Esqueletos con mucho humor

Item: Raskulls
Rating: 7

Raskulls es una propuesta diferente, sencilla y cargada de color, en la que nos encontramos con una interesante mezcla de plataformas, acción y puzles. Diversión para hasta cuatro jugadores en pruebas alocadas protagonizadas por personajes de lo más carismáticos.

Ramón Méndez

Actualizado a 3 de marzo de 2012 23:07 CET

Microsoft y Halfbrick nos presentan una nueva alternativa para Xbox Live Arcade, que demuestra el potencial de este servicio para ofrecer títulos variados y únicos, capaces de adentrarse en territorios que se escapan de lo que suelen ser las propuestas que siguen las directrices más populares en el gran mercado. Raskulls, sin lugar a dudas, es un título que cumple a rajatabla esta definición, ya que se trata de un título con un estilo tan personal y único que no juega en la misma liga que muchos de los grandes lanzamientos que vemos a lo largo del año en la máquina de Microsoft. Basta con ver las pantallas que acompañan a este texto para percatarnos de lo peculiar que es el juego, que no se avergüenza en ningún momento de su espíritu humilde y consigue lo más importante: divertir y arrancarnos una sonrisa.

Desde luego, es una propuesta muy interesante y apta para toda la familia, un agradable regalo navideño que alegrará las fiestas a muchos usuarios. Y es que, pese a distar de ser un juego perfecto y tener abundantes elementos en su mecánica que requieren unas cuantas pinceladas para pulirlos, Raskulls goza de abundante carisma como para dejar un buen sabor de boca. Tal vez sea intrascendental a la larga, pero consigue que mientras estamos disfrutando de la partida lo pasemos en grande, llegando incluso a engancharnos, incapaces de dejar el mando con esa tradicional sensación de los arcade tradicionales de 'tan solo una partida más'.

Mucho sentido del humor
El planteamiento del juego nos presenta un mundo ficticio en el que viven los personajes que dan título a esta obra, los Raskulls. Son una especie de esqueletos que pecan de una gran ingenuidad, y los hay de diversos tipos: el rey, el caballero, el pirata, el policía, el dragón, el pato, el Caperucita Roja, el mago, el ninja, el millonario Son diferencias fundamentalmente estéticas en lo que respecta a la jugabilidad, pero sus principales aspectos diferenciadores nos los encontramos en su personalidad, transmitida a través de la abundancia de diálogos que mantendrán entre sí. Parece casi increíble que unos personajes tan sencillos en diseño puedan llegar a tener el carisma y el desparpajo que demuestran en pantalla, pero sin duda este es uno de los puntos en los que triunfa el juego.

Pero los alegres Raskulls tienen un gran enemigo igual de interesante, que son los Piratas, unas criaturas que son ratas que viajaban por el universo en busca del planeta Queso, pero por culpa de un fallo técnico han acabado chocando contra el mundo de los Raskulls. Para poder retomar su viaje y continuar con su búsqueda, los piratas deberán encontrar energía para su nave, y esta no será otra que las piedras brillantes que hay en el planeta, objetos de gran poder. Sin embargo, son de gran importancia para los indígenas del planeta, así que el Rey prepara un plan para evitar que roben la piedra brillante organizando un gran torneo público en el que el ganador se quedará con ella.

Este absurdo y simpático argumento será la excusa que permitirá que nos adentremos en una gran cantidad de misiones y enfrentamientos de diversa índole, tanto entre los propios Raskulls como contra los piratas. Todos los detalles de la historia se irán desenvolviendo y conociendo a lo largo del modo historia para un jugador, llamado Megabúsqueda. Son varios capítulos, divididos en diversas pruebas cada uno diseminadas a lo largo de un mapa, con abundantes pruebas secretas y zonas cerradas hasta que hayamos consiguiendo el número necesario de medallas. Cada uno estará protagonizado por un Raskull diferente (por ejemplo, el primer capítulo es el Raskull dragón, mientras que en el segundo tendremos al Raskull ninja), lo cual hará que los conozcamos a cada uno de forma independiente y que tengan historias y pruebas diferentes.

Puzles a gogó
La jugabilidad de Raskulls es muy sencilla: es un título que combina plataformas con puzles. Los escenarios están llenos de laberintos de piezas de colores, al más puro estilo Puyo Puyo: al disparar a un color, desaparecerán todas las piezas de ese color con las que esté conectado directamente, y las piezas caerán, fusionándose si son del mismo color. Son, como decimos, fases de plataformas de corte tradicional, con estos bloques en el medio según cuadre, y deberemos cumplir los objetivos propios de cada prueba. Por ejemplo, podemos encontrarnos en una carrera contra otros Raskulls en la que deberemos llegar en primera posición a la meta; completar la carrera antes de que se acabe el tiempo; llegar a la meta sin quedarnos sin disparos para eliminar bloques; conseguir poner a salvo casas que están sobre los bloques; etcétera.

No se puede negar que existe una variedad bastante amplia y extensa de pruebas, ya que según los diferentes matices que se le dotan a cada nivel nos podemos encontrar con ideas y conceptos diferentes, aún cuando a nivel intrínseco se trata siempre del mismo sistema jugable. Esto puede causar, desgraciadamente, algo de agotamiento, ya que se cae en la repetición y da la sensación de que estamos anclados constantemente en la misma mecánica de juego que se reitera de forma cíclica. Sin duda, este es el aspecto que más lastra a un título cargado de humor, carisma y variedad de opciones, pero que se muestra incapaz a la hora de superar sus limitaciones de concepto y llega a saturar. Es una pena, ya que la experiencia en general es lo bastante satisfactoria como para haber podido llegar mucho más lejos.

Aunque los niveles se basen en una serie de pilares que se repiten constantemente, lo cierto es que hay una gran variedad de modos de juego. Para un jugador tendremos el ya comentado modo historia, Megabúsqueda, además de torneos independientes como el Gran premio o una Carrera rápida. Estos dos últimos modos se podrán disputar con hasta otros tres jugadores tanto offline como a través de Xbox Live. En estos casos, podremos rellenar los huecos con la IA (con 4 niveles de dificultad), lo cual garantiza partidas épicas e inolvidables. Además, podremos elegir entre 20 personajes diferentes, 18 de los cuales son variantes de Raskulls y 2 son invitados de IloMilo y A World of Keflings, que deberemos tener dichos juegos para poder acceder a ellos.

Apartado técnico
La sencillez jugable que presenta la producción se trasmite también en los apartados visual y sonoro. Pese a que estamos ante un juego cargado de vida y de color, con buenos diseños y un nivel de detalle respetable, lo cierto es que los escenarios se repiten hasta la saciedad y están bastante vacíos por lo general. Tampoco los elementos sonoros destacan especialmente, aunque no desentonan. Pero lo cierto es que el juego no necesita más y esta presentación es la que mejor le sienta, sin duda concebido como un todo con este estilo como eje central de la producción. El modo principal no es demasiado largo, pero sí tiene bastantes extras y secretos como para mantenernos pegados al mando durante horas; por no hablar de la infinidad de horas de diversión que puede esconder el modo multijugador, tanto online como offline.

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.