¡Hazte con todos!

La saga Pokémon ha sido un éxito sin fin desde su nacimiento como experimento para Game Boy. A pesar de haber contado con numerosas entregas en las consolas de Nintendo, así como en el cine y en la televisión, ahora regresan en un remake de la aventura original.

Cuando Nintendo lanzó al mercado el primer título de la saga Pokémon, no podía imaginarse la repercusión que tendría la original propuesta que presentaba en su exitosa portátil Game Boy. Un éxito arrollador en todo el mundo, en gran parte apoyado por la serie de animación, de éxito similar, que provocó que durase numerosos capítulos, así como la creación de varias películas y, como no, gran cantidad de nuevas entregas de la saga que verían la luz en las diversas consolas de Nintendo.

Y es que la fama que han llegado a alcanzar las curiosas criaturas de la compañía nipona es asombrosa, ya que pocos desconocen el nombre de Pikachu, por poner el ejemplo más llamativo. Tanto los más pequeños de la casa como alguno más maduros disfrutaron en diversas ocasiones de la capacidad de adicción de los títulos de la saga, creándose un mercado consumista de aficionados a la saga dispuestos a hacerse con tantos juegos como Nintendo fuese capaz de sacarse de la manga.

Tras el lanzamiento el año pasado de las ediciones Rubí y Zafiro, ahora le llega el turno a Pokémon Rojo Fuego y Verde Hoja. Dos títulos que destacan por ser, ni más ni menos, que la puesta al día de Pokémon Rojo y Azul, los juegos que iniciaron la bola de nieve que no ha dejado de crecer hasta el día de hoy. Pero, ¿merece la pena disfrutar de un remake para Game Boy Advance de juegos de Game Boy?

¡Voy a ser el mejor entrenador!

La historia gira en torno al personaje del jugador, que quiere cumplir su sueño de ganar la Liga Pokémon y convertirse en el mejor entrenador Pokémon del mundo. La aventura empieza en su pequeño hogar de Pueblo Paleta, en donde el Profesor Oak le cederá uno de sus Pokémon (a elegir entre Charmander, Bulbasaur o Squirtle) con el fin de que inicie su camino hacia la cima.

Pero no todo será tan sencillo, ya que el mayor rival del jugador saldrá también de su pueblo natal, y a lo largo de la aventura serán numerosas las veces en las que los enfrentamientos serán inevitables. El juego gira en torno a diversas líneas argumentales, lo que le da una interesante variedad. Aparte de la línea argumental básica, consistente en avanzar por el mapeado de gimnasio en gimnasio consiguiendo las medallas necesarias, el jugador deberá enfrentarse también al temible Team Rocket, una organización maligna que quiere hacerse con el control de todos los Pokémon, o al menos, de los más poderosos, para llegar a dominar el mundo.

'¡Hazte con todos!'

Por supuesto, también está presente la parte más adictiva del juego, que da lugar al famoso lema de la saga. Hacerse con todas las criaturas que pueblan el mundo de Pokémon es una ardua tarea que llevará varias horas completar. Y es en ese aspecto donde radica el gran acierto de este título, ya que se mete en el ámbito del coleccionismo y lo hace de un modo divertido, que engancha al jugador y le mantiene pegado a la pantalla de su portátil intentando conseguir el mayor número de criaturas posibles o, en el peor de los casos, incitando a conseguir el mejor Pokémon de ciertos tipos para poder enfrentarse a los rivales de los gimnasios.

Esto se debe al fuerte componente estratégico que presenta el estilo de juego de Pokémon. Hay que tener muy en cuenta, a la hora de enzarzarse en un combate, el tipo de Pokémon que utilizará el adversario, y en función de eso, elegir el más indicado para poder salir airoso del combate. Es decir, un Pokémon de tipo agua será bueno contra uno de tipo fuego, pero los de tipo fuego son excelentes contra los de tipo planta. Siguiendo una simple lógica de los elementos, el jugador aprende pronto a hacerse con el sistema de control y a saber con seguridad cuál de sus Pokémon es más recomendable en cada situación.

Además, para poder conseguir a todas las criaturas, es necesario tener los dos títulos y hacer intercambio de personajes entre ellos, ya que poseen Pokémon exclusivos cada uno. En este remake, a las 150 criaturas originales, se le añade la posibilidad de conectarse con las versiones Rubí y Zafiro, así como con el juego de GameCube Pokémon Colosseum, para poder completar la colección de más de 350 Pokémon. Para tales fines de conectividad, los juegos incluyen un adaptador inalámbrico, facilitando la posibilidad de que los usuarios puedan intercambiar las criaturas de las que disponen.

Un RPG... con animales

Ya ha quedado claro en qué consiste la esencia del juego, pero no se ha dicho todavía el modo en que este es presentado. Pokémon es un RPG en toda regla, que a primera vista puede recordar (hasta cierto punto) a Zelda, con el personaje andando por las aldeas, entrando en tiendas, hablando con la gente...

Pero a diferencia de las aventuras de Link, en este juego los combates son los clásicos combates por turnos, donde el jugador elige su Pokémon para enfrentarse a los Pokémon salvajes que pueden acechar por los caminos, o a los rivales de los gimnasios o que vagan por las ciudades, ansiosos de probar la potencia de sus criaturas.

Es en los combates contra Pokémon salvajes donde el jugador podrá conseguir un gran número de especies. Cuando el enemigo está débil, haciendo uso de las Pokéball, unas bolas en cuyo interior se guardan las criaturas, el jugador puede llegar a capturarlo, consiguiendo que se una a su colección y que responda fielmente a su nuevo amo, pudiendo utilizarlo cuando desee a partir de ese momento.

Otro modo de conseguir Pokémons es mediante el ya citado intercambio, pero no sólo con otros jugadores humanos, sino que dentro del mismo juego, algunos personajes ofrecerán al usuario la posibilidad de cambiar un determinado tipo de Pokémon por otro. Además, para llegar a conseguir algunas especies, es necesario hacer evolucionar a otras inferiores. Muchas lo hacen subiendo de nivel (como en todo buen RPG, esto se consigue gracias a la experiencia en combate), pero habrá algunos que sólo lo conseguirán mediante ciertos objetos especiales (por ejemplo, Pikachu evolucionará en Raichu gracias a una piedra trueno).

Comparando con el original

Sí, Pokémon Verde Hoja y Rojo Fuego son remakes de Pokémon Azul y Rojo, y como tales, son en gran parte iguales a los originales. Pero sin embargo, añaden diversos elementos novedosos que consigue que, a su vez, sean bastante diferentes, y hagan valer su posición de novedad y que, tanto los novatos como los que disfrutaron de los juegos hace cinco años, tengan motivos para hacerse con uno de ellos y comenzar de nuevo la aventura por el mundo Pokémon.

Destaca sobre todo los nuevos entornos con nuevos elementos de aventura. Estos nuevos Pokémon expanden la aventura más allá de un simple añadido de poca importancia, abriendo y ampliando esos entornos para que el juego gane en interés de volverlo a jugar. A las 25 o 30 horas de juego básicas de Rojo y Azul, se le añaden unas 10 horas más de aventura.

Aparte de la ampliación de la aventura, hay numerosos pequeños elementos que los programadores han introducido para mejorar la aventura. Es interesante y bastante útil el tutorial que incluye el juego, al cual se puede acceder en cualquier momento. Ofrece al jugador estrategias, trucos y ayuda a familiarizarse con el entorno y el sistema de juego, facilitando un poco la ya de por sí no demasiado complicada mecánica de los originales, en donde el jugador se veía solo a la hora de descubrir cómo funcionaban las cosas.

Hace su aparición, asimismo, un curioso modo repetición. Al cargar una partida grabada, el jugador disfrutará de un pequeño flashback de los momentos más importantes que han tenido lugar en su aventura, con el fin de situarle mejor en la aventura hasta el punto en el que la dejó. No es algo especialmente necesario, pero sí que se agradece como curiosidad.

Apartado técnico discreto

No todo iban a ser grandes mejoras en estos juegos, y es que el apartado técnico es bastante discreto. Los gráficos, poco llamativos, cumplen, pero no presentan grandes alardes ni suponen revolución alguna. Siguen la línea de los anteriores títulos de la saga, y no sólo parece que no quieran innovar, sino que da la impresión de que ni tan siquiera lo intentan. A pesar de todo, es un estilo gráfico que va acorde con los títulos de la saga Pokémon.

El apartado sonoro es muy similar al de Game Boy Color, pero con las ligeras mejoras que proporciona la capacidad sonora de Game Boy Advance. Las melodías ya conocidas se recuperan para este remake, sin grandes novedades en este aspecto tampoco.

Es en la jugabilidad donde Pokémon, desde sus inicios, demostró su valía. Un control sencillo, que se va haciendo cada vez más intuitivo con el avance en las partidas, y el factor adicción que provoca el elemento coleccionista, hacen de Pokémon un juego irrepetible. Algo que queda demostrado con los numerosos intentos de copia y la superioridad que sigue mostrando el título de Nintendo sobre sus clones.