, las locas persecuciones y desesperadas defensas en “mitad de pista” de los bidones. Es una alegre locura con un aire muy desenfadado y con un gran sentido de la acción, el escenario perfecto para que Ravaged muestre sus virtudes.

Como última pieza del encaje de puzles están los mapas, que son realmente destacables y donde se nota que se ha puesto el mayor esfuerzo por parte del equipo. Estéticamente están muy bien conseguidos, el equipo ha hecho un buen uso del Unreal Engine para presentar escenarios diversos en temática, tamaño y características, además de dotar al juego de numerosas opciones de configuración gráficas para que cada jugador pueda cuidar del rendimiento al detalle en función de su máquina -importante para un juego multijugador-. Bridge es un claro ejemplo de lo mejor que ofrece Ravaged, tanto estética como en estructura de campo de batalla, una réplica del Golden Gate en ruinas que ofrece zonas donde el combate con vehículos brilla con luz propia. También podríamos destacar el icónico Liberty, que da portada al juego y presenta un escenario con los restos de la Estatua de la Libertad, o Icebreaker, que nos da un descanso del polvo marrón para llevar la acción a parajes congelados, con los restos de un barco coronando el conjunto. No todos los escenarios están pensados para el combate motorizado, hay también espacios más pensados para el combate a cara de perro, pero Ravaged aquí se presenta en su versión menos interesante, ya que como shooter convencional queda lejos de los referentes del género -las armas no se muestran demasiado contundentes en cuanto a reacción o sonido y la acción es demasiado convencional, sin nada que destacar-.