Todos para cuantos vengan

¡Es casi como una película de Pixar! Eso decíamos cuando vimos el primer Ratchet para PlayStation 3 y lo cierto es que no exagerábamos lo más mínimo. El detalladísimo acabado de los escenarios junto al siempre colorido y desenfadado estilo de la franquicia, recreados en la actual consola de Sony, lograban simular un resultado no tan lejano a lo que vemos en películas de animación, siempre salvando obvias distancias. El trabajo logrado con los dos primeros Ratchet de esta generación fue encomiable, aunque si algo les podíamos echar en cara era lo continuistas que resultaban. All 4 One es la respuesta a eso mismo, valiéndose de uno de los elementos actuales que más están aportando a cambiar las mecánicas de juego, el cooperativo.

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Pasar de un sistema de un único protagonista a uno de cuatro no es una tarea baladí. Desde Sonic 2, y ya ha llovido, sabemos que introducir un segundo personaje en un plataformas sin alterar el ritmo de juego es muy complicado. Hay que equilibrar entre cuál es el peso que se le da al manejo de cada personaje y cuál a la colaboración en equipo para superar obstáculos y acabar con los enemigos. Si encima adoptamos una perspectiva 3D, aún complicamos más el asunto. Ésa es la barrera que se ha encontrado este juego y que, si bien ha logrado sortear en gran parte, no ha terminado de afinar el resultado.

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Para los curiosos por el argumento, aunque nunca haya sido lo más relevante más allá de los diálogos que mantienen entre sí Ratchet y Clank, nos situamos justo después de 'Atrapados en el Tiempo'. Una máquina ha secuestrado a nuestros dos héroes junto al Capitán Qwark y el Doctor Nefarious, y los ha transportado a un mundo extraño lleno de raras criaturas. Muy a pesar de todos ellos, deben aunar fuerzas para escapar de allí. Además, deberán descubrir quién se encuentra detrás de ese artilugio que los ha capturado y cuál es su objetivo. Así, se inicia esta particular alianza que incluye a dos enemigos acérrimos, lo que dará lugar a conversaciones aún más absurdas y situaciones más divertidas que antes, con lo que el buen humor sigue reinante en todo momento.

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Hay que aclarar que All 4 One no debe jugarse obligatoriamente a cuatro y que un único jugador puede aventurarse en el modo historia por sí solo. Las secciones cooperativas son cubiertas por un compañero controlado por la CPU, Clank o Qwark, que nos ayudará a resolver las secuencias de acciones que requieran más de un participante de forma relativamente efectiva. Al estar bastante delimitadas, no es necesaria realmente una compleja IA para determinar qué hay que hacer en cada momento y simplemente ejecuta la acción que corresponda a donde estemos, colocándose donde resulte más conveniente.

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Sin embargo, la experiencia final pierde gran parte del interés si jugamos en solitario, pues el diseño del juego está completamente orientado a varios jugadores. El trabajo en equipo reside principalmente en apoyarnos en los miembros de nuestra banda para avanzar a través de ciertas secciones, utilizando alguna de las herramientas a nuestra disposición. La más clara es el aspirador, que tienen múltiples usos, desde succionar a un compañero para lanzarlo a otro lado del escenario a navegar por unos rápidos montados en ella. Otro elemento que nos mantendrá unidos, nunca mejor dicho, será una cuerda que podremos lanzar para engancharnos a otro. De esta forma, muchas veces progresaremos consiguiendo que alguno pase a un cierto lugar del escenario y el resto se atarán a él a continuación.

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En general no hay realmente puzles que podamos calificar de complicados y los pequeños retos mentales que se ponen ante nosotros no suelen ir más allá de que todos han de realizar una cierta acción al mismo tiempo. Esto puede significar que necesitamos la fuerza de varios para girar un mecanismos o que todos deben utilizar un martillo neumático para destrozar una roca que nos bloquea el camino. No obstante, sí que hay alguna prueba que exige más que pensar, el ser rápidos en la ejecución conjunta de los pasos que llevan a su resolución. Desafortunadamente, la mayoría de estos rompecabezas no es que aporten demasiado, sino que sobre todo sirven para reagruparnos de nuevo. De hecho, las partes plataformeras son casi más una excusa para competir por bien quién supera antes una sección o quién consigue un determinado objeto, que un elemento para fomentar el compañerismo.

Es enfrentándonos a los enemigos como mejor nos lo pasaremos y más disfrutaremos de ser 'todos a una'. Si esto ya pasa con los secuaces normales, más aún con los jefes finales, ya que ahí es obligatorio casi siempre luchar todos juntos para alcanzar sus puntos débiles, nada de cada uno la guerra por su cuenta. También se han añadido ciertas acciones especiales que nos permiten, por ejemplo, asistir a un compañero en caso de peligro inminente, con lo que no todo es atacar. Por desgracia, en ese afán por hacernos llevar a cabo movimientos conjuntos, los combates han perdido de algún modo algo de chispa. Si bien hay que apreciar que haya intentado ofrecernos nuevas acciones casi a cada paso, no han terminado de acertar con lo que supone cada una de ellas.

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Las armas vuelven a ser evidentes protagonistas de la mecánica de juego de Ratchet, aunque en esta ocasión hemos notado que ya no ha habido tanta creatividad como en anteriores entregas. Lo que se gana gracias al cooperativo es la posibilidad de realizar tiros combinados que ganan en potencia respecto al funcionamiento normal del dispositivo. Del mismo modo, el que cada personaje pueda llevar un arma distinta en cada momento permite que, por ejemplo, uno se encargue de aturdir y otro de rematar, o cualquier combinación que seamos capaces de imaginar. Por otro lado, ahora el cambio de arma es más dinámico, empleando la palanca derecha, por lo que no paramos la acción en ningún momento para elegir otra afectando al resto de jugadores.

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Uno de los factores fundamentales que afecta a cómo se ha diseñado All 4 One es el hecho de que el cooperativo puede ser tanto por Internet como en local. Esto último obliga a que la cámara abarque toda la acción, ya que no han optado por un sistema de pantalla partida que por otro lado habría afeado lo que vemos a través de nuestro televisor. Esto, por desgracia, desemboca en que el movimiento de la cámara pierde dinamismo frente a lo que vimos en los anteriores Ratchet de PS3 y que tanta espectacularidad añadía a las escenas. Además, en más de una ocasión los personajes pueden quedarse fuera de cuadro, con el consiguiente peligro de muerte accidental. Y esto ocurre incluso con un único jugador.

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Esto es algo que en títulos como New Super Mario Bros se solventó con algo de gracia, con aquello de las burbujas, pero que en una perspectiva tridimensional se complica y termina afectando negativamente a la jugabilidad. También el desplazamiento y las transiciones son más lentos, por aquello de tener que avanzar todos a un tiempo. Es un lastre casi obligatorio teniendo en cuenta lo que nos quiere ofrecer el juego, pero que si lo comparamos con otros títulos de la franquicia evidencia que se ha perdido parte de lo que ésta siempre ha hecho gala. Del mismo modo, los enfrentamientos con jefes finales estando tan limitados en movimiento, reduce la variedad de éstos.

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Es únicamente en las partes de vehículos o sobre raíles donde aún se mantiene buena parte de la esencia de otros títulos, ya que ahí la cámara se desplaza independientemente del control del jugador y hemos de concentrarnos en esquivar lo que se nos viene encima. Pero incluso en estas partes podemos llegar a apreciar que la calidad gráfica ha bajado algunos enteros respecto a lo que ya estábamos acostumbrados. Por desgracia, se ve que no han sido capaces de mantener el magnífico nivel visual de 'Atrapados en el tiempo' con la opción de cooperativo por Internet, lo que quizá podrían haber logrado teniendo en cuenta el tiempo que los distancia en lo que va de generación.

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