Phoenix Wright: Ace Attorney Trials and Tribulations
El último gran caso de Phoenix
Tras un importante retraso, llega al fin a nuestro país la última entrega de la trilogía original de Phoenix Wright. Un juego que, pese a no innovar en nada con respecto a la entrega anterior, consigue ofrecernos una nueva aventura llena de intrigas.
El gran abogado Phoenix Wright regresa por última vez a nuestras DS, con el punto y final a su trilogía. Capcom empezó a hacer remakes de sus juegos de Game Boy con el nacimiento de la portátil de Nintendo, y además de la trilogía de Wright ya ha sacado un cuarto capítulo en el que el protagonismo recae sobre el novato Apollo Justice, una vuelta a empezar en la que se han visto bastantes novedades. Lo curioso es que ese cuarto episodio de Ace Attorney haya llegado a nuestro país antes que el que nos ocupa, Trials and Tribulations.
No ha sido fácil su camino a las tiendas, y durante estos meses se ha comentado de todo al respecto del retraso del título, sobre todo con el lanzamiento de Apollo Justice; incluso se llegó a especular con su posible no salida en España de la última entrega protagonizada por Phoenix. Pero, en el fondo, a nuestro abogado favorito nunca ha sido muy amigo de la puntualidad; ya en su primera entrega se retrasó más de un año con respecto a su fecha de lanzamiento inicial. La cuestión es que el juego llega por fin a nuestras estanterías, y se trata de una experiencia digna del personaje.
En ese aspecto, Trials and Tribulations es el más complejo de la trilogía. El juego tiene una duración de cinco capítulos, uno más que Justice for All, y el mismo número que en Ace Attorney; pero hay que recordar que este último tenía un capítulo adicional en su versión para DS, posterior a los créditos, así que, en su concepción original, este es el título más largo de Phoenix Wright. Esto favorece, y al mismo tiempo viene motivado, por una narrativa mucho más profunda y compleja, en la que nos podemos esperar de todo.
De hecho, la experiencia es tan amplia que la viviremos desde distintos puntos de vista, y no siempre seremos el infalible Wright. De hecho, en el primer caso nos encontraremos en el pasado, en la piel de Mia Fey, la mentora de nuestro protagonista, y nuestro cliente será nuestro buen amigo de pelo puntiagudo. A lo largo del juego iremos saltando temporalmente entre casos, tejiendo el escenario para el gran desenlace final, en un épico caso final que esconde muchas sorpresas y en el que se desvelará todo.
Como no queremos desvelar nada del argumento, no profundizaremos más en él, pero os podemos asegurar que se darán situaciones inesperadas y que volverán muchos viejos conocidos para apoyar a nuestro buen amigo abogado. De hecho, hasta nuestro gran rival en los juzgados en esta ocasión, el misterioso Godot, tendrá mucho que ver en todo lo que acontecerá a lo largo de los diferentes casos. Todo ello, cómo no, con ese excelente sentido del humor que caracteriza a la serie.
En esta ocasión, nos toparemos con un par de casos que carecerán de la fase de investigación, pero los juicios serán lo bastante intensos como para obtener todas las pruebas que necesitamos. Su sistema de juego es particular, no lo vamos a negar, y los amantes de la acción no encontrarán aquí un título apropiado para sus gustos, ya que el ritmo es muy lento y nos toparemos con muchas conversaciones insustanciales para distraernos y añadir profundidad al título. Además, a la hora de presentar las pruebas, sigue siendo necesaria esa precisión ridícula.
Como siempre, hará falta presentar la prueba determinada en el momento concreto, no vale ni antes ni después Y, más que en otras entregas, será necesario presionar varias veces los testimonios para conseguir encontrar el punto débil del testigo y sacar oro de lo que parece ser una mina de carbón; de hecho, hasta que no lo consigamos, el juego no va a avanzar lo más mínimo. Vuelve también la piedra psíquica para romper las defensas mentales de la gente a la que interroguemos, algunas de las cuales serán bastante complejas.
Todo el que haya jugado a un Phoenix Wright antes, sabrá lo que se va a encontrar aquí. A diferencia de la segunda entrega, que introducía el concepto de la piedra, en esta ocasión no se ha dado prioridad a la innovación; pero tampoco le hace falta, dado que la fórmula funciona y no requiere más para centrarse en lo que de verdad importa: contar una gran historia, y lograr que el usuario se devane los sesos para obtener las pistas y saber utilizarlas. Eso sí, se admite como última entrega de la saga de Phoenix Wright, ya que haber seguido sin innovar hubiese sido estirar demasiado la franquicia.
El apartado sonoro, pese a ser curioso, ya que se ajusta perfectamente a cada situación y ofrece la tensión y la ambientación ideal, por su limitada variedad puede acabar resultando repetitivo y llegar a cansar; sobre todo, porque muchas repiten de entregas anteriores. Una vez más, gozamos de las carismáticas voces de los personajes en momentos puntuales de protesta en los juicios, que añaden intensidad a las situaciones que se presentan.
En cuanto a su jugabilidad, lo mismo que comentamos en ocasiones anteriores: podemos controlar todo con los botones de la consola, o bien utilizando la pantalla táctil. El ritmo lento nos permite pensar y tomárnoslo con calma, sin necesidad de gran velocidad de reacción, pero aún así la DS responde a la perfección a nuestras indicaciones; su micrófono también hace un buen trabajo reconociendo nuestros gritos de protesta, si optamos por representarlos. Se trata de una aventura muy divertida, que se prolongará a lo largo de numerosas horas, aunque eso sí, no es especialmente rejugable.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.