Escuela de pilotos

Si tenemos en cuenta que el curso real de piloto privado no te saldrá por menos de 500.000 pesetas (si, medio millón) Pro Pilot 99 es lo más cerca que los bolsillos débiles pueden estar de tener un titulo de piloto.

¡Vamos a ello!

Además la única resolución disponible es 640 x 480 lo cual nos parece totalmente inadecuado para un producto de este tipo.

Y con esto ¿qué aspecto tiene el terreno que sobrevolamos? Pues, honestamente, nada del otro mundo. Cuando en juegos de otro tipo (arcades 3D) estamos acostumbrados a un preciosismo visual que se supera día a día resulta que en la simulación civil parece que estamos anclados en el tiempo. Si bien el terreno recoge el relieve real a partir de datos topográficos, en realidad el efecto es el de sobrevolar una alfombra con más o menos ondulaciones y montañas aquí o allá. En especial las ciudades y edificaciones son bastante pobres y parecen juegos de construcciones dejados caer al azar por un gigante despistado. Y lo que no parece disculpable es que gran número de aeropuertos se limiten a ser una pista en mitad del terreno con, tal vez, una torre de control aislada del resto del mundo. O sea, que nada de carretear hasta la terminal después de un feliz aterrizaje.

El otro aspecto fundamental es el de los paneles de los distintos aviones. Son bastante aceptables y muy completos. Su legibilidad es aceptable aunque la sección de comunicaciones y navegación presenta ciertos problemas de lectura. Se recomienda monitor grande aunque el programa rueda fijo a 640 x 480.

El problema es que para mostrar el panel completo se deja muy poco espacio a la ventana que nos muestra el exterior. Lo cual no deja de ser un problema. Por mucho vuelo instrumental que vayamos a hacer no hay que dejar de mirar ahí afuera.

El siguiente paso es la navegación. O sea, el arte de saber siempre donde estamos y por donde dirigirnos a nuestro destino. En este aspecto el programa es muy completo y disponemos en todas las avionetas de medios de navegación suficientes para no perdernos y poder seguir un plan de vuelo con seguridad. La verdad es que nada nos impide hacer el gamberro pero entonces ¿cuál sería la diversión?. Disponemos de un modo mapa que nos muestra nuestra posición sobre el terreno con respecto a los aeródromos y ayudas existentes pero casi parece que consultarlo es "hacer trampa". Y es que así no hay quien se pierda. Mucho más interesante a la par que real es la inclusión de GPS (Global Positioning System). El sistema del que todos hemos oído hablar que mediante una red de satélites gestionados por el departamento de defensa de Estados Unidos nos indica nuestra posición con suficiente precisión para no perdernos (al menos hasta que el susodicho departamento decida enredar con la señal). Este GPS supone facilitar mucho la navegación y tal vez sea un recurso fácil para el novato. Yo recomendaría usar primero los instrumentos tradicionales (VOR, NDB) y pasar después al GPS.

Además el programa incluye la posibilidad de preparar planes de vuelo sin más que indicarle el aeropuerto de origen y el de destino. Estos planes automatizados se pueden modificar fácilmente si preferimos otra ruta y constituyen una aproximación de agradecer a la navegación real si bien son, tal vez, demasiado esquemáticos en comparación con los reales.

Obviamente al margen de este desarrollo general se puede escoger avión y aeropuerto y despegar de inmediato sin plan de vuelo ni intención de seguirlo. Faltaría más. Para eso es nuestro programa en nuestro ordenador.

Más adelante se pueden emprender vuelos entre aeropuertos cercanos y a largo plazo el objetivo es el vuelo instrumental nocturno. Para ello no disponemos de cartas de vuelo pero el GPS nos será de gran utilidad. En caso de pérdida o desorientación el mapa de posición nos sacará de más de un apuro.

El problema de orientación se agrava por el hecho de que la pantalla deja muy poco espacio para la vista del exterior. Conviene reducir el tamaño del panel aunque haya que sacrificar algún dial para poder tener una mejor vista del terreno a nuestro frente.

Como nadie nace sabiendo no es mala idea prestar atención a los videos de enseñanza que, en perfecto castellano, ponen a nuestra disposición un completo curso de pilotaje.

A los que se sientan intimidados ante la tarea les recomendamos visitar la web de la asociación española de pilotos de simulación: Simuvuelo. Allí encontrarán pilotos que ya han pasado por sus mismos problemas y les podrán asesorar con conocimiento de causa.

En todo caso ante problemas a bordo de una aeronave lo primero siempre es Pilotar el avión; Has de mantener siempre el control del avión y conseguido esto determinar que está ocurriendo y como arreglarlo.

Y si ya estás en pleno vuelo y todo parece ir bien, activa el piloto automático y relájate. No creas que los pilotos reales se hacen todo el viaje a los mandos. Así que tu no vas a ser menos.

En pleno vuelo el control es fácil y los modelos parecen bastante reales. Un par de pedales ayudarán con el control de dirección pero en caso de no disponer de ellos se puede coordinar el timón de dirección con lo que el vuelo es, incluso, más fácil. Sin embargo es mucho más divertido simular, por ejemplo, la parada de un motor en un bimotor y tratar de compensar la guiñada con el timón.

Una complejidad inherente a todos los simuladores es la gran cantidad de teclas necesarias para emular todas las funciones. Se hace imprescindible disponer de la guía del teclado continuamente y un joystick con botones programables será una ayuda inapreciable.

El quid de la cuestión en un simulador es la calidad de los modelos de vuelo. ¿Qué podemos decir de los de Pro Pîlot 99?

En cuanto al escenario, el de ProPilot99 es más real desde el punto de vista topográfico (el relieve) pero su aspecto es más seco, sobre todo en los aeropuertos y ciudades. A cambio incluye escenarios europeos con todas las ayudas de navegación y aeropuertos.

Sin embargo Propilot99 gana en cuanto a formación. Con el manual que incluye se puede empezar desde cero y terminar con algo parecido a un título virtual de piloto con habilitación instrumental.

¿Alguna conclusión?

Yo diría que el piloto con cierta experiencia de vuelo y con acceso a internet obtendrá más satisfacciones con MSFS mientras que el que busca iniciarse o completar una formación inacabada encontrará en ProPilot99 una herramienta idónea.

Finalmente tal vez deberíamos comparar Propilot99 con su versión anterior. No hay mucho que justifique una actualización. Textos y voces en castellano, escenarios de Europa y control de tráfico son las principales novedades de esta versión. Si ya tenias la anterior tal vez no te compense el gasto de la puesta al día.

Y, finalmente, una advertencia. Ya se anuncia para el último trimestre de 1999 la aparición de propilot 2000. Como no le hemos podido poner las manos encima a una beta no podemos aconsejar al respecto pero no podemos dejar de comentar la posibilidad de un cabreo más que mayúsculo si pocos meses después de comprar un propilot99 nos encontramos con la versión 2000.

El control de tráfico en español añade un toque de realismo ambiental muy de agradecer.

Lo peor, algún fallo conceptual como en la explicación del efecto del par motor (al que denomina torsión) que confunde con otros efectos. Y menos disculpable es confundir Newtons con kilogramos-fuerza. Según el manual 1 Newton=9,8 Kg fuerza cuando lo cierto es justamente lo contrario. De todas maneras ni lo uno ni lo otro nos impedirá aprender a volar con Propilot99.

Lo que es una lástima es que no se incluyan cartas aeronáuticas de algún sector o fichas de aproximación de algunos aeropuertos. Si el enfoque de este programa es eminentemente docente la inclusión de algo de cartografía es, más que útil, ineludible. A cambio el manual incorpora unos pocos planes de vuelo esquemáticos dentro de la península ibérica. Se agradece.