Puppy Luv
- PlataformaWii3
- GéneroSimulación
- DesarrolladorActivision
- Lanzamiento07/03/2008
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorActivision
¡A la perrera!
Activision se apunta a la moda de los simuladores de cuidado animal con Puppy Luv, un videojuego que tras su paso por PC llega a Wii, una plataforma capaz de ofrecer una experiencia de juego sorprendente en este género. Sin embargo, parece que el equipo de desarrollo de este proyecto no ha sabido sacar jugo al mando de Wii.
Desde hace algunos años, el mundo del videojuego está viviendo diversas revoluciones. Entre los cambios que implica la llegada de nueva tecnología, con la alta definición y la jugabilidad de Wii como ejemplos, también surgen otras modas y se conforman otros estilos de juego. Así, estamos en una época en la que se premia o la innovación o bien excelencia visual.
Sin embargo, esta época también está siendo protagonizada por la rapidez de la productividad y del mercado, que marca la necesidad de producir juegos para cumplir con la elevada demanda de los usuarios. Lo importante es lanzar productos, independientemente de su calidad. De esta máxima parte el concepto de reproductibilidad, que nos lleva a observar cómo cuando un producto tiene éxito, muchos se animan a seguir el mismo patrón para ganar algunos euros.
Buena muestra de ello es el juego que ahora nos ocupa en este análisis. Puppy Luv para Wii -antes comercializado en PC- es la propuesta de Activision dentro de lo que podríamos calificar como un nuevo género de videojuegos; la simulación animal. Allá por 2005, con Nintendo DS, nació este género gracias a la comercialización de Nintendogs. Desde entonces, no han sido precisamente pocas las compañías que se han atrevido a dar pasos sobre estos productos tan atractivos para los más pequeños de la casa. Y el problema es que un amplio porcentaje de estos juegos se quedan a mitad de camino y dejan mucho que desear. Veamos qué tiene que ofrecer Puppy Luv.
Cachorros de sobremesa
Alcanzar la calidad que en su día supo ofrecer Nintendogs no es tarea de cualquiera. El videojuego de Nintendo vendió un elevado número de unidades no sólo por su jugabilidad y originalidad, sino también por la excelente labor de marketing y comunicación de la compañía de Kioto. Pero lejos de estas claves, no podemos olvidar un dato no menos importante: el hecho de que el título apareciera para Nintendo DS, plataforma perfecta (ventas y hardware) para desarrollar este género.
Ahora, con Wii bien podríamos encontrarnos ante una situación similar, pues no sólo se trata de una consola de éxito -la más vendida de sobremesa-, sino también de un sistema innovador, que apoya su jugabilidad en las posibilidades del sensor de movimiento incorporado en su mando.
En esencia, Puppy Luv es un clon del juego de Nintendo, siempre salvando las distancias. El título pone al jugador en la piel del propietario de un cachorro, que tendremos que elegir al comenzar la partida. Arrancamos nuestra andadura en este simulador dando nombre al perro y a su entrenador, y seleccionando la raza de nuestro cachorro, con ejemplos como el golden retriever o el labrador.
Una vez hecho esto, entramos a la pantalla principal del juego, a la villa de Puppy Luv, donde a través del mapa podremos acceder a todas las tareas disponibles en el título. Esta pequeña ciudad es nuestra base de operaciones durante toda la partida y cuenta con recintos interiores como la tienda, nuestra casa o el área de exhibición, y exteriores como el parque o la zona de práctica.
Acceder a cada uno de estos emplazamientos será tan sencillo como apuntar con el mando de Wii a la pantalla y pulsar "A". Así entraremos en la zona elegida, pasando la pantalla a mostrar un nuevo menú con iconos que nos permitirán acceder a diversas órdenes. Por ejemplo, si seleccionamos la tienda, aparecerá un menú en el que podremos ver los productos clasificados por tipos -juguetes, comidas, accesorios, etc.- y nuestro dinero.
Prácticamente casi todos los escenarios de la ciudad se mostrarán siguiendo el esquema cámara fija enfocando al cachorro, sin posibilidad alguna de movimiento y con la interfaz señalada de forma tosca y abrupta. Estaremos ante menús e iconos coloridos, pero sin demasiada variedad, algo que convertirá la navegación a través de las pantallas en una tarea repetitiva y hasta aburrida.
Huelga decir que el diseño artístico de Puppy Luv no es, ni mucho menos, excelente. A pesar de conocer que un juego de este calibre tampoco necesita de lo último en tecnología gráfica para entretener, cuesta entender cómo este videojuego llega a ser tan simple en el apartado técnico. Los diseños de los escenarios son simples y vacíos, y no cuentan con ningún elemento reseñable. De igual forma, el modelado de los cachorros es más cercano a la anterior generación de consolas que a la potencia de Wii. Siendo francos, hasta Nintendogs, que es de consola portátil, puede ofrecer mejores animaciones y mayor realismo que Puppy Luv.
Sólo existen dos razones por las que el jugador se dará cuenta de que este título es un juego para la sobremesa de Nintendo. La primera, que viene en DVD; la segunda, que requiere del mando de Wii para jugar. Y en este punto podemos afirmar que el resultado no es tan positivo como se podría llegar a esperar.
El control del animal siempre dependerá de nuestras acciones con el mando. Si seleccionar a través de las ventanas partirá del puntero y del botón "A", dirigir las acciones del cachorro estará ligado a los movimientos que ejecutaremos con el mando. Así, por ejemplo, en la Zona de Exhibición, tendremos que realizar movimientos predefinidos con el Wiimote para que el perro responda y sortee los obstáculos -suba cuestas, pase por túneles o salte vallas-. Cada movimiento será explicado previamente en la Zona de Práctica del Parque, donde incrementaremos la docilidad del animal y sus habilidades.
Hacer una "H" con el mando, dibujar un triángulo o trazar una curva son sólo algunos de los escasos movimientos que tendremos que realizar en Puppy Luv para que el cachorro progrese. Sin embargo, lo que siguiendo los tutoriales puede parecer fácil, terminará por convertirse en casi un suplicio por culpa de la mala implementación del mando y la respuesta de éste ante nuestros movimientos.
La utilización del mando de Wii y su sensor de movimiento trasciende poco más en Puppy Luv. Dar órdenes al animal, enseñarle movimientos, cuyo repertorio no deja de ser escaso, y navegar por los menús para comprar, alimentar y asear a la criatura canina manteniendo estable el "Cachorro-metro", que cubre parámetros como higiene, comida, obediencia, agua, vejiga, energía y felicidad. Y es que hasta en el modo paseo, con el que el perro recorre la ciudad, el mando será completamente inútil, ya que el animal caminará sólo por las calles, sin rumbo ni destino, y tanto como quiera el jugador.
Malo
La idea era buena pero se ha llevado a cabo de forma desastrosa. No te lo compres, está mal terminado.