Revienta como una burbuja

Item: Puzzle Bobble Universe
Rating: 3

Los dragoncitos de Taito muestran sus pocos escrúpulos al aprovechar la reciente salida de 3DS para lanzar la enémisa entrega del mismo título al que ya estamos hartos de jugar. Universe llega sin ningún añadido relevante y un uso tan anecdótico como irrisorio de la tridimensionalidad. Fácil, corto y malo, este nuevo capítulo no es más que la confirmación de que esto de unir pompas de colores se ha quedado tan anticuado como aburrido.

Jabote

Actualizado a 3 de marzo de 2012 23:07 CET

Parece una tendencia inmortal que Bubble Bobble, y su spin off Puzzle Bobble (también encontrado como Bust a Move), aparezcan en cada consola que ve la luz. A Nintendo 3DS le ha llegado el turno un mes después de su lanzamiento, con un juego tan soso, facilón y trillado que incluso hace replantearse al jugador experimentado en la licencia si esto de unir pompas de colores sigue siendo divertido y está al día en lo que a materia de puzles actuales se refiere. Si ya a los inmortales Tetris o Arkanoid les cuesta mantenerse a flote en un género que cada vez se hace más complejo y enrevesado, Puzzle Bobble no ha sabido adaptarse y esta vez ha quedado completamente en evidencia.

El nuevo título tiene 2 modos de juego: Puzzle y Desafíos. La mecánica es la clásica y realmente anquilosada, disparar desde la parte inferior de la pantalla bolas de colores que al unirse con dos o más de su misma tonalidad desaparecen mientras el techo va bajando poco a poco presionando al jugador a usar la lógica rápidamente para quitarse el máximo de bolas posibles en cada disparo. El modo Puzzle nos lleva a través de 8 planetas con 10 niveles cada uno más un jefe final al que derrotar con la misma mecánica, disparándole grupos de tres bolas-bomba. Cada jefe se mueve más rápido que el anterior, simplemente. Los Desafíos buscan que derribemos el máximo número de burbujas en un tiempo limitado o ver hasta cuándo aguantamos una partida infinita. Así de simple, no hay ningún contenido jugable más y su único extra son las marcas que hagamos y unos items y logros coleccionables en una galería, como destruir 1.000 pompas o rescatar a todos los dragones encerrados bajo llave.

Sobre esto, cada uno de los 8 mundos tiene varias llaves en pompas especiales entre sus niveles. Para recogerlas hay que hacer explotar las que le rodean, pero nunca dejarlas caer eliminando las burbujas que están encima y causen su descuelgue. Con todas las llaves de cada mundo, podremos abrir las jaulas que encierran a los dragoncitos secuestrados, pero esto no servirá para nada especial, solo para completar el juego al 100%. Lo mismo ocurre con los Super Combos que hagamos, que supondrán que el tiempo se pare durante unos segundos y que aparezcan burbujas especiales que explotarán una vez pasados esos segundos de tiempo muerto, dándonos bastantes puntos y permitiéndonos desbloquear más fichas coleccionables en la galería.

Todo el juego ha perdido en dificultad, siendo ahora menos desafiante de lo que era antaño y con ello más accesible para los nuevos jugadores, que encontrarán tutoriales e instrucciones detalladas. Esto se apoya sobre todo en los potenciadores de nivel. Cada vez que eliminemos burbujas, un medidor vertical se irá rellenando hasta alcanzar el nivel 1, 2 o 3. Si lo rellenamos hasta el nivel 1, podremos disparar tres pompas-comodín, que sirven como cualquier color. El nivel 2 nos permite disparar una gota de pintura especial que tiñe a todo un grupo de hasta siete pompas de un mismo tono. Y el nivel 3 dispara un demoledor láser que elimina casi todo lo que encuentre a su paso, dando verdadera y rápidamente la vuelta a una partida angustiosa, que pasa así a convertirse en un paseo facilísimo.

Técnicamente el juego mantiene el estilo 2D habitual implementando tridimensionalidad en el fondo del tablero, que es un siempre planeta girando sin parar y dos ruedas a los lados para delimitar y hacer rebotar las bolas. Nada más en 3D, lo que lo hace uno de los juegos más pobres en este sentido del catálogo actual, aunque su mecánica tampoco le permita mucho más, claro. El sonido remezcla el mítico y recurrente tema de Bust a Move una y otra vez, y utiliza voces en inglés para avisarnos de las subidas de nivel o los combos. Todo el texto en pantallla está en castellano y en la pantalla táctil, en desuso para el control, se muestran mensajes de ayuda sobre el uso de las bolas, cómo hacer más puntos, las bolas especiales, etc. continuamente. El juego se maneja con la cruceta o el circle pad, y los gatillos sirven también para dirigir las bolas con mayor precisión, lo que acabará haciendo que los usemos más a menudo que los rápidos controles normales.

Conclusiones

Puzzle Bobble 3DS es una lamentable excusa de Taito por colocar a sus dragoncitos en la nueva consola de Nintendo. No innova en absolutamente nada con respecto a anteriores entregas y, aunque puede funcionar para los que adoren esta marca, demuestra que este estilo de puzles está totalmente desfasado y que debe buscar nuevas formas o desaparecer ante la enorme competencia actual en el género. Corto y más fácil, el producto apenas tiene modalidades de juego y consiste todo el rato en lo mismo. No hay ningún modo multijugador, con Street Pass, contenidos para Spot Pass o uso de las 3D satisfactorio. Es doloroso enterrar una saga que tan buenos ratos nos ha hecho pasar, sobre todo en recreativas, pero éste no es el camino de la supervivencia.