Poly Bridge 3: Análisis Pc; Crea los puentes más divertidos

“Cualquier tiempo pasado fue mejor”. Una creencia muy arraigada últimamente dentro del mundillo del videojuego. Y desde luego, no seremos nosotros quienes afirmemos que los múltiples cambios de paradigma que ha sufrido el sector en los últimos años no han tenido algunas consecuencias negativas para los usuarios. Pero también debemos admitir que parte de esos cambios han traído muchas cosas buenas, por ejemplo la posibilidad de que se publiquen joyas como la que hoy nos ocupa, un título que en épocas pretéritas con los canales de distribución tradicionales difícilmente podría haber visto la luz.

Gracias a las bondades de la distribución digital, que sí, también las tiene, ya llevamos tres entregas de esta curiosa saga de construcción de puentes, a cargo del estudio de Nueva Zelanda Dry Cactus, quienes publicaron la primera entrega en 2016. Los 3 títulos de la misma son divertidos y relajantes juegos de construcción a modo de puzle, que mezclan la sencillez de ejecución con un sistema de físicas muy potente, de manera que no es necesario tener una ingeniería para poder disfrutar de ellos, pero también nos permiten profundizar en su propuesta hasta el infinito si nos vemos atrapados por ella.

Tras pasar un buen número de horas levantando los más complejos y arriesgados puentes, nuestro veredicto es muy positivo. Poly Bridge 3 es una experiencia diferente, relajante, con una curva de dificultad amplísima, casi infinita, adecuada para quien no tenga la más mínima idea del tema y también para la mayor experta en construcción de puentes del mundo. Quizá sea demasiado continuista y no suponga un gran salto con respecto a la segunda entrega, y echamos de menos alguna posibilidad y mecánica más en su propuesta, así como mejores tutoriales o fuentes de información sin tener que emplear métodos externos. Pero todo ello pronto lo olvidaremos cuando comencemos a darle uso a ese imaginario título de ingenieras de obra civil que el videojuego nos hace pensar que tenemos, y las horas volarán de una manera muy satisfactoria.

Puentes everywhere

Poly Bridge 3 nos invita a superar una serie de niveles predefinidos, agrupados por zonas de dificultad creciente que deberemos ir desbloqueando al completar las anteriores. El objetivo de cada nivel es a priori muy sencillo, variando ligeramente en ocasiones. Tenemos dos zonas de terreno separadas por un brazo de mar, y uno o varios vehículos que deben cruzarlo. En ocasiones se nos marcarán puntos intermedios del trayecto por los que el vehículo debe pasar (el movimiento de los mismos se limita a dos dimensiones), pero la idea siempre es a priori muy sencilla: construir un puente (o estructura alternativa, como rampa o elementos móviles) que permita a los vehículos cruzar y alcanzar su respectiva banderita. Los vehículos no sufren daños, y el nivel se nos dará por superado si todos los vehículos llegan a su objetivo, aunque nuestra estructura colapse en el proceso. Por supuesto, siempre habrá infinidad de maneras de resolver cada problema, teniendo libertad para elegir la solución que se nos ocurre, siempre que sea estructuralmente viable.

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Las herramientas a nuestra disposición no son demasiadas: pavimento para el camino, madera y acero para las estructuras, tensores de cuerda y acero para soportes, pilar de apoyo y dos elementos que dan mucho juego: barras hidráulicas que se contraen y se expanden y muelles. Al comienzo del nivel se nos presenta la pantalla de edición, una vista plana lateral de la situación, y la mecánica de construcción es muy sencilla: seleccionar elemento o material con el puntero e ir colocándolo directamente en la pantalla, sin ningún tipo de complicación. Una vez terminemos nuestra estructura, le daremos al botón de play, lo que nos llevará a una representación tridimensional de nuestro puente y podremos ver si soporta el paso de los vehículos. Si ello ocurre, se nos dará el nivel por completado y pasaremos al siguiente. En caso contrario, volveremos a la pantalla de edición a tratar de buscar una solución que sí resulte viable. Una vez en la pantalla de edición, se nos resaltará el elemento de nuestro puente donde se inicio el colapso del mismo.

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En ocasiones se nos indicará al principio del nivel que ocurrirán situaciones especiales, como el paso de barcos o aeroplanos por la zona a cruzar, por lo que nuestro puente deberá adaptarse a dicha situación. Una línea temporal nos marcará los eventos, de modo que habrá que realizar puentes levadizos y locuras varias para superarlas. Cada nivel tiene un presupuesto que limita el material a emplear, aunque se nos permite superarlo ampliamente y aun así podremos completar el nivel. También nos lo darán por superado en caso de que el puente colapse pero los vehículos lleguen a su destino, como ya hemos comentado.

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El gran éxito de Poly Bridge 3 es la dicotomía entre la sencillez de ejecución de sus construcciones y la infinita profundidad de posibilidades que ofrece. Sin tener ni idea, con las escasas explicaciones que se nos ofrecen, podremos superar los primeros niveles sin gran esfuerzo. La curva de dificultad es muy relajada, pero ofrece un reto muy elevado hacia el final. El caso es que llega un momento donde resolvemos las cosas más por prueba y error que por nuestros propios conocimientos, echando en falta tutoriales y mucha más información dentro del propio juego. El complejo sistema de físicas vuelve las cosas realmente complicadas, y llega un punto donde se echa en falta información. También habríamos agradecido alguna mecánica o elemento constructivo más, pero en cualquier caso, si nos gusta su propuesta, la experiencia siempre resulta divertida y nos tendrá entretenidos muchísimas horas.

La comunidad, el gran pilar de este puente

Desde luego, si disfrutamos con la atractiva propuesta del título, estamos ante uno de los mayores sumideros de horas que podamos encontrar en el sector del videojuego. Por un lado, tenemos más de 100 niveles en la campaña que ya nos van a llevar en torno a las 25-30 horas superar. Además, contamos con un modo de construcción libre, donde podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación. Solo con estas opciones ya tendríamos para disfrutar muchísimas horas. Pero lo que eleva al infinito la duración del título es la prolífica comunidad online del mismo.

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Por un lado, cada vez que superemos un nivel de la campaña, obtendremos una clasificación online en tres categorías distintas: por presupuesto empleado en la construcción, presupuesto empleado sin que el puente colapse, y porcentaje de la tensión máxima soportada a la que hemos sometido a nuestro puente. Y aquí ya entra nuestra vena competitiva, tratando de escalar en esas clasificaciones online realizando mejoras a nuestra construcción. A poco que nos piquemos, vamos a invertir mucho tiempo tratando de superarnos. Además, una vez superado el nivel, podremos observar soluciones que se le han ocurrido a otros jugadores, lo que es una gran fuente de inspiración que además no deja de sorprender por la enorme imaginación que le echa la gente a sus construcciones.

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Finalmente, la total integración del juego en Steam Workshop nos permitirá tratar de superar las creaciones de otras jugadoras y jugadores realizadas en el modo de construcción libre. Y la verdad es que en este apartado ya hemos visto auténticas virguerías y maravillas, desde niveles muy originales a locuras imposibles que sí que parece que necesiten tener una verdadera ingeniería para superarlas. En definitiva, Poly Bridge es un título de puzles que se aleja de la tónica moderna habitual, donde no encontraremos el menor atisbo de narrativa ni trama, y que no nos ofrecerá multitud de mecánicas a asimilar para emplear en nuestro beneficio. Frente a ello, ofrece una propuesta muy sólida que si se le coge el punto satisfará a un amplio espectro de usuarios y les ofrecerá un desafío que llega a ser infinito, pudiendo ser una experiencia tanto relajante como todo lo compleja que gustemos si ese es nuestro deseo.

Una experiencia muy Zen

Ni pretende ni necesita ser un portento técnico Poly Bridge 3 para atrapar a quien se acerque a él, pero la verdad es que el acabado audiovisual del título es muy atractivo, y refuerza la corriente Zen que rodea al mismo. El interfaz de usuario en las pantallas de edición es claro y conciso, y cumple de maravilla su papel, teniendo todo muy ordenado y a mano como mucho en un par de clicks. Cuando accedemos a la pantalla de prueba de nuestro puente, el juego muestra unos preciosos tonos pastel y unos acabados estilo dibujos animados realmente bonitos. La multitud de cámaras y opciones de visualización nos permiten que las escenas de prueba y simulación de nuestros puentes y estructuras luzcan de manera atractiva.

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El apartado sonoro nos obsequiará con una colección de melodías muy pegadizas y relajantes, que ayudarán a nuestro ánimo cuando contemplemos por enésima vez el colapso de nuestras estructuras. Son tan acertadas dichas composiciones, que no tardarán en quedársenos e nuestra cabeza, y la verdad es que nos han gustado mucho. La verdadera estrella del apartado técnico del juego es un motor de físicas potentísimo, que calcula al milímetro y con total precisión las solicitaciones a las que están sometidos todos los elementos de nuestras estructuras, lo que permite, como ya hemos comentado, crear auténticas virguerías y profundizar hasta el infinito en la búsqueda de la creación perfecta. La opción de ir asimilando poco a poco lo que el título nos ofrece, y contemplar con una sonrisa como todo se viene debajo de formas rimbombantes cuando los vehículos tratan de cruzar también es una opción totalmente disfrutable, y seguramente será la más común entre quien se acerque al título.

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